Tres semanas de levantamiento popular por justicia social y fiscal en París

25/11

Sobre el movimiento de los «Gilets Jaunes» (chalecos amarillos): En una semana han sorprendido a todxs en Francia. Miles de personas en toda el país (incluso en Bélgica), entre ellas muchas que nunca se habían movilizado, llevan una semana cortando carreteras con barricadas, liberando las plazas de peajes, bloqueando estaciones de servicios y sitios estratégicos como puertos o refinerías. La gota que rebalsó el vaso fue el aumento del impuesto a los combustibles y a la energía, con una falsa justificación ecologista. Pero en realidad el movimiento es la expresión de mucha rabia acumulada por tanta injusticia en estas décadas neoliberales. Si en 2016 fue la ocupación de las plazas de las grandes ciudades con la «Nuit Debout» la novedad del movimiento social francés, hoy el relevo lo toma un movimiento que nace en las ciudades medianas, en las periferias suburbanas empobrecidas, sin estructuras sindicales ni políticas, con mucha heterogeneidad y contradicciones, pero con una tremenda fuerza y radicalidad, así como con inmenso potencial (se parece mucho a los levantamientos populares que hubo en Chile en los últimos años: Punta Arenas, Aysén, Freirina, Calama, etc, pero con un carácter nacional, lo que lo hace mucho más potente). Ayer sábado 24 de noviembre en paralelo a la marcha feminista más importante realizada en Francia en mucho tiempo, miles de «gillets jaunes» se tomaron «sin autorización» los «campos Elíseos» para tratar de llegar al Palacio de Gobierno, algo que los movimientos dirigidos/controlados/apaciguados por los sindicatos o partidos anteriormente, nunca habían dejado/podido/querido hacer.

Seguirán los bloqueos esta semana, y se vienen grandes acciones todos los sábados, que coincidirán con las acciones por el clima que ya estaban siendo masivas un sábado al mes. Las izquierdas convencionales no fueron capaces de ver venir esta ola de las masas descontentas, y están desconcertadas (aunque algunos militantes de base están en las calles, y cada vez se suman más). La extrema derecha trató de recuperarlo al principio, pero no podrá, dado que es un movimiento contrario a su programa neoliberal/racista (aunque algunos de sus militantes estén en las calles también). Los medios de comunicación ayudaron mucho a la difusión inicial, pero la auto-organización ha sido sólo a través de las redes sociales y directamente en las calles. El historiador Gérard Noiriel ha explicado este movimiento en el sentido de la historia larga de las revueltas sociales en Francia.

Las barricadas del 24/11 en los «Champs-Élysées» son históricas, algo así como la noche de las barricadas de mayo del 68. En las colonias francesas, donde las desigualdades son más dramáticas que en la “metropole”, como en la Isla de La Reunión o en Guadalupe, el ambiente es de insurrección popular, han decretado toque de queda y han sacado el ejército a las calles.

Si esto crece, y se suman los «urbanos» que se han movilizado los últimos 2 años contra la «loi travail», que ocuparon plazas con la «nuit debout», que levantaron el «cortege de tête» y que están politizados y organizados, así como las estructuras sindicales y estudiantiles, e incluso si se extiende a los barrios populares, las conocidas «banlieus», la combinación puede ser realmente explosiva, dado que el gobierno ya está en el suelo en el apoyo popular, tiene un partido débil, recién creado, sin bases, y es además sindicado como «el gobierno de los ricos» por todas las medidas neoliberales contra las mayorías que ha tomado. En todo caso el escenario está abierto y esto sólo tiene 1 semana.

04/12

Comparto dos aclaraciones para los que «celebran» a Francia allá en el sur a través de las redes sociales:

1. La policía está reprimiendo muy fuerte, no se crean eso que se sacan los cascos, es pura propaganda y era en un pueblo chico.. En las ciudades grandes hay muertos, y muchos heridos graves por la represión. Más de 400 detenidos sólo en París el sábado pasado. (Incluso el gobierno ha anunciado un bono especial para las fuerzas represivas y amenazan con sacar a militares a la calles).
2. El gobierno no ha «eliminado» el alza del impuesto a los combustibles, sólo la atrasan 6 meses, para «concertar», es decir, para ganar tiempo.

La sublevación popular está lejos de acabarse, es incontrolable. El alza del impuesto fue la gota que rebalso el vaso, luego de 2 semanas hoy las demandas son muchos más profundas, y la principal es la dimisión del gobierno.

Lo que se siente en el ambiente es que sigue la insurrección con más fuerza. Siguen los bloqueos, ahora se suman liceanos y universidades. Se comienzan a acabar las reservas de combustibles en algunas ciudades debido a los bloqueos. El sábado 8 habrá protestas gigantes. Hay llamados a bloquear todo desde el 10. Los sindicatos llaman a comenzar la huelga general el 14 de diciembre.

06/12

Finalmente por la presión social el gobierno ha decido anular el impuesto regresivo que implicaba el alza a los combustibles. Habría sido un triunfo hace 3 semanas, pero a esta altura, la profundidad del movimiento llegó a niveles inesperados hace un mes. Siguen más fuertes las movilizaciones, la demanda es la dimisión del gobierno, la repartición igualitaria de las riquezas, la defensa de los derechos sociales y la instauración de una democracia basada en asambleas populares en los territorios, entre otras que cada asamblea está discutiendo.

