Rafael Gumucio: «Lo que está haciendo el feminismo es decirle a los hombres ‘oye, pégame más’»

El escritor Rafael Gumucio ha dado que hablar debido a sus particulares posturas con respecto al feminismo e iniciativas como las tomas en distintas universidades, como por ejemplo, sus afirmaciones de que el movimiento «no ha hecho un diagnóstico de lo que realmente está pasando en el mundo de la mujer. Piensa desde el ‘yo’, es una forma de narcisismo».

También en el programa «Terapia Chilensis» de Radio Duna, Gumucio dio más luces sobre sus visiones en la edición del pasado 4 de mayo, en conversación con el conductor del espacio, Héctor Soto, y el editor Matías Rivas.

En relación a la película «Amantes por un día», dirigida por el francés Philippe Garrel, Soto comentaba que le llamó la atención lo dependientes que podían ser las mujeres retratadas por Garrel con respecto al afecto, ya que se definen y son mucho más felices cuando son queridas que realizando un trabajo que les interese, y que vio «ahí un cierto sesgo machista».

Ante lo anterior, Gumucio tomó la palabra y señaló que «eso está bien porque estamos en una época machista, al revés de lo que la gente cree». «Uno de los credos del feminismo es pensar que los hombres somos unos machos espectaculares con unos penes gigantescos que mandan en el mundo, ese es el imaginario que tienen las feministas y que, por desgracia les voy a tener que decepcionar, no es así», agregó.

Luego, ahondó en otra extraña percepción: «El hombre que demuestra su debilidad, si el hombre no es un tipo que golpea a las mujeres a diestra y siniestra, para este nuevo mundo no es un macho. Lo que está haciendo el feminismo es decirle a los hombres ‘oye, pégame más'».

«No estoy seguro», le replicó Soto, a lo que el le respondió: «O sea, te juro que los hombres que no pegan no existen. Son ridiculizados, son tratados como si fueran unos mequetrefes».

«A un hombre que escucha a una mujer es considerado un traidor a la nueva ideología que cree que el falo… Yo nunca había escuchado tanto como ahora la idea de que el falo era algo tan poderoso, no tenía idea, si hubiese sabido hubiese cambiado mi vida», cerró, generando un silencio incómodo en el panel antes de pasar al siguiente tema.

Lo anterior se suma a otros dichos machistas del escritor, como en una polémica entrevista en que además de tildar de «llorones» a la nueva generación de escritores y criticarlos por «alabar su clase social», agregó: «Me molesta esa autoindulgencia. Y lo mismo pasa con el bullying: hay una escritora que dice que todos los días la tratan de violar y tocar. Bueno, yo la conozco y no es pa’ tanto».