Avisos Legales
Opinión

Chile le debe la descentralización a Chile

Por: Pedro Hepp Castillo | Publicado: 09.02.2019
Chile le debe la descentralización a Chile intendencia |
Otro de las principales aprehensiones de quienes proponen aplazar las elecciones, está relacionado a la pérdida de control desde el estado unitario-centralizado que pasaría a ser unitario-descentralizado con una lógica de dos autoridades: un delegado presidencial que cumple con funciones del gobierno del interior (tal como un gobernador provincial) y un Gobernador Regional que sería la primera autoridad regional, que deberá presentar un modelo de desarrollo regional (donde aún falta definir atribuciones). Esto pone en riesgo el modelo de distribución de poder que tienen algunos partidos de inclinación centralista.

Quienes tenemos un anhelo descentralizador, celebramos la aprobación de la elección de los gobernadores regionales, sin embargo vivimos este período en un estado de “alerta continua”. No es para menos, ya que la historia de promesas incumplidas por distintos gobiernos en torno a la agenda descentralizadora es de larga data.

Es por esto que no sorprende que algunos dirigentes políticos aprovecharan la oportunidad frente a la preocupación emitida por el Consejo para la Modernización del Estado (que menciona la fricción que podría generar en las regiones los vacíos legales que existen hoy tal como está el proceso) para manifestar su preferencia por retrasar estas elecciones hasta el 2021, donde se esboza entre líneas una clara incapacidad para encontrar candidatos fuertes para los cupos regionales.

Una de las principales preocupaciones de los que se inclinan por aplazar, es que existe un “desacople temporal” de la elección de Gobernador Regional. Sin embargo el calendario electoral aprobado es claro en el enfoque descentralizador de diferenciar la elección de carácter nacional, de Presidente de la República, Senadores y Diputados (temporalmente además de Consejeros Regionales); y una elección de carácter territorial, de alcaldes, concejales y gobernadores regionales (a futuro también de Consejeros Regionales). El acople del nivel local y regional de este proceso eleccionario permite que tanto las comunidades locales como regionales puedan enfocar su atención de forma coordinada y pertinente en los territorios.

Otro de las principales aprehensiones de quienes proponen aplazar las elecciones, está relacionado a la pérdida de control desde el estado unitario-centralizado que pasaría a ser unitario-descentralizado con una lógica de dos autoridades: un delegado presidencial que cumple con funciones del gobierno del interior (tal como un gobernador provincial) y un Gobernador Regional que sería la primera autoridad regional, que deberá presentar un modelo de desarrollo regional (donde aún falta definir atribuciones). Esto pone en riesgo el modelo de distribución de poder que tienen algunos partidos de inclinación centralista.

Es importante reconocer que quedan asuntos por definir, como la ley de rentas regionales, transferencia de competencias o solución controversias,  por lo que algunos creerían que es razonable postergar las elecciones, sin embargo creer que la elección de gobernadores es un capricho que los regionalistas quieren sacar a toda costa, es quitarle el peso al anhelo de los más de 10 millones de habitantes que se merecen que tanto sus problemáticas  como sus recursos sean abordados desde una perspectiva local y no a la distancia. Hacemos un llamado a los legisladores a no postergar el avance del proceso, y más bien abordar con prontitud la discusión en cómo perfeccionar las distintas aristas del cambio que vendrá y desencadenará una serie de beneficios para el desarrollo de todo Chile.

Pedro Hepp Castillo