La poesía también se va a toma

Así como las tomas y paros feministas siguen multiplicándose en planteles universitarios públicos y privados de todo el país, la poesía se ha hecho presente con lecturas para apoyar el movimiento contra el machismo y la violencia de género.

#PoesíaenToma es una iniciativa que se le ocurrió a la poeta Fanny Campos, ofreciendo lecturas en las escuelas y facultades que lo requirieran, “en la euforia esperanzada que a todas nos provoca este hecho histórico, como un modo de que entre todas las poetas que nos sintiéramos autoconvocadas a apoyar las tomas con lecturas de temática feminista, pudiéramos unir fuerzas”, dice. Al igual que el movimiento universitario, las lecturas han tenidos distintas coordinadoras, en la idea de no buscar personalismos, y se han sucedido en Santiago, Concepción, La Serena, Valparaíso y Viña.

Esta vez no se trata de ti

Martes por la tarde en la Facultad de Administración y Economía de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), las clásicas sillas amontonadas en la reja y la mesa escolar a la entrada, dos mujeres y un hombre anotan los datos de quienes ingresan al plantel, además cobran el uso del estacionamiento con descuento para las mujeres. Los letreros destacan que aquí “no se toleran actos violentos”. La lectura se realiza en el hall central ante un grupo mixto compuesto por unas 12 personas, en que poetas y estudiantes se confunden.

“Hoy no se trata de ti”, lee la escritora Cote Avello, resumiendo lo que ha traído consigo este movimiento que se ha querido minimizar desde las instituciones y algunos medios de comunicación, mientras muchos de los compañeros de las jóvenes que lo protagonizan han querido sumarse y a apoyarlas en las marchas y en el día a día, cocinando, limpiando y también en la reflexión, pasando sin problemas a un segundo plano. “Alégrate de que esta vez se trata de nosotras y no de ti”, termina el texto —interpelando a figuras masculinas que han querido dictar cómo debería ser el movimiento, el feminismo y hasta los cuerpos de las jóvenes—, y plantea incluso que la lucha de clases nunca incluyó la equidad de género.

Para la poeta Dilcia Mendoza es su tercera lectura en el ciclo. “Me he encontrado con mujeres que escriben bastante bien, que son súper potentes en lo que están relatando, expresando sus emociones con respecto al patriarcado, a todo lo que implica este movimiento que ha sido bastante amplio”, resume.

Cuerpos y cuerpas

En uno de los letreros de la pared la UTEM se lee: “La decisión de alojar hombres se toma en Asam. Fem”. Tamara Mödinger tiene 25 años, estudia Ingeniería en Comercio Internacional y tuvo la idea de llevar la lectura a su facultad. Cuenta que solo aceptan a los hombres que la asamblea vota “porque ha habido compañeros acosadores”, además de profesores que hacen comentarios machistas y frente a los cuales había que quedarse callada por el temor a sacar mala nota. Primera vez que se atreve a organizar algo. A su mamá le daba miedo que fuera hasta a las marchas por los guanacos. “Me criaron de una forma en que no había que ser contestataria, no ir a las marchas o no participar en los paros en el liceo, por ejemplo. Yo les iba a cocinar a mis compañeras, pero no me podía quedar a dormir”. Esta vez la cosa cambió y ha participado por completo. “Estoy contenta porque esto es histórico, me dan ganas de caminar por la calle con el pecho inflado y el mentón arriba”, dice en la cocina del plantel tomado.

La idea de Poesía en Toma era poner en contacto a textos literarios feministas y sus autoras con las y los jóvenes que participan en las movilizaciones. “La experiencia ha sido emocionante, la recepción de las alumnas ha sido muy buena, pues se genera un espacio de reflexión que va más allá de lo racional, porque conecta también con las emociones y las cuerpas. Eso es lo maravilloso de poder hacer reflexiones críticas feministas desde lo artístico y literario. Algunos comentarios son: pensábamos que la poesía era fome y que no tenía mucho que ver; ahora nos damos cuenta de que es políticamente muy potente”, relata Fanny Campos.

El programa en construcción se puede seguir desde la página @TerritorioFeministaV

Foto: Macarena Reyes