«Qué le importa al país si soy alguien lascivo»: Villegas sigue ninguneando denuncias y alega que les molesta su éxito

Ha pasado una semana de que se conocieron los relatos en que decenas de mujeres hablan sobre los episodios de acoso y comportamientos lascivos de Fernando Villegas y este lunes concedió su primera entrevista en la que se refirió al reportaje de The Clinic.

«En mi vida había visto una maquina de odiosidad, de inequidad y de miseria», comentó el ex panelista de Tolerancia Cero en Radio Touch, quien dijo que es un blanco «fácil» porque no suele responder a estas acusaciones.

Según el cesado columnista de La Tercera, «soy un personaje particularmente detestado en los círculos del progresismo, pero luego uno empieza a ver y a enterarse del grado de detalle de planificación que tuvo esto y empiezo a pensar que hubo algo más que una reunión de pauta donde se dijo ‘jodamos a Villegas’”.

Lo anterior, porque Villegas dice que se ha ganador una «cantidad de enemigos enorme». «Les molesta que yo he sido exitoso, eso es un hecho”, aseguró.

En tanto que el ahora ex conductor de Radio Agricultura sigue sin reconocer las acusaciones como ofensivas ni menos acoso. “Si tú miraste a una niña eso se convierte en una invitación a entrar a una pieza cerrada. Si tú le dijiste algo se transforma en un insulto. Si echaste la talla, se transforma en un ataque a la dignidad femenina”.

Pese a los testimonios en los que se cuentan detallados momentos en que hizo comentarios, gestos y acercamientos que fueron desde incómodos, invasivos, hasta llegar al acoso, Villegas se justifica apuntando a la época en la que nació. «Yo me crié en la cultura de los años ’60-’70, donde piropear era una cosa de todos los días en lo que incurrían todos los hombres», sostiene.

«Aunque fuera cierto como lo pintan, mi lascivia, a quién le importa eso. Qué le importa al país que soy alguien lascivo, qué efecto tiene en la política, en la economía. Que fulano de tal le echa piropo de tono subido delante de una mujer», indica, sin tomar en consideración los relatos de las denunciantes. Incluso ironiza diciendo que eran «mujeres adultas, si no trabajan cabras chicas en la TV”.