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12 razones para rechazar el Plan Garantizado de Salud que propone el gobierno de Piñera

Por: Natalia Cabrera Salzmann | Publicado: 17.03.2018
12 razones para rechazar el Plan Garantizado de Salud que propone el gobierno de Piñera consultorio | / Agencia Uno
Si bien este plan ofrece pequeñas mejoras que no son sustantivas ni estructurales, como la fijación de precios de prestaciones y mínimas mejoras en la gestión de los servicios, y está pendiente de reformar en su estructura original, existen diversos motivos por los cuales rechazar este nuevo plan de salud gubernamental.

En Chile vivimos con miedo a enfermar. Para nadie es ya un secreto que en nuestro país parecieran haber dos tipos de sistemas de salud: uno para los que tienen más y otro para los que tienen menos, prejuicio anclado en una percepción de que el servicio público es peor que el servicio privado. Sin embargo, se hace necesario desmitificar esta premisa, pues más que hablar de dos sistemas de salud, es particularmente el acceso el que se encuentra en jaque en nuestro país, siendo este mucho más expedito para quienes cuenten con más recursos que para quienes no.

Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lanzado en junio de 2017, sólo el 17,5% de las personas de bajo nivel socioeconómico dicen tener confianza en recibir atención de salud en caso de enfermedad catastrófica o grave, mientras que, en las personas de nivel socioeconómico alto, esta cifra asciende al 67,5%. Otros datos del mismo estudio demuestran además que, en nuestro país, la salud ocupa el primer lugar en percepción de desigualdades, siendo estas diferencias injustas de acceso entre estratos socioeconómicos, molesto para un 68% de las personas. Preocupa entonces pensar que el gobierno de Sebastián Piñera, que prometió realizar una “cirugía mayor” al sistema de salud, promueva en todos los medios posibles un plan para mejorar únicamente el sistema privado.

El ampliamente difundido Plan Garantizado de Salud es una cobertura que las Isapre deben otorgar obligatoriamente, que consta de un precio único para cada institución (se calculó aproximadamente 1 UF mensual), y que garantiza acceso al sistema de salud en caso de contar con una enfermedad perteneciente al GES (ex AUGE), no GES, urgencia médica o enfermedad catastrófica, sin cubrir el Seguro de Incapacidad Laboral y sin perjuicio de fijar los precios de otros seguros que las Isapre decidan cobrar a sus afiliados.

Si bien este plan ofrece pequeñas mejoras que no son sustantivas ni estructurales, como la fijación de precios de prestaciones y mínimas mejoras en la gestión de los servicios, y está pendiente de reformar en su estructura original, existen diversos motivos por los cuales rechazar este nuevo plan de salud gubernamental:

1. Sólo beneficiará a los usuarios de Isapre

El Plan Garantizado de Salud (PGS) pretende reformar únicamente a las Isapre, en donde cotizan las personas que tienen mayores ingresos en Chile, aumentando así la brecha con el sector más vulnerable.

2. Su existencia se basa en el miedo

La necesidad de reformar las Isapre hacia un Plan que garantice la protección financiera en prestaciones que actualmente el sistema privado no está otorgando juega con la incertidumbre de enfermar y no tener los recursos para volver a la salud, por lo que se basa además en generar la necesidad de adquirir seguros complementarios que se sumen a la cobertura que otorga el plan.

3. No se hace cargo de la demanda histórica de aumentar acceso a la salud

Según datos del PNUD (2017), el acceso inequitativo a los sistemas sanitarios es la mayor causa de descontento entre las personas, por encima incluso del acceso inequitativo a la salud de calidad. El Estado debiese garantizar el bienestar de todos y todas, independiente de su capacidad adquisitiva, pues la salud es un derecho humano y no un privilegio sólo de quienes puedan pagarla.

Por otro lado, un sistema universal de salud ha sido tanto una demanda como una lucha histórica en nuestro país que llevaba 133 años en vías de implementación, comenzando por las sociedades de socorro mutuo en 1840, y terminando con un bruscamente interrumpido Sistema Nacional de Salud en 1973.

