«Manipulé literariamente mi recuerdo»: Alberto Fuguet niega episodio de violación descrito en libro autobiográfico

Todo comenzó con una columna de Gonzalo Schwenke que analiza en El Mostrador un oscuro episodio detallado en el libro autobiográfico de Alberto Fuguet publicado hace un año.

El texto de no ficción cuenta diversas memorias del escritor a lo largo de su vida, reflexiones sobre el cine y la literatura, así como experiencias homoeróticas del autor y otros episodios más oscuros.

Respecto a su libro, el propio autor declaró a los medios que «no es una novela ni una ficción anclada en la realidad; es un intento por narrar y articular recuerdos cinéfilos. Son unas memorias».

Según consignó el crítico literario, Fuguet da cuenta de su falta de experiencia sexual con las mujeres y narra en sus páginas, casi como una anécdota, un cuestionable hecho: «¿Qué sabía de sexo con mujeres? Casi nada, y mis manoseos a prostitutas sin que se me parara o con una empleada doméstica mapuche que Julio Facusse prácticamente me obligó a violar cuando yo tenía 15 años y ella no más de dieciocho, me dejaron claro que por ahí no iba la cosa», escribió al respecto el autor, en su libro autobiográfico.

Además, Fuguet agrega que «las mujeres que podían redimirme tenían que ser extremadamente ricas y sofisticadas e inteligentes, todas me parecían inabordables (de ahí su gracia) y estaban lejos y adentro de una pantalla».

Al respecto, en su columna, Gonzalo Schwenke asegura que «con el tono que lo caracteriza, Fuguet, un tipo políticamente incorrecto, da cuenta, con desparpajo, de una violación».

Fuguet se defiende apelando a la ficción

A través de El Mostrador, el autor de VHS decidió defenderse y negar la veracidad del episodio de violación descrito en su libro: «Yo manipulé literariamente mi recuerdo», señaló, agregando que «es un párrafo sobre iniciación sexual en un libro que mezcla memorias con ficción».

El escritor también explicó que «el pasaje, si se lee bien, ocurre en la casa de un amigo que -recuerdo- se jactaba de sus andanzas nocturnas. Yo manipulé literariamente mi recuerdo para captar el pavor que ejercía el machismo no solo en las víctimas directas, sino también en los posibles victimarios. Digo posibles, porque el protagonista de esta escena no consuma ninguna violación».

Sin embargo, aunque el autor argumenta que se trata de un recuerdo ficcionado, en entrevista con La Tercera, al momento de presentar su libro, señaló que «acá la apuesta es hacer un libro que intrigue pero sin recurrir a la ficción».

Del mismo modo, entonces afirmó que «el libro pedía no ser sutil sino exigió lo que te exige un amigo: contar la firme y contarla con detalles».

No es la primera vez que un autor chileno es cuestionado por sus memorias: antes, la polémica estuvo centrada en el libro Confieso que he vivido (1974) de Pablo Neruda, donde también cuenta que abusó de una sirviente mientras trabajaba como cónsul en Colombo.

«Una mañana, decidido a todo, la tomé fuertemente de la muñeca y la miré cara a cara. No había idioma alguno en que pudiera hablarle. Se dejó conducir por mí sin una sonrisa y pronto estuvo desnuda sobre mi cama. Su delgadísima cintura, sus plenas caderas, las desbordantes copas de sus senos, la hacían igual a las milenarias esculturas del sur de la India. El encuentro fue el de un hombre con una estatua. Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible(8). Hacía bien en despreciarme(9). No se repitió la experiencia», fue lo que describió el Premio Nobel al respecto.

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