En nuestro barrio de Bellevile se han decidido en la asamblea popular de anoche con más 100 personas: 1. Medidas inmediatas contra la vida cara: descenso de los precios de arriendo, construcción de viviendas sociales, medidas contra la gentrificación / 2. Regularización de todxs los sin papeles, inmigrantes y refugiados, e iguales derechos/ 3. Igualdad salarial hombres-mujeres/4. Apoyo a las demandas de liceanos y estudiantes universitarios contra la privatización y la selección/5. Defensa de los servicios púbicos y de los derechos sociales, terminar con la austeridad.

Las asambleas populares ya se están levantando en los pueblos, en los barrios, en los bloqueos de rutas y rotondas. Los liceanos han salido con fuerza a las calles. En las universidades comienzan las tomas y bloqueos. Sindicatos comienzan las huelgas. La represión sigue muy fuerte, ahora contra los liceanos, la justicia express dio 6 meses de cárcel a dos jóvenes que protestaban el martes, hay otros cuatro en estado de gravedad por la represión y una señora de 80 años muerta en Marsella por una granada. El gobierno está metiendo miedo, diciendo que van a haber muertos en las grandes manifestaciones del próximo sábado, que van a sacar blindados. Las manifestaciones no serán marchas, sino que sublevaciones por todos los territorios.

A nivel político, Macron está mudo. No ha dicho ninguna palabra y no puede hacer apariciones públicas, porque la gente le grita «Macron dimisión». Sólo el primer ministro anuncia las medidas, que unas horas después cambian. Los partidos de derecha y extrema derecha que al inicio apoyaron al movimiento, se están desmarcando de manera magistral al ver la transformación en insurrección popular. Las izquierdas que al comienza estuvieron pérdidas, recuperan terreno. Sólo algunos pocos diputados insumisos apoyaron desde el inicio el movimiento. El NPA también apoya. Se acaba de anunciar un acuerdo entre PS, comunistas y insumisos, para presentar el lunes una moción de censura contra el gobierno, lo que implica su dimisión si logran los votos en la asamblea nacional, necesitarían el apoyo del centro y las derechas. Esto es el fin de un ciclo político.

Varios historiadores hablan de una insurrección en la línea de los históricos levantamientos del pueblo francés, desde la revolución de 1789-1793, de 1830, de 1848 que fue en todo Europa, de la comuna de 1871. Y de las grandes huelgas de 1936 con el frente popular, de la sublevación contra los nazis en 1945 y sobre todo se dice que es la insurrección más importante desde mayo 1968.

07/12

Los izquierdistas, los stalinos, los progres, los ecologistas y otros miembros de la élite intelectual y militante que menosprecian a los «chalecos amarillos», reproduciendo los discursos oficiales de los medios y del poder, los invito a entender la rabia profunda del pueblo (del que somos todos parte, y no es una entidad abstracta de las ciencias sociales), con todas sus contradicciones y defectos, y sin la pureza revolucionaria de salón, pero con una gran fuerza verdaderamente revolucionaria de la acción y la dignidad. Seamos modestos, pero estemos a la altura de la historia. No le dejemos espacio a la reacción.

08/12

París se despierta con todo el comercio cerrado y las vitrinas con protecciones. Todos los museos, bibliotecas y lugares turísticos cerrados. Partidos de fútbol suspendidos, para que unos 9000 policías se dediquen sólo a la represión. Varios puntos de manifestaciones en toda la ciudad. Tanquetas estacionadas en puntos estratégicos del centro. Controles de policía en todos los accesos a la ciudad y en cada punto de encuentro al interior de la ciudad. 500 detenidos en 2 sólo horas de procedimiento. No hay barricadas ni desmanes. El bloqueo de la ciudad es el estado de sitio de facto.

10/12

A las 20hrs hablará Macron al país en cadena nacional de radio y televisión. Es muy el poco el margen de maniobra que tiene. Las demandas de la calle son estructurales por justicia social y fiscal, y es muy difícil que el gobierno cambie su plan de implantación neoliberal. Hay llamados a cacerolazos a la misma hora. Y como el movimiento tiene 80% de apoyo popular, lo más probable es que siga con incluso más fuerza.

Mañana, dependiendo de los anuncios de hoy, en la asamblea nacional presentarán una moción de censura para la dimisión del gobierno.

El sábado pasado 8/12 las movilizaciones fueron gigantescas. Nunca se vio todo el centro de París con tanto focos de manifestaciones, por lo menos 10. Hace unos días la mayoría estaban concentrados en los barrios del poder, en los Campos Elíseos. Ahora era tanta la gente, y tanta la represión, que la gente estaba por todas partes.

Ya se sumaron oficialmente al movimiento liceanos, estudiantes universitarios, pescadores artesanales y agricultores. Los sindicatos comienzan las huelga, por ejemplo los funcionarios públicos. Trenes y transportes públicos empiezan el viernes 14. El viernes debería empezar algo parecido a una huelga general.

El sábado 15 será el acto V de las grandes jornadas de protestas. Y si se suma más gente aún, el dispositivo de represión no dará abasto.

Estos momentos históricos se viven sólo una o dos veces en la vida. Veremos como sigue. Al parecer se contagia a otros países ya.