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El ex frentista, quien participó de la recordada fuga de la Cárcel de Alta Seguridad en 1996, está en territorio chileno como hombre libre. En sus primeras declaraciones a la prensa, Ortiz agradeció el apoyo de quienes fueron a recibirlo y señaló que «soy parte de una generación pero también soy parte de la resistencia de este país, y reivindico de que el FPMR es, fue, y será mi organización».
Cerca de las 11 de la mañana de este viernes, aterrizó en Chile el avión que trajo de vuelta al ex frentista Patricio Ortiz Montenegro, después de 23 años. El ex integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) regresa a su país después de formar parte del grupo que protagonizó la recordada fuga de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) en 1996.
Durante más de dos décadas, Ortiz vivió en Suiza, donde recibió asilo político. Esta vez, en su retorno, se encontró con el recibimiento masivo de diversas agrupaciones políticas que llegaron a darle la bienvenida, aunque también se hicieron presentes algunos detractores y hasta el diputado UDI Javier Macaya.
Sorprendido y emocionado, el ex frentista declaró que «vuelvo después de 23 años a reencontrarme con todos mis compañeros y vuelvo a ejercer al derecho de reencontrarme con mi gente (…) Agradezco que tengan la actitud de recibirme (…) esta fuerza atávica no hay que dejarla de lado”.
“Soy parte de una generación pero también soy parte de la resistencia de este país, y reivindico de que el FPMR es, fue, y será mi organización, y la de los que están dispuestos a seguir luchando contra este sistema de aniquilamiento de varios sectores de nuestra sociedad”, añadió.
Ortiz estará en Chile durante tres semanas, luego de que la justicia militar dejara sin efecto las órdenes de detención en su contra y que se anulara su orden de arraigo. El ex frentista es un hombre libre, luego que prescribiera su condena por el delito de «maltrato a carabinero de servicio causando su muerte».
En 1996, mientras cumplía su sentencia de 10 años de prisión, Ortiz se fugó de la Cárcel de Alta Seguridad junto a Mauricio Hernández Norambuena, a Pablo Muñoz Hoffman y a Ricardo Palma Salamanca, con quienes planificaron el operativo. En medio de ráfagas, un helicóptero dejó caer una cuerda que facilitó el escape de los frentistas ante la mirada atónita de todo el país. El plan, denominado por los medios como «la fuga del siglo», tomó apenas 58 segundos en ejecutarse.
