«Ahora la elección es de los reyes de Viña»: Los cambios al cuestionado concurso y piscinazo del Festival

En medio de los cuestionamientos que han vivido los concurso de belleza en todo el mundo, la elección de la reina del Festival de Viña del Mar no ha quedado libre de críticas. Por ello, sus organizadores han decidido hacer algunas modificaciones, que apuntan a evitar la cosificación del cuerpo de la mujer que ha marcado la instancia durante años.

Aunque en primera instancia se pensó en no realizar una nueva edición del concurso, Sergio Marabolí, director de La Cuarta, medio encargado del evento, anunció que «este año el piscinazo será más recatado como el perfil de nuestra nueva Cuarta, que también se adapta a los tiempos como se han ido adaptando todos los chilenos». Además, puntó que en esta versión se elegirá a un hombre y una mujer.

«Lo primero es que la gente sepa que, después de 40 años, ahora tendremos un rey y una reina, por lo tanto ahora la elección es de los reyes de Viña», explicó.

Del mismo modo, adelantó que durante el piscinazo, «el rey y la reina se lanzarán juntos, lo que no quiere decir que ambos serán de un mismo canal, ya que pueden ser de equipos aparte».

El concurso de la «Reina del Festival de Viña del Mar» nació en 1982, con la coronación de Rafaella Carrá. Sin embargo, el piscinazo partió en 2001, cuando la cantante Natalia Oreiro decidió lanzarse a la piscina del hotel tras ser elegida reina, lo que provocó la repetición del rito cada año.

Ante la presión de los medios y los canales participantes, la instancia llevó cada vez más lejos a las mujeres en la exposición de su cuerpo, algo que sumó cuestionamientos durante los últimos años.