Derecha sin complejos para discriminar

La delincuencia es una de las preocupaciones principales de la gente y debiese ser prioridad de cualquier gobierno. Y de todos los caminos señalados por la experiencia y la ciencia penal, el gobierno de Piñera decidió optar por el menos efectivo y el más dañino proponer el Control de Identidad a menores desde los 14 años.

Es profundamente ineficaz insistir que mediante los controles de identidad a menores podamos combatir la delincuencia. Primero, porque este tipo de prácticas reproducen el clasismo y la xenofobia presentes en la sociedad, porque quienes son controlados siempre son los pobres, de rasgos indígenas, morenos y nunca quienes tienen tez clara o rasgos caucásicos.

Segundo, el actual control de identidad ya entrega herramientas suficientes a las policías y no es necesario otro, sería un error  dar más facultades a Carabineros entendiendo que actualmente ha sido  cuestionado por  sus prácticas debido al uso desmedido de la fuerza en manifestaciones sociales  y además, por el  millonario fraude de la institución que ya asciende a un monto de 30 mil millones de pesos.

Pero sobre todas las cosas, el proyecto de este gobierno es muy dañino, porque busca que los controles puedan realizarse a menores de edad, tocando así la fibra más delicada de nuestra sociedad y poniendo en riesgo el futuro de un país que se debe construir en base a la fraternidad y la convivencia, no con el miedo y la violencia.

Desde Comunes queremos ser claros, el control de identidad a menores de edad no permite avanzar ni un centímetro en la lucha contra la delincuencia y en su lugar nos hace retroceder un par de siglos como sociedad y como seres humanos.

¿Tendrá claro el presidente que existen otros caminos para hacer cambios más profundos y de largo alcance?  como por ejemplo los programas de reinserción de menores o de educación.

Por eso, como miembros del Frente Amplio rechazamos esta propuesta del  Gobierno de Sebastián Piñera porque todo indica que se aplicará de forma arbitraria en los sectores más vulnerables, profundizando la discriminación y la represión. La delincuencia en Chile está directamente vinculada a la brutal desigualdad de nuestro país.

Llamamos al Gobierno a ponerse del lado de la gente y las familias y a no dejar que las encuestas semanales les marquen el rumbo, porque en Chile la ciudadanía demanda con fuerza otro tipo de políticas que mejoren la calidad de vida de los chilenos sin distinciones.