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Opinión

Violencia contra los niños

Por: Camila De la Maza | Publicado: 01.02.2019
Violencia contra los niños Trabajadores del Sename de Tiltil interponen recurso de protección |
Nuestro país no está exento de la violencia que azota América Latina y el mundo. El 75% del ingreso a los programas de protección de Corporación Opción, perteneciente a la red SENAME, son por causa de la violencia, como maltrato físico o abuso sexual. Y en el área de justicia juvenil, donde atendemos jóvenes que han infringido leyes penales, es habitual que los adolescentes refieran estar amenazados de muerte o que su población se encuentra asediada por la violencia del narcotráfico, dando cuenta de un profundo abandono de las instituciones públicas que poco logran controlar en ese sentido.

Según cifras levantadas por UNICEF, a lo largo de la infancia, uno de cada cuatro niños y niñas sufre maltratos físicos, mientras que casi una de cada cinco niñas y uno de cada trece niños sufre abusos sexuales. El homicidio es una de las cinco principales causas de defunción entre los adolescentes. Es importante tener en cuenta, por ejemplo, que América Latina alberga al 8% de la población mundial y concentra el 40% de los homicidios del mundo. Nuestra región es extremadamente insegura para los niños, niñas y adolescentes. Al día, en promedio, mueren 67 adolescentes a causa del crimen organizado, la violencia entre pandillas y delitos.

La Organización Mundial de la Salud le ha dado a la violencia contra los niños y niñas un enfoque epidemiológico, y ha impulsado en conjunto con otras agencias internacionales una serie de acciones que tienen por objeto erradicar la violencia hacia ellos.

Nuestro país no está exento de la violencia que azota América Latina y el mundo. El 75% del ingreso a los programas de protección de Corporación Opción, perteneciente a la red SENAME, son por causa de la violencia, como maltrato físico o abuso sexual. Y en el área de justicia juvenil, donde atendemos jóvenes que han infringido leyes penales, es habitual que los adolescentes refieran estar amenazados de muerte o que su población se encuentra asediada por la violencia del narcotráfico, dando cuenta de un profundo abandono de las instituciones públicas que poco logran controlar en ese sentido.

Un reciente estudio sobre polivictimización, realizado por investigadores de la Universidad Católica, da cuenta de que los indicadores de polivictimización anual y vida son predictores de sintomatología depresiva y autoestima. Es decir, se identifican posibles daños asociados a estas dos variables en base a la prevalencia de polivictimización.

Con todo, y a pesar de lo contundente de las cifras, carecemos de políticas públicas preventivas que puedan abordar el fenómeno de la violencia en su multicausalidad e integralidad. La lógica del “caso único”, es decir, el abordaje de las problemáticas de infancia desde una mirada individual, carente de un tratamiento comunitario y familiar, y obviando las condiciones estructurales de desigualdad y exclusión que rodean a los niños y niñas, ha impedido hasta ahora la instauración de medidas realmente preventivas que permitan detener la violencia hacia ellos.

El abordaje de esta problemática requiere de acciones rápidas y efectivas, que tengan una visión y un enfoque holístico. Para ello, avanzar en una norma marco como es la Ley de Protección Integral de la Niñez, que establezca garantías explícitas –a lo menos– en materia de educación, salud y acceso a la justicia, es vital para comenzar a tomarnos en serio que los niños son primero.

Camila De la Maza