La pregunta del público incomodó a las invitadas Francisca Merino, María Jimena Pereyra y Gala Caldirola, quienes reivindicaron «el piropo entretenido y con respeto». De hecho, Caldirola expuso que «yo conocí a mi pareja porque él me piropeó».
Durante la noche del pasado jueves, una mujer del público fue invitada a hacer unas pregunta a las mujeres que participaban del programa. Nicole Mulsow, de la Fundación Honra, expuso acerca de la vulneración cotidiana que significa para muchas mujeres el acoso callejero y emplazó a Gala Caldirola, María Jimena Pereyra y a Francisca Merino a entregar su postura al respecto.
«Lo que creo que hay que puntualizar con el tema de los piropos es que es grato que si alguien te conoce te diga ‘qué bonita estás’, con respeto, pero tiene que existir esa confianza», expuso la cantante que conoció la fama en Rojo. Además, Pereyra apuntó que «hay piropos que son groseros y otros que no lo son, que son bonitos», aunque estuvo de acuerdo con penalizar el acoso callejero.
Por otra parte, Gala Caldirola se mostró a favor del derecho de libre expresión: «Todos somos desconocidos hasta que nos conocemos y cuántas relaciones de pareja no han empezado con un piropo? Yo conocí a mi pareja porque él me piropeó. Un piropo con respeto yo creo que no es como para penalizarlo».
«Si es con respeto, creo que tampoco es para tanto», añadió la española.
Por último, Francisca Merino reconoció haber sufrido acoso cuando era estudiante y aseguró que prepara a sus hijas para enfrentar eso. Sin embargo, señaló que «hay acoso y hay expresiones del chileno, el chileno es expresivo, es espontáneo y muchas veces es muy divertido. Yo creo que es la cara, la intención lo que molesta». La actriz enfatizó que «tengo miedo que ese límite nos lleve a perder la espontaneidad».
Por último, la joven que preguntó sobre el acoso callejero precisó el caso de la adolescente de 14 años que tuvo que recibir una frase no deseada acerca de su cuerpo mientras caminaba junto a su padre en la calle, en la comuna de Las Condes.
«Las mujeres comenzamos a recibir acoso a los 11 años y como comenzamos a recibir ese acoso a los 11 años, llegamos a los 30 y tanto y pensamos que sí, es normal, porque lo tenemos normalizado», argumentó, en clara contradicción con lo expuesto por las invitadas.
