Escritoras unidas jamás serán vencidas

Algunas  ya habían marchado juntas el 8 de marzo pasado con la consigna: “Cuestiona tu canon”. Pero es ahora que comienzan a organizarse. El 13 de abril pasado la librería Catalonia albergó un histórico encuentro de 54 mujeres de distintas edades e intereses en el mundo del libro (escritoras, editoras, ilustradoras, diseñadoras), autoconvocadas para formar un colectivo feminista que visibilice y celebre la producción literaria de mujeres, y así contrarrestar la desigualdad en el mundo del libro. “Esta reunión ha sido de mucha importancia, contó con escritoras y críticas feministas, como, Raquel Olea, Soledad Fariña, Eliana Ortega, Pía Barros.  Somos las memóricas en la reflexión del Primer Congreso Literario, Mujer y Contracultura del año 1987. Se abordó la idea de autoconvocarse desde nuestras especificidades, como mesas, reflexiones y lecturas de las autoras. Ahora es prematuro pensar una estructura fija sino fluida, hay mucho que andar todavía”, dice la escritora Carmen Berenguer, una de las voceras del grupo.  

La primera actividad, de una serie que anuncian, fue la lectura masiva A viva voz realizada en el GAM en el marco del día del libro. Durante tres horas destacadas autoras leyeron fragmentos de sus obras y de autoras que ya no están.

Las autoras autoconvocadas son por ahora Lila Calderon, Gisela Fischman, Daniela Roitstein, Claudia Apablaza, María Paz Rodríguez, Carla Guelfenbein, Paula Ilabaca, Larissa Contreras, Soledad Fariña, Raquel Olea, Beatriz García Huidobro, Macarena Cortés, Cristina Bravo, Mariela Malhue, Catalina Infante, Angela Neira, Viviana Avila, June García, Lola Larra, Bernardita Olmedo, Javiera Tapia Flores, María José Viera Gallo, Cristina Larco, Juany Rojas, Bernardita Bravo, Mónica Barrientos, Cherie Zalaquett, Mónica Drouilly, Carolina Brown, Alejandra Costamagna, Montserrat Martorell, Pía González Suau, Valeria Vargas, Constanza Ternecier, María José Galleguillos, Tamara Bastías, Carla Morales, Amanda Teillery, Sandra Baquedano,  Andrea Arrivillaga, Mary Rogers, Lyuba Yez, Paola Santelices, Camila Fadda, Jessica Atal, Carmen Berenguer, Carmen Troncoso, María Elena Blanco, Eliana Ortega, Margarita Bustos Castillo, Lucía de la Maza, Pía Barros, Nona Fernández, Andrea Jeftanovic.

El colectivo está abierto a seguir sumando integrantes más allá de cualquier límite de edad, géneros literarios, preferencias sexuales y literarias. “Es común que las escritoras en la institución literaria viven un patriarcado fuera de época.  Sabemos cómo se comporta la academia a la hora de leer un texto de mujer, encuentran que está fuera de su canon. Hablan de la tradición literaria como si no hubiera ocurrido una Gabriela Mistral, que irrumpió el espacio literario chileno, con un corte de estilo y un lenguaje propio. No sé si habrán leído a Winétt de Rokha. Piensan que en la narrativa no existió Marta Brunett, Bombal. Se apela a una necesidad lineal de lectura y no estoy nombrando a escritoras como Marosa di Giorgio, Clarice Lispector, Feria de Lima, Diana Bellesi, Ida Vitale. La mujer escritora no es leída en Chile”, concluye la poeta Berenguer. Es lo que este movimiento de mujeres intenta revertir.