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Aulas sin Historia: Ciudadanos modelos para el modelo

Por: Cristofer Rodríguez Quiroz | Publicado: 26.05.2019
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Es una modernización aparente, en el mismo sentido de las reformas de flexibilidad laboral o reformas a las Isapres y AFP del gobierno, que en ningún caso modifica el espíritu del modelo. Flexibilizamos el curriculum, pero mantenemos el Simce; incluimos filosofía, pero erigimos aula segura y admisión justa; ampliamos la “oferta” escolar, pero coartamos otras formas de pensamiento, como la gastronómica, por dar sólo un ejemplo. Noruega, sin ser Noruega.

Explicaré un poco la reforma curricular para el año 2020, específicamente en lo que respecta a la asignatura de Historia. Básicamente, la reforma responde a la necesidad de modernizar el curriculum nacional en relación a las necesidades de la sociedad actual. Para esto, se mantendrán sólo seis asignaturas obligatorias de 1° a 4° medio, independiente de si son establecimientos humanistas/científicos o técnicos (lenguaje, matemática, formación ciudadana, filosofía, ciencias e inglés). En el resto de las horas, el colegio tendrá la obligación de ofrecer diversos cursos para los estudiantes, entre los cuales se encuentran educación física, artes e Historia. Porque sí, educación física, artes e Historia ya no serán parte del plan común en 3° y 4° medio.

Veamos los problemas, particularmente en lo que respecta a Historia.

1.- Más allá de las discusiones teóricas que puedan tener historiadores de diversas escuelas en torno al “valor” de los conceptos, lo determinante de las estructuras y el peso de la agencia de transformación de los sujetos en el devenir histórico, hay premisas que parecen ser un hecho consensuado y una de ellas es que los conceptos tienen historicidad. Hoy vivimos la era de la ciudadanía, pero ¿Quién dice que la ciudadanía como concepto es positiva o negativa per se? La ciudadanía es el concepto llamado a reemplazar a otros que han existido antes en nuestro pasado, llámese prójimo, patria, comunidad, sociedad o pueblo. Un concepto que regirá cuatro horas del curriculum, en donde se desarrollarán los contenidos y habilidades propias de aquel porcentaje del Chile postmoderno, pero sin modernidad.

2.- Al ser la ciudadanía un concepto de alta carga histórica ¿Cómo será posible desarrollarlo en un estado integral, profundo y democrático sin el sustrato histórico que le pertenece? Es a través del pensamiento histórico en el cual comprendemos una lógica diferente de abordaje a la sociedad, basada en diversas escalas cronológicas, estructuras, hitos y coyunturas, o escalas geopolíticas. La disciplina de la investigación, valores como la empatía y capacidades como la de imaginar. La Historia es necesaria porque no es una acumulación de fechas y conocimientos. La Historia es necesaria porque es una disciplina que enseña una forma de pensar diferente a la música, la matemática, las artes o lenguaje. Quitar Historia del curriculum es quitar el derecho a los estudiantes de pensar de una manera alternativa el mundo. Formación ciudadana no reemplaza a Historia, no son homólogos. Tienen fundamentos y objetivos diferentes.

3.- En relación a los objetivos estudiados por la Historia, es mediante esta asignatura que podemos desprender las reflexiones democráticas en torno a lo que fuimos, somos y queremos ser como sociedad. En el análisis de documentos u otro tipo de fuentes descubrimos el valor patrimonial de la pertenencia y la reconstrucción de nuestro propio pasado para incorporar en nuestro ADN premisas tan importantes como el todavía urgente “nunca más”. Es a través de la Historia en donde dotamos de flexibilidad conceptual a la política, la economía, la cultura y la sociedad, pues ahí vemos sus transformaciones, continuidades y cambios. En definitiva, quitar Historia del curriculum es atentar a los derechos de los y las estudiantes a reconocer parte fundamental de su propia identidad.

4.- ¿Qué profesional impartirá el ramo de formación ciudadana? El sentido común y el Mineduc nos dice que los y las profesores de Historia, pero ¿Qué ocurrirá cuando la burocracia propia del sistema escolar caiga con toda su violencia? En lo personal pertenezco al grupo de profesores jóvenes de Chile, es decir, soy minoría versus el enorme universo de profesionales que componemos el gremio. Sin embargo, egresé hace 8 años de la universidad y no soy profesor de Formación Ciudadana. Al igual que los y las colegas de psicopedagogía ya no tienen donde trabajar y viven el agobio de la capacitación obligatoria tras de la obsolescencia que produjo el Programa de Integración Escolar (PIE), pