«The Anderson Report»: La investigación que acusa a 395 sacerdotes estadounidenses de cometer abusos sexuales

Tanto sacerdotes como personal eclesiástico de Illinois, Estados Unidos, fueron acusados de pederastía según un informe publicado ayer miércoles por los abogados representantes de las víctimas que están buscando que la identidad e información encubierta por los obispos sea publicada.

Según informó en conferencia de prensa el abogado Mark Pearlman, es la primera vez que se compila una lista tan completa con 185 páginas de antecedentes e historias de trabajo de los casi 400 acusados.

Este informe fue trabajado gracias a la investigación preliminar que realizó la ex fiscal de Illinois, Lisa Madigan en 2018 quien en la primera instancia trabajó con datos preliminares obtenidos de una investigación en donde se analizaron  690 denuncias calificadas como «creíbles».

Los casos analizados corresponden a la arquidiócesis de Chicago (115 casos) y a las diócesis de las ciudades de Belleville (22 casos), Joliet (43 casos) , Peoria (29 casos) , Rockfort (22 casos) y Springfield (23 casos), todas ciudades pertenecientes al estado de Illinois. 

La investigación comprobó que el problema de abuso sexual a niños y niñas cometidos por los sacerdotes era «mucho más extenso» que lo reportado por las diócesis de Illinois, que «desestimaron y no investigaron denuncias de sobrevivientes», señaló Pearlman.

«Los datos revelan la horrorosa escala de los sacerdotes que asaltan sexualmente a menores hasta el día de hoy», dice el informe, denominado The Anderson Report.

Otro de los datos que arrojó la investigación, es que algunos de los sacerdotes abusadores fueron transferidos intencionalmente y retenidos en puestos de confianza con acceso directo a niños y niñas, incluso después de que la iglesia tuviera conocimiento de que cometían abusos sexuales. 

El informe estima que podría haber cientos más de supuestos depredadores sexuales dentro de las diócesis y órdenes religiosas de Illinois, cuyas identidades nunca fueron reveladas públicamente, por lo que «continúa la lucha por información y nombres» de esas personas.

«Los datos revelan el horroroso número de sacerdotes que asaltan sexualmente a menores (…) ilustran los patrones y las prácticas de los funcionarios diocesanos y religiosos, incluyendo la organización de un encubrimiento institucional de enorme magnitud», recoge el texto.

Al respecto, la arquidiócesis de Chicago reclama que el informe tilda de perpetradores a personas que han sido acusadas pero que pueden ser inocentes y que los sitúa junto a los sacerdotes que tienen las denuncias confirmadas. Por otro lado, insisten que muchos de los nombres que aparecen en la lista corresponden a sacerdotes pertenecientes a órdenes religiosas, las que aseguran que se regulan de manera independiente a la iglesia católica, siendo cada entidad responsable de sus funcionamientos y mandos.

En la lista divulgada ayer miércoles se identificaron a 22 sacerdotes que figuraban en la página web de la arquidiócesis, de los cuales 20 fueron denunciados en su momento a las autoridades civiles. Uno de los dos casos restantes fue conocido recientemente y el otro caso es un abuso contra una persona mayor de edad.

John O’Malley, asesor especial de la Arquidiócesis de Chicago sobre problemas de conducta indebida, dijo este miércoles a medios locales que la iglesia ha informado de todas las denuncias a la policía desde 1992, cuando el entonces cardenal Joseph Bernardin dirigió una comisión sobre el escándalo de abusos.

Según el asesor, la arquidiócesis ha publicado las denuncias registradas y la descripción de los casos desde el 2006 en su sitio en Internet.

El sucesor de la fiscal general Madigan, Kwame Raoul, declaró antes de asumir el cargo en enero que seguía comprometido a continuar con la investigación, pero su oficina no ha publicado más información sobre denuncias.