¿Cuáles son los beneficios de integrar el campo científico con las familias usuarias de cannabis?

La reglamentación del cultivo de cannabis para uso medicinal y un importante apoyo de Fiocruz son los principales anuncios del reciente Seminario Internacional ‘Cannabis Medicinal: una mirada hacia el futuro’, organizado por la principal institución pública de Brasil y la asociación Apepi (Apoyo a la Investigación y Pacientes de Cannabis Medicinal). En el evento fue especialmente convidada la directora ejecutiva de Fundación Daya, Ana María Gazmuri, para contar el proceso que se produce en Chile para permitir diferentes vías de acceso al cannabis con fines medicinales, siendo el autocultivo la principal vía de acceso al día de hoy-

El evento fue realizado entre el 18 y 19 de mayo en la ciudad de Rio de Janeiro. Al inaugurar el evento, el profesor Roberto Leher, rector de la Universidad Federal de Río de Janeiro, UFRJ, dijo que “estamos aquí para discutir un tema de una importancia enorme. La integración del campo científico con las familias usuarias de cannabis acelera el desarrollo del conocimiento”.

La exposición de la representante de la Fundación Daya se realizó en una mesa dedicada a las implicancias sociopolíticas del uso medicinal del cannabis, moderada por el investigador de Fiocruz Valcler Rangel. En la mesa también participaron Blaise Bratter de Australia, Mauricio Coitiño de Uruguay y Luana Malheiros de Brasil.

“Agradecemos mucho la invitación a ser parte de este importante evento latinoamericano. Es interesante ver cómo se está dando la situación a nivel regional. Si la principal institución en medicina y biotecnología de Brasil participa de las investigaciones en cannabinoides, estableciendo puentes con los familiares de Apepi, significa que valida las cualidades terapéuticas de la planta. Se está considerando la experiencia de los pacientes y sus familiares en las decisiones sanitarias”, afirmó Ana María Gazmuri.

 Otros expositores en el encuentro fueron Julio Calzada, exsecretario General de la Junta Nacional de Drogas durante el gobierno de José Mujica, que coordinó la implantación del programa de control de la producción de la marihuana en Uruguay; y Augusto Vitale, del Instituto de Regulación y Control del Cannabis del Uruguay.

Tanto Fiocruz como Apepi coinciden en que los usos medicinales del cannabis están comprobados y que se requiere en forma urgente una legislación reglamentaria para que los pacientes y sus familiares no corran el riesgo de incurrir en un delito por sólo querer mejorar sus condiciones de salud.

Brasil reglamentará plantar cannabis con fines medicinales

En el evento, Jarbas Barbosa, presidente de ANVISA, anunció que se realizaría un protocolo para reglamentar el cultivo de cannabis. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria es la principal institución de reglamentación de medicamentos en Brasil.

Uno de los investigadores invitados al encuentro, Joost Heeroma, del Instituto de Neurología de University College London y jefe de investigaciones de GH Medical sostuvo que “tenemos que repensar la forma de generar evidencia a través de estudios clínicos y avanzar a un nuevo sistema para evaluar eficacia y seguridad a través de medicina personalizada, creo que el cannabis está abriendo este camino”.

El seminario fue promovido por la Vicepresidencia de Medio Ambiente, Atención y Promoción de la Salud (VPAAPS) y el Centro de Estudios Estratégicos (CEE) de Fiocruz, en asociación con los foros de Derechos Humanos y de Derecho y Salud de la Escuela de la Magistratura de Rio de Janeiro (Emerj).

La Fundación Oswaldo Cruz, Fiocruz, es el principal centro de investigaciones biomédicas de Brasil. Es considerado uno de los más grandes centros de pesquisas en salud pública del mundo. La biblioteca de Fiocruz es la más grande en salud de América Latina y su división Farmanguinhos abastece de medicamentos a todo el SUS (Sistema Unico de Saúde), que es el sistema público brasileño. Fiocruz fabrica los antiretrovirales usados en el tratamiento de personas viviendo con VIH y realiza investigaciones de punta en biomedicia y biotecnología.

Creado en 1900 por el epidemiólogo Oswaldo Cruz como Instituto Soroterápico Federal, la historia de la institución se confunde con la historia de la salud pública en Brasil. En la actualidad dependiente del Ministerio de Salud brasileño, Fiocruz tiene como objetivos promover la salud y el desarrollo social, generar y difundir conocimiento científico y tecnológico, y ser un agente de la ciudadanía.

Apepi surgió a fines de 2013 con el fin de articular a padres de niños con epilepsia refractaria interesados en poder tratar a sus hijos con extractos de cannabis; se enfrentaron a que las leyes de drogas no permitían poder cultivar la especie vegetal. Por ello definieron como objetivo desarrollar acciones para favorecer el acceso, justo y democrático, de los pacientes al cannabis, además de estimular la investigación sobre el tema y brindar apoyo a las familias.

También estuvo presente, entre otras, la agrupación de usuarios de cannabis medicinal Abrace, la que fue autorizada a cultivar por la justicia federal, reconociendo en la decisión la importancia del trabajo de Abrace en el apoyo a los pacientes que utilizan los extractos de Cannabis con única alternativa para el tratamiento de problemas neurológicos, ya que se consideró que el uso de estas sustancias ha sido la última alternativa terapéutica que se ha buscado después de que todos los medicamentos registrados han sido ineficaces para obtener un control satisfactorio de las crisis y síntomas de sus enfermedades.

Entre los expositores, estaban Julio Calzada, exsecretario General de la Junta Nacional de Drogas durante el gobierno de José Mujica, quien coordinó la implantación del programa de control de la producción de la marihuana en Uruguay; y Augusto Vitale, del Instituto de Regulación y Control del Cannabis de dicho país.

De izquierda a derecha: João Menezes, Luana Malheiros, Maurício Coutino, Bárbara Mainville, Blaise Bratter, Ana Maria, Paola, Eduardo Faveret, Eliane Nune