Una calle para el fundador de la Red de Orientación en Salud Social de Conchalí

Quisiera agradecer a Luis Bustamante y al directorio de Redes de Orientación en Salud Social RED OSS de Conchalí por haberme considerado para presentar este libro: “Vidas que se enredan. 25 años. 25 relatos de voluntariado”.

Antes de hablarles del libro, debo manifestar algunas opiniones personales sobre Redes de Orientación en Salud Social RED OSS, cuyos esfuerzos van dirigidos, entre otros, a orientar y ayudar a los que en forma inhumana, el diario La Tercera del 23 de agosto de 1984, discriminó a través del siguiente titular: “Murió paciente del cáncer gay chileno”.

Max Cifuentes Guzmán, una persona que tuvo la visión de adelantarse a los tiempos para ayudar a otros, sin pensar en beneficios personales, fue quien inició esta gran obra. Max no solo se dedicó a esta obra, trabajó en el plebiscito del año 1988, formando apoderados para vigilar el proceso y así siguió trabajando incansablemente en contra de la dictadura que nos regía en esos momentos y por la recuperación de la democracia.

Las autoridades de esta comuna de Conchalí, en las cuales me incluyó, no hemos reconocido su gran labor, que a esta altura, una calle importante de nuestra comuna, debiera llevar su nombre, Max Cifuentes Guzmán, entre otros reconocimientos.

Destacar el apoyo que prestó en un principio, María Antonieta Saa, siendo alcaldesa de esta comuna, el doctor Guillermo Vergara, María Cristina Dittborn y Margarita Núñez, por nombrar algunos que han sido parte integral de esta importante organización comunitaria.

Esta organización social tiene actualmente más de 11.000 fichas de personas apoyadas, con cariño y solidaridad, además de un número importante de atenciones telefónicas, tanto de urgencia como de rutina.

Estas son algunas apreciaciones que demuestran la importancia de estas organizaciones comunitarias de salud.

Chile ocupa el triste primer lugar de nuevos casos de VIH/SIDA en América Latina y el Caribe.

Algunos conocedores importantes de estos temas, consideran que los diversos equipos ministeriales no han cumplido a cabalidad el trabajo para prevenir las diferentes enfermedades de transmisión sexual, particularmente el VIH/SIDA.

Hoy, tenemos más de 50.000 personas que viven con VIH sin saberlo.

En el año 2017, se pesquisaron 5.816 nuevos casos de VHI/SIDA y lo más grave, es que son personas jóvenes que van desde los 18 hasta los 30 años.

Este es un problema del Estado de Chile, en que todos los chilenos, independiente de su color político, religión, etc…, debemos hacer un esfuerzo para ayudar a superarlo.

Qué podría decir de “Vidas que se enredan” que es el título de este libro, pues lo plantea muy bien y con propiedad en su prólogo, Víctor Hugo Robles: “Este libro está elaborado con afecto y compromiso y pretende ser un necesario recuente de memorias e historias que se enredan y que se entrecruzan destacando el compromiso de sus fundadores y colaboradores”.

Por mi parte, al terminar su lectura, quedé con la positiva sensación de haber conocido historias de personas valiosas, solidarias, sin ningún interés personas, solo el de ayudar a otro ser humano, en otras palabras una gran lección de vida.

En lo personal, una crítica: lo poco y nada que he ayudado en esta causa, veré como en la última etapa de mi vida me pongo al día.

Presentación de “Vidas que se enredan” en los jardines de la Municipalidad de Conchalí. Santiago de Chile, 18 abril 2018.