La rueda roja: El día en que Lady Talisa bailó cueca en Echaurren 44

El sonido del pandero, la guitarra y el canto hacían retumbar las murallas de Echaurren 44, el local que cada martes recibe a numerosos cuequeros y cuequeras de la capital que cultivan la histórica tradición del canto a la rueda. Allí me encontraba yo con Milo, un amigo de Suiza al cual quería mostrarle algo auténticamente chileno. Ambos observábamos cómo la gente cantaba y bailaba hasta que llegó otro amigo, llamado Nacho, que nos comentó que había una persona que era igual a una actriz de la serie de HBO, Game of Thrones.

Tan solo hace dos días se había estrenado el primer capítulo de la última temporada de la serie más popular de los últimos años, y a pesar de que todo era cueca, siempre había espacio para comentar qué iba a pasar con el destino de Westeros y quién finalmente se iba a quedar con el Trono de Hierro. Es por esto que comenzar a ver similitudes de la serie con la realidad no era algo descabellado.

En ese contexto llegó a la rueda una mujer alta y morena con un sombrero de vaquero. “Mira, ella es igual a Lady Talisa”, me comentó Nacho. Mi amigo hacía referencia a un personaje de GOT que murió en circunstancias trágicas en “La Boda Roja”, capítulo donde es asesinada gran parte de la familia Stark.

Yo le encontré razón a Nacho, sin embargo, me negaba a creer que ella fuera realmente la actriz que interpretaba a Talisa, eran demasiadas coincidencias. Tras esto, Milo me dice que quiere fumarse un cigarro y yo lo acompañé a un patio interior que tenía el local. Ahí estuvimos alrededor de 15 minutos hasta que llega de nuevo Nacho, pero ahora con un semblante emocionado. “Hueón, es ella, es Lady Talisa”, me comentó. Yo aún en la incredulidad volví a entrar al local y la vi nuevamente. Ésta vez, la presunta intérprete del personaje de GOT tenía un pañuelo en la mano y estaba aprendiendo a bailar cueca. Ahí llega otra amiga llamada Cecilia y me dice, “ella es, yo sabía, no lo puedo creer, ya nos tomamos hasta una foto con ella”.

Por mi parte, yo encontraba que todo era muy extraño, estaba con un suizo en Santiago, escuchando cueca y en el mismo local estaba una actriz de GOT. Sin embargo, no le di más vueltas al asunto y como buen fan yo también quería ser parte de esta historia. Me armé de valor y fui donde Talisa a preguntarle si me podía tomar una foto con ella. Con un inglés rústico le dije “can i take a photo with you”. Ella me miró y me dijo, “obvio, no hay problema”.

El autor y Oona Chaplin

Después de sacar la foto cruzamos un par de palabras. Me dijo que se llamaba Oona, que era española pero que su papá era chileno y que su abuela era mapuche. También me comentó que le gustaba mucho la cultura chilena y que había venido a la rueda de cueca con un amigo que le había prometido que nadie la iba a reconocer. Tras esto, me volví a juntar con mi amigo suizo y traté de contarle en un alemán rústico todo lo que estaba pasando. Él me entendió a medias pero aún así lo encontró entretenido.

Ya era la 1 de la mañana y la gente que atendía el local nos invitó a abandonar el recinto. De esta manera, procedimos a evacuar el lugar. Pero como no hay primera sin segunda la rueda continuó. Esta vez en el bandejón de la Alameda. Hasta allá nos dirigimos con un contigente de alrededor de 30 personas en el que también se encontraba Oona. En el camino Milo me preguntó si no era peligroso ir a carretear allá y yo le dije que nunca pasaba nada.

La gente aún seguía sorprendida por la presencia de la actriz y muchos me comentaron detalles de su vida. Que era nieta del mismísimo Charles Chaplin, bisnieta del dramaturgo Eugene O’Neill y que también era parte del elenco de las nuevas películas de Avatar. A pesar de que después perdí de vista a Oona, la larga noche aún tenía algo más que contarnos.

En el bandejón había gente vendiendo cervezas por lo cual seguimos bebiendo y conversando. Yo me acerqué a la rueda para escuchar y compartir un rato más. Una joven me invitó a bailar y me hizo un tutorial de cueca en 5 minutos, con lo cual se confirma la regla de que todos los días se aprende algo nuevo. Tras esto, me volví a acercar a Nacho, quien se encontraba un poco retirado del grupo de los cantores. De un momento a otro la energía del lugar cambió. La gente se comenzó a mover de un lado para otro. “Ayuda, parece que apuñalaron a alguien”, escuché a a lo lejos. El lugar no estaba del todo iluminado y de repente apareció una figura encorvada que se estaba agarrando la espalda. “Aquí me la puso el hueón”, se quejaba un joven mientras se levantaba el polerón para mostrarle a sus amigos una inmensa mancha de sangre en su polera blanca.

Esto fue la señal que me demostró que la muerte andaba cerca. Nadie atinó a hacer mucho, sus amigos lo llevaron hasta la vereda y comenzaron a parar taxis para llevarlo a algún lugar donde lo atendieran. A lo lejos vi como se subía a un vehículo. Hasta ahora no sé nada de él.

Después con Cecilia y Milo tomamos un Beat para volver a la casa. Dentro del auto con Ceci hicimos una recapitulación de los extraños sucesos que habían ocurrido durante la noche. Una actriz de GOT, cueca y sangre. Esa trinidad había configurado un nuevo acontecimiento en nuestras vidas, habíamos sido parte de la Rueda Roja.