La creadora del sitio y directora del Femcine se refirió a las propuestas que han recibido luego del anuncio del cese de las funciones de la página, al valor patrimonial del proyecto y el rol del Estado en el apoyo a las iniciativas culturales.
El pasado 26 de enero, los creadores de CineChile anunciaron el cierre indefinido de la enciclopedia más completa del cine chileno, la que sirvió como herramienta para periodistas, investigadores y amantes del cine en general. El proyecto cumplió nueve años de historia y en su recorrido fue constantemente revisado por usuarios de todo el mundo, teniendo un indice de lectoría de más de dos millones de visitas al año.
Pero el proyecto ya no va más. El sitio que vio su cierre este 31 de enero albergó más de 3.700 fichas de películas chilenas, 549 críticas de películas, miles de noticias relacionadas con el cine nacional, 180 entrevistas a realizadores, entre otros contenidos. En respaldo a su trabajo, circula una declaración firmada por más de 200 personas vinculadas a la producción audiovisual.
La principal razón del fin de CineChile corresponde a la falta de fondos para la renovación del sitio, el cual experimenta fallas en su hosting por la alta cantidad de contenidos, al igual que la caducidad de la plataforma donde crearon la página hace casi una década. Ante esto, se ven obligados a hacer una migración total de CineChile, proceso que implica altos costos que no podrán costear debido a que les rechazaron dos fondos de concurso público.
El Desconcierto habló con una de sus creadoras, la periodista y directora del Femcine, Antonella Estévez, quien se refirió a las propuestas que han recibido luego del anuncio del cese de las funciones del sitio, al valor patrimonial del proyecto y al rol del Estado en el apoyo a las iniciativas culturales.
– ¿De qué manera recibió la gente el cierre del sitio?
La verdad es que estamos bien sorprendidos y bien conmovidos respecto a la respuesta que hemos tenido. Llevamos nueve años trabajando en esto y ha sido un trabajo bastante sacrificado y silencioso como suele ser el trabajo de investigación y recopilación. En ese sentido ha sido muy bonito ver a la gran cantidad de gente que siente el sitio como propio, que lo usa de manera cotidiana. O la gran cantidad de propuestas o inquietudes de personas y también entidades que nos preguntan «¿qué podemos hacer para esto no termine así?».
– ¿Qué tipo de propuestas les han presentado?
Por ejemplo, las primeras han sido «vamos por crowdfunding». Hay mucha gente dispuesta a apoyar y para nosotros inicialmente es la primera salida. Luego hemos tenido algunas inquietudes presentadas por algunas entidades educativas, universidades que más que nada han pedido reuniones para ver el tema.
– ¿Cómo era la lógica de trabajo para sacar adelante el sitio?
Cuando hemos tenido fondos, que en estos años han sido unas cinco veces, la plata se va principalmente en contratar equipo. Si calculas, el fondo para difusión del cine chileno son 9 millones máximo, para un equipo de cuatro personas no te alcanza ni para un sueldo mínimo. Cuando no hay fondos, el sitio básicamente lo mantenemos Marcelo Morales (el otro creador) y yo. Él llevándose gran parte del trabajo que es actualizar las fichas por cada película que se estrena en algún festival. Yo escribo críticas, entrevistas, noticias.
– ¿Qué opinas sobre la lógica de competitividad que se produce en el mundo de la cultura por los fondos de financiamiento?
Yo diferenciaría los proyectos específicos de los proyectos con vocación nacional. Que un espacio como la Cineteca Nacional no tenga financiamiento directo es preocupante. Lo que está pasando con CineChile es un síntoma. Que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) no tenga los fondos para sostener un sitio como este que sirve a toda el área audiovisual de Chile te dice un montón. Nosotros tuvimos muchas reuniones con ellos y te decían «entendemos todo, pero no tenemos financiamiento directo, tienen que ir a competir». Eso te dice que no hay una separación, si te fijas en quienes ganaron los fondos, hay proyectos que son para difundir el trabajo de un solo cineasta o de un grupo específico, más que una mirada total al cine chileno que es lo que tenemos nosotros.
– CineChile se presenta también como un repositorio patrimonial donde puedes encontrar todo sobre la producción de cine nacional, ¿cuál es la valoración que hacen de este detalle?
Nosotros nos ganamos dos fondos de investigación y con eso lo que hicimos fue pasar horas y horas en la Biblioteca Nacional recuperando toda la información publicada sobre cine chileno desde finales del siglo XIX, desde el 1897 es la primera noticia. En ese ejercicio nosotros descubrimos unos 100 títulos de los que nadie tenía idea, porque no estaban en los libros de cine chileno y nosotros los pusimos a disposición. En la página tu ves la nota, con foto, ficha de la película y si ese contenido está en línea de manera legal, además lo puedes ver desde CineChile. No hay ningún sitio en el mundo que tenga toda esa información, que sea al mismo tiempo una enciclopedia con lo que está pasando hoy y al mismo tiempo un espacio patrimonial. Aun así, nos quedamos fuera del fondo de patrimonio, porque la evaluación decía que no asegurábamos acceso y es como «perdón, tenemos más de dos millones de usuarios anuales», cómo más aseguramos el acceso.
– ¿Cuál es el mensaje que le puedes enviar a los seguidores del sitio que esperan su pronto regreso?
Nosotros estamos enamorados de CineChile y es importante decir que nosotros no somos realizadores. Somos gente que ha dedicado su carrera a difundir cine chileno y a estudiarlo. Estamos muy agradecidos por todas las muestras de solidaridad. Vamos a evaluar todo, pero nosotros no queremos una respuesta que nos saque de la urgencia, sino que permita que el sitio se pueda mantener y no nos pase lo mismo en un par de años. Es super impresionante los orígenes de las visitas porque el cine chileno está hoy generando mucha tensión a nivel mundial, entonces quedarse sin esta herramienta es un problema que tiene que ver con la imagen país.