4. Selecciona a los usuarios de Isapre

Una familia de cuatro integrantes, en el que sólo uno de ellos trabaje, debiese ganar, aproximadamente, $1.576.679,43 para pagar con el 7% de su sueldo el Plan Garantizado de Salud (que pudiese costar 1 UF, actualmente valorada en $26.966,89) y el Seguro de Incapacidad Laboral ($2.500 aproximadamente).

5. «Deducible» a pagar será ajustado por riesgo, no por capacidad adquisitiva

Cuál automóvil, el deducible será fijado según el riesgo del paciente, pero más alto a mayor riesgo y más bajo a menor riesgo. Esto iría en desmedro de las mujeres «en edad fértil», los adultos mayores y los menores de 2 años, cuyo copago sería más alto o, el deducible sería más alto y el copago, en teoría, debiese ser más bajo.

6. Se niega el fondo único de salud, pero se otorga para las Isapre

Camuflado bajo el nombre de «Fondo de Compensación de Riesgo», este será un beneficio sólo para usuarios del sistema privado, en el que las personas con mayores ingresos y menor probabilidad de enfermar, ayudarían a pagar el «deducible» de quienes más enferman y tienen menor capacidad de pago, estando este último grupo en mucho mayor proporción en Fonasa que en Isapre.

7. Quieren quedarse también con tus excedentes

Este Plan Garantizado de Salud, pese a ser fijo, deja libertad de acción a las Isapre para solicitar planes de salud adicionales a sus usuarios, lo que consumiría el excedente de quienes cuyo 7% de cotización obligatoria, excede el costo del plan. En caso de que el 7% del sueldo imponible no cubra el costo total del plan, este deberá ser pagado adicionalmente.

8. El plan fue ya rechazado por la comisión presidencial (2012)

El plan que inicialmente se propuso el año 2011 fue investigado por una comisión asesora presidencial, la cual propone que se reformen sistema privado y público, debido a que necesariamente, la reforma en uno, impacta en el otro. Se propone por una mayoría de la comisión, la génesis de un Fondo Único Solidario entre usuarios ISAPRE y FONASA, lo cual no está contemplada en la propuesta del nuevo gobierno.

9. Plan se ajustará por IPC y no por costo de prestaciones

Los precios se ajustarán por Índice de Precios al Consumo (IPC), el cual no necesariamente refleja el costo real de las prestaciones de salud, lo que pudiese aumentar el costo de los planes complementarios y beneficiaría los holdings de salud (clínicas prestadoras e Isapre son del mismo dueño o familia), pues estos poseerían control tanto de los precios fijados en Isapre, como de los precios fijados por las clínicas prestadoras asociadas a esta.

10. Potencia las empresas familiares de salud

Al fijar precios de prestaciones y limitar el copago en caso de enfermedades catastróficas, no todas las Isapre sobrevivirán al Plan Garantizado de Salud; sólo aquellas cuyos dueños sean los mismos que las clínicas asignadas como prestadoras (integración vertical), lo cual es ilegal pese a que una brecha en la ley lo permite.

11. Posibles costos estratosféricos de planes complementarios

Además del Plan Garantizado de Salud, y debido al ajuste anual según IPC y no por costo de prestación, las Isapre tendrán libertad de exigir a sus afiliados Planes Complementarios. Estos precios serían a discreción de las mismas, y no serían fijados.

12. Potenciales conflictos de interés

Actualmente, el holding (familia) de salud «Banvida», fue vendida íntegramente a UnitedHealth Group, una compañía –sorpresa- aseguradora de salud. El ex holding Banvida era controlado por Inversiones Teval, compañía relacionada con los hermanos Hurtado Vicuña, quienes aportaron en total de manera abierta, y cada uno de los 5 hermanos por separado, $65.799.775 a la campaña presidencial de Sebastián Piñera. Otro gran aportante a su campaña fue Horacio Pavez, director de Grupo Security, quienes también ofrecen seguros de salud.

Actualmente, en UnitedHealth Group ya existen puestos creados con paga, que tienen que ver con el que llaman, de manera «cariñosa», el «Plan Plano».

Natalia Cabrera Salzmann