Senado publica nuevo protocolo de acoso sexual que sanciona las acciones «no consentidas por quien los recibe»

Desde hace pocas semanas, el Senado cuenta con un nuevo Protocolo de Procedimiento para la prevención, investigación y sanción del acoso sexual, que se ampliará a funcionarios con cualquier tipo de contrato, al personal externo e incluso a lo visitantes del Congreso. 

Según consigna La Tercera PM, el documento fue recibido el 12 de diciembre pasado por el secretario general del Senado, Mario Labbé, luego de una solicitud de revisión del sistema de denuncias de acoso que hizo en mayo el presidente del Senado, Carlos Montes.

“La normativa se aplicará a todos los funcionarios, trabajadores y personas que presten servicios a la Corporación, cualquiera sea su calidad jurídica o forma de contratación. El mismo procedimiento se aplicará cuando la persona denunciante sea una visita o usuario de servicios del Senado, o sea prestador de servicios a la Corporación de manera directa o a través de empresas contratistas”, explica el texto.

En él se explica que se sancionará a quienes realicen comportamientos de connotación sexual que tengan lugar tanto en las dependencias de la Corporación como fuera de ellas. En tanto, se entenderá como como acoso sexual «toda acción realizada en forma indebida, por cualquier medio, que consista en requerimientos, manifestaciones o insinuaciones de carácter sexual, no consentidos por quien los recibe y que amenacen o perjudiquen su situación laboral o sus oportunidades en el empleo”.

En el protocolo además se detalla que si el denunciado es un parlamentario, la investigación estará a cargo del secretario de la Comisión de Ética, quien una vez finalizadas las indagatorias, deberá remitir los antecedentes a dicha comisión para que ella tome una resolución, respetando los deberes y las medidas cautelares correspondientes.

Entre los ejemplos de conductas impropias mencionadas se encuentran las amenazas de represalias por no acceder a requerimientos de connotación sexual; forzar la participación en conversaciones de contenido sexual; requerir información sobre actividades de índole sexual y exhibición de pornografía. 

También menciona las presiones explícitas para tener contactos íntimos, acercamientos o contactos físicos innecesarios y deliberados de connotación sexual, presiones para aceptar obsequios o invitaciones reiteradas a salir, llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes, cartas o cualquier otra comunicación con explícitas connotaciones sexuales y gestos, ruidos o comentarios lascivos.