Bomberos por incendio en ‘gueto vertical’: «La mayoría de los edificios de la RM son una bomba de tiempo»

La falta de balcones en los departamentos es una de las principales causas que explica por qué el incendio que afectó el martes pasado a un edificio de Santiago Centro –en las calles Pedro Lagos con Zenteno– se expandió tan rápido y terminó quemando cinco de sus 24 pisos (se inició en el 17) y dejó a siete familias damnificadas.

Así afirmaron desde Bomberos, institución que señaló que los balcones son las primeras barreras que permiten mitigar que el fuego suba y su ausencia provocó que las llamas escalaran como una torre consumiendo las cortinas.

Luego de controlada la emergencia, que se inició por una falla eléctrica, los voluntarios de Bomberos acusaron acusaron que la evacuación se volvió compleja por la cantidad de moradores –el edificio tiene 560 departamentos y una población sobre las dos mil personas– y fallas de seguridad en el recinto, por lo que volvió a ponerse sobre la mesa la discusión sobre los «guetos verticales».

“La mayoría de los edificios de la Región Metropolitana son una bomba de tiempo”, afirmó Claudio Bustamante, el presidente metropolitano de Bomberos en conversación con HoyxHoy , donde explicó que estas edificaciones suelen ser construidas en sitios que dificultan la labor de los voluntarios, en medio de calles estrechas que no permiten el ingreso de los carros bomba y las escaleras mecánicas. Además, señaló que “hay edificios donde no cabe una camilla porque los pasillos son angostos”.

En el mismo sentido y compartiendo la preocupación, el Intendente Metropolitano Claudio Orrego se preguntó: «¿Qué va a ocurrir el día de mañana en un edificio de 42 pisos, que son algunos de los que tenemos en Estación Central, que además tienen pocos ascensores? Es una pregunta abierta».

Hasta el momento, la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) ha fiscalizado cerca del 60% de las instalaciones de gas de los 12 mil edificios que existen en la Región Metropolitana y, de ellos, ha catalogado al 5% con un «sello rojo» por presentar defectos críticos que representan un «riesgo importante».