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Según el director regional del organismo, se pudo acreditar la recaptura de 38.500 ejemplares (un 5,5 %), por lo que «se presume daño ambiental» ya que el porcentaje de recuperación -que incluso llevó a la firma a pagar a pescadores artesanales por la recaptura- no alcanza el mínimo de 10% que exige la ley.
187.949 peces, es decir, un 27,23% del total. Es la cifra que la empresa Marine Harvest entregó este jueves acerca de la cantidad de salmones recapturados tras la fuga masiva que tuvo lugar hace dos meses en su centro de cultivo de Calbuco.
Sin embargo, el balance de la compañía no coincide con los reportes que maneja el Sernapesca de la Región de Los Lagos. Según la prensa regional, el director del organismo en Los Lagos, Eduardo Aguilera, afirmó que se pudo acreditar la recaptura de 38.500 ejemplares (un 5,5 %), por lo que «se presume daño ambiental» ya que el porcentaje de recuperación –que incluso llevó a la firma a pagar a pescadores artesanales por la recaptura– no alcanza el mínimo de 10% que exige la ley.
«Estamos haciendo llegar un oficio a la Superintendencia, adjuntando ese informe y dando cuenta de los peces recapturados, que verificamos que fueron ingresados a plantas de reducción, es un 5,5 %», aseguró. Y añadió que a última hora del viernes, ingresó a Sernapesca un informe de las acciones que hizo la empresa: «Entregan declaraciones juradas y fotografías, pero nosotros no podemos dar fe de eso», señaló Aguilera. «La empresa está dando cuenta del orden de 149 mil peces [de diferencia], que nosotros no hemos visto, no fueron verificados por el Servicio. Por eso, estamos revisando esas declaraciones», explicó Aguilera.
El 5 de julio, a raíz de un fuerte temporal, la filial local de la compañía más grande del rubro sufrió la pérdida de 690 mil ejemplares de su planta Punta Redonda, provocando una nueva crisis ambiental en la zona que tienen a la compañía pendiente de un hilo. En agosto sus funciones ya quedaron suspendidas por orden de la Superintendencia, que considera que la empresa habría incumplido sus obligaciones ambientales, tanto por como se manejó la operación como el plan de contingencias y la mantención.
De acreditarse la existencia de daño ambiental en la zona, se Marine Harvest arriesgaría multas de hasta 3.000 UTM y la posibilidad de perder su concesión para cultivar salmones en la zona.
