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Opinión

Los huevos del ministro Valente

Por: Roberto Pizarro H | Publicado: 26.07.2018
Los huevos del ministro Valente Sebastian Piñera se reune con su equipo programático de desarrollo económico | / Agencia Uno
«Los que amamos a nuestro país ponemos los huevos dónde sean útiles para el progreso económico de Chile, para que mejore el empleo y aumenten los salarios. Para que esos huevos fecunden en una sociedad más próspera y justa. Poner los huevos fuera de Chile es atentar contra la soberanía nacional».

José Valente, ministro de Economía, sugirió a los empresarios chilenos que “para estar más seguros”, debieran llevar sus inversiones fuera de Chile. Dijo, sin dudarlo un momento: hay que colocar los huevos en canastas distintas. Así, los empresarios tendrán mayor seguridad, más tranquilidad. Y, lo dice con conocimiento de causa porque Valente tiene la mayor parte de sus inversiones personales en el exterior.

La inteligencia de Gonzalo Blumel, ministro de la Presidencia, pareció flaquear cuando calificó esos dichos como una anécdota más. A diferencia de Blumel, la ciudadanía considera graves las opiniones de Valente y las califica muy mal: desde ignorancia, impericia, renuncia a una responsabilidad ministerial hasta, incluso, atentado a los intereses nacionales.

Los desafortunados dichos de Valente se suman a los de otros ministros del actual gobierno. Varela, de Educación, ha tenido afirmaciones de una tontería sorprendente: condones para sus hijos, pero no para prevenir la salud de los adolescentes; “pequeñas humillaciones”, en referencia al acoso de nuestras mujeres; y bingo, exigencia a las familias pobres, para reparar el deterioro de los colegios públicos. No se queda atrás el ministro de Salud Santelices, con iniciativas y inefables afirmaciones: la injustificada modificación del protocolo sobre objeción de conciencia en la ley de aborto; y, el anuncio de erróneas cifras sobre el VIH en Chile, según dijo el más elevado del mundo, superior incluso a los países del África.

Cuando Valente asumió el ministerio de Economía dijo, con entusiasmo, y con todas sus letras “Hoy día tenemos que dar un gran impulso a la inversión (…) La primera piedra es reactivar las inversiones. Chile lleva cuatro años perdiendo plata en inversiones”. Así se instalaba, y aprovechaba de despotricar contra su enemigo principal: el gobierno de la presidente Bachelet. Pero ahora, para sorpresa de algunos (no la mía), propone justamente lo contrario.

Es que el economista, MBA de la Universidad de Chicago, asesor de empresas y experto en finanzas, no puede ocultar que sus intereses están más cerca de sus amigos empresarios que del sector público. Lo ponen al desnudo sus declaraciones y no olvida a sus amigos: pongan sus huevos en canastas distintas. Es que el sector público no es para siempre. En cuatro años más hay que volver a lo de uno. Además, y por qué no, desde el gobierno siempre se puede dar una mano a los amigos.

No señor Valente. Aquí hay una sola canasta dónde poner nuestros huevos. Los que amamos a nuestro país ponemos los huevos dónde sean útiles para el progreso económico de Chile, para que mejore el empleo y aumenten los salarios. Para que esos huevos fecunden en una sociedad más próspera y justa. Poner los huevos fuera de Chile es atentar contra la soberanía nacional.

El ministro Valente, con su empresa Econsult, asesoró a varias compañías privadas. No cabe duda les sugirió, en su momento, que invirtieran en el exterior. Pero ahora está en el sector público y se debe a todos los chilenos y no a sus amigos empresarios. Tiene que superar su conflicto de intereses. Algo similar sucede con Varela en Educación y con Santelices en Salud. Todos estos ministros están comprometidos con el sector privado, lo privilegian. El sector público les resulta ajeno, extraño, incluso lo desprecian.

Valente no cumple su función como ministro, porque precisamente una de sus principales responsabilidades es la promoción de las inversiones y no enviarlas al exterior. Como ministro de Economía tiene que apoyar el crecimiento económico, generar condiciones para que el capital nacional y el extranjero se interesen en desplegar más y mejores iniciativas productivas.

Le sugiero al ministro Valente que ponga sus propios huevos en la función pública, al servicio de todos los chilenos. Si lo logra ayudará a que sus amigos empresarios inviertan en Chile.

Roberto Pizarro H