El feminismo se planta en España ante la llegada de la ultraderecha de Vox

Más de 200 organizaciones participan este martes en distintas concentraciones convocadas en decenas de ciudades españolas contra el pacto de gobierno de derecha que se suscribió la semana pasada en Andalucía y que cuenta con el apoyo de la extrema derecha de Vox.

La movilización de la jornada de hoy tendrá el foco puesto en Andalucía para rechazar «vergonzoso pacto de gobierno» al que han llegado Partido Popular (PP), Ciudadanos (Cs) y Vox, con la derogación de las leyes contra la violencia de género sobre la mesa de negociación. La primera gran convocatoria tuvo lugar esta mañana, cuando tuvo lugar el nombramiento como presidente andalúz del conservador Juan Manuel Moreno (PP).

Según la policía, unas 3.000 personas se congregaron para gritar «fuera machistas del Parlamento» y para reivindicar que los derechos de las mujeres «no se negocian». «No permitiremos ni un paso atrás en los derechos y libertades de todas las mujeres, vengan de donde vengan», reza el comunicado difundido por el conjunto de las organizaciones .

En total, se convocaron más de 108 movilizaciones. También el movimiento #MeToo en la Eurocámara, que nació hace meses a través de un blog para denunciar los casos de acoso a las mujeres en la institución, se sumará con una acción fuera del hemiciclo. «Es hora de dejar claro que nuestros derechos son intocables y que no hay ningún acuerdo posible con los que defienden a los autores de la violencia contra las mujeres y contra la igualdad en la UE», señalan en su comunicado.

Las representantes de las asociaciones convocantes que el jueves pasado presentaron un manifiesto en contra de los pactos con Vox ya anunciaron que el movimiento feminista estatal va a la movilización en apoyo al andaluz. Las andaluzas marcarán su propio calendario, el cual “apoyamos todas las organizaciones feministas del estado”, dijo ese día en Madrid la presidenta de la Federación Estatal de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro.

Durante las semanas de negociación para llegar a un acuerdo que permita la llegada de la derecha al gobierno andalúz, encabezado por más de 40 años por el Partido Socialista (PSOE), Vox exigió al PP y Cs eliminar, «entre otros», el punto de su acuerdo en el que se comprometen a implementar «con dotación presupuestaria suficiente» todas las medidas incluidas en la ley de prevención y protección integral contra la violencia de género. Si no se cumplía ese punto, no había acuerdo y la derecha no tenía votos suficientes para investir Moreno.

La discusión fue mutando en torno a la lucha de las mujeres contra la violencia de género. Los ultra manipularon las cifras sobre violencia de género en España y aseguraron que la mayoría de las denuncias de las mujeres son falsas. Además, recuperaron el viejo y superado concepto de «violencia doméstica» y «violencia intrafamiliar» para referirse a la violencia que las mujeres sufren por parte de sus parejas o ex parejas

El PP no tardó en comprarle el discurso a la extrema derecha para avanzar en las negociaciones que este martes condujeron a Moreno al frente del ejecutivo de Andalucía. Pablo Casado, líder del PP en España, habló de «las otras víctimas de la violencia familiar» y defendió que las ayudas públicas en esta materia no sirvan para «financiar chiringuitos» afines a determinadas fuerzas políticas.

El acuerdo entre populares y ultraderecha se cerró el pasado miércoles y, finalmente, e incluye el ideario, las consignas y la agenda política de la extrema derecha, aunque algunas de las propuestas de Vox fueron matizadas y pulidas, como la de revisar el financiamiento para la ley de prevención y protección integral contra la violencia de género. Finalmente, se ambas fuerzas cerraron acuerdos en contra de la inmigración, como un problema de seguridad, con especial alusión al «fundamentalismo islámico»; la promoción de la escuela católica bajo el modelo del copago; la educación segregada por sexos, y el derecho de los padres a vetar enseñanzas a sus hijos que cuestionen sus convicciones; la defensa de la familia como eje de la sociedad; el cuestionamiento del aborto; el rechazo a la Memoria Histórica o la exaltación de las tradiciones, como la Semana Santa, los toros o la caza.