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Opinión

Pisamos el palito

Por: Gabriela Bade Mejías | Publicado: 25.01.2019
Pisamos el palito piñera | / Agencia Uno
Pisamos mansamente el palito. Ya lo hicieron con Aula Segura y ahora vamos por Admisión Justa. Reconozcamos que tienen talento para crear slogans que no son sometidos a amplias asambleas y ni tienen que soportar el escrutinio de todos los teóricos del mundo. Son palabras que “le hacen sentido” a la ciudadanía, como dijo la ministra Cecilia Pérez. Y yo agrego: que duran lo que tienen que durar para salir de las arenas movedizas de la opinión pública.  

En la semana en que las cosas se habían puesto más difíciles para el gobierno, cuando las críticas asediaban de manera asfixiante al ministro del interior, Andrés Chadwick, cae del cielo comunicacional el proyecto Admisión Justa. Les reconozco un punto de inmediato: es una estrategia inteligente. Nos hicieron pisar el palito enfrascándonos en una discusión que ya llenó portadas, movilizó a algunos apoderados y sostenedores y logró instalar una serie de prejuicios en torno a la Ley de Inclusión Escolar hace cuatro años. Y, por qué no decirlo, fue un tema relevante en la decisión del voto en la última elección presidencial.

Aunque vimos numerosas notas periodísticas que mostraban largas filas de personas soportando la noche y el frío fuera de algunos colegios esperando un número o con cara de tragedia por la “tómbola” por una ley que todavía no se implementaba, todos los mitos fueron cayendo. Pero henos aquí reunidos discutiendo de nuevo de lo mismo. ¿Por qué? ¿A quién le urgía cambiar el foco del debate de la opinión pública hace 15 días?

Pisamos mansamente el palito. Ya lo hicieron con Aula Segura y ahora vamos por Admisión Justa. Reconozcamos que tienen talento para crear slogans que no son sometidos a amplias asambleas y ni tienen que soportar el escrutinio de todos los teóricos del mundo. Son palabras que “le hacen sentido” a la ciudadanía, como dijo la ministra Cecilia Pérez. Y yo agrego: que duran lo que tienen que durar para salir de las arenas movedizas de la opinión pública.  

¿Por qué en vez de enfrascarnos en estas discusiones de plazo corto y menos ganancia que un depósito a plazo no exigimos algo un poco más denso? ¿De verdad queremos que Chile crezca y alcance altos estándares en su educación? Pongamos manos a la obra y les tengo una noticia: gran parte del trabajo de base, las leyes, ya están hechas. Ahora es clave implementarlas con excelencia republicana.

Ya tenemos una Nueva Carrera Docente, lo que viene ahora es trabajar arduamente por tener pronto una y más generaciones de profesores que cambien las aulas de Chile gracias a los nuevos y más exigentes estándares de calidad para quienes eligen esta profesión. Trabajemos intensamente por implementar la Nueva Educación Pública y que niños y niñas de todo el país accedan a la más alta calidad sin importar dónde nacieron. Concentrémonos en dar oportunidades reales y de largo plazo a las y los estudiantes que son talentosos, pero que no lo saben aún con programas que se hagan cargo de la enorme desigualdad de base, como es el PACE. Miremos los próximos 20 años y pensemos en el país que queremos con objetivos realmente transformadores.

Ya pasó prácticamente un año de gobierno y preguntémonos cuáles son los avances reales en educación. Aula Segura y Admisión Justa son proyectos que apuntan a satisfacer al electorado del Presidente Piñera. No por nada Cadem es como el faro que ilumina estas decisiones de “sentido común”. Son buenas estrategias comunicacionales, lo concedo. La pregunta que debemos hacernos es si seguiremos dejando que nos lleven a su cancha, o construiremos una propuesta capaz de hablarle a las personas de ese Chile que queremos. Más ecuánime, más justo, mejor educado y que puede darle tranquilidad de largo plazo a sus habitantes por la vía de decirles, no están obligados a ser unos llaneros solitarios, tienen/tenemos derecho a un Estado que se preocupe de nosotros como la comunidad que somos.

Gabriela Bade Mejías