La cruzada de Colombina Parra por la «antifundación» de su padre: «Es importante que todos nos sumemos»

Aún instalada en Las Cruces. La hija del antipoeta vive por estos días el proceso de defensa del testamento de su padre y planifica el futuro rescate de su legado. En medio de la polémica familiar que ha provocado su muerte y la futura repartición de los bienes, Colombina explica por qué había optado por el silencio.

«Estuve viviendo mi duelo tranquila en Las Cruces, donde he estado más instalada junto a Chamaco (…) Sentía que todavía no era el momento de decir nada porque mi papá se acababa de morir y para mí eso fue fuerte. Necesitaba introspección, estar con él, cerca de su tumba”, cuenta.

Catalina Parra, la mayor de los hermanos, anunció que pedirá la impugnación del testamento de Nicanor Parra. Argumentan que la letra del profesor es temblorosa y dudan de la lucidez de sus últimos días.

No obstante, la albacea del antipoeta señala que «estuve con él desde la Navidad hasta el día en que murió, y estaba bien, muy tranquilo. Hicimos paseos a Isla Negra, a Cartagena, y todo estuvo normal. Yo aproveché de estar muy cerca de él también, como cuando era niña. Ese es el recuerdo que tengo hoy y con el que me quedaré».

Hace unas horas, Colombina publicó en Facebook una carta en donde explica que «el fin último de su testamento es la preservación de la mayor parte de sus bienes al servicio de Chile y más aún, del mundo entero».

«Para mí no es romper el silencio, sino una aclaración por si es que aún hay dudas al respecto de cuál es el futuro que se viene por delante», acota la música. Aclaró que ha hablado con algunos de sus hermanos y evitó cuestionar las declaraciones de Catalina Parra sobre ella misma, su medio hermano y su hijo Cristóbal «Tololo» Ugarte.

«Pucha, yo creo que cada uno tiene sus momentos y vive el duelo de manera distinta. Yo no haría juicios de valor con respecto a lo que cada uno ha pasado en estos días, porque cuando se muere un papá es algo fuerte y todos reaccionamos de manera distinta. Creo que todo va a estar bien y que se viene un futuro que podemos construir entre todos», sentencia.

Parra adelanta que la fundación se va a ir concretando en la medida en que sus hijos vayan comunicándose: «Es importante que todos nos sumemos y que quienes hemos sido parte de la historia de nuestro padre, podamos construir algo valioso para el mundo. Eso quería él», señala en entrevista con Culto.

«Es un trabajo que se viene realizando hace bastante tiempo, del 2000 al menos, pero el primer gran paso fue restaurar la casa de La Reina, que está volviendo a ser el lugar que era en todas las épocas en que mi padre la habitó. Esa casa tiene una particularidad bien simbólica, y es que se refleja mucho la antipoesía. Está construida a trozos y ha ido creciendo espontáneamente, y cada parte es como un artefacto. Además, tiene mucho del espíritu de la familia Parra, y no solo por mi papá, sino porque por ahí pasaron todos los hermanos; la Violeta, Roberto y también Lautaro y Eduardo. Todos se juntaban ahí y podían estar tres días tocando cueca», recuerda Colombina.

Hasta el momento se ha logrado desarrollar el inventario de dos bibliotecas de la casa del antipoeta en La Reina, con una cantidad aproximada de 8 mil libros. En Isla Negra, el académico escribió los Sermones y Prédicas del Cristo del Elqui, mientras que en Conchalí selló una de sus obras más importantes, El hombre imaginario.

Colombina Parra asegura que no será quien dirija la fundación necesariamente, «pero si lo tengo que hacer, lo haré, pero dejo también la puerta abierta a otro hermano, a otra hermana o también a un externo que tenga la voluntad de hacerlo. Estoy dispuesta a que lo trabajemos entre todos, en verdad».

«Mi padre siempre soñó con tener su propia antifundación, siempre nos habló de eso y escribió varios poemas que lo insinuaban. Hacía varios chistes al respecto, pero también hablaba muy en serio, y así es como lo estoy tomando ahora», cierra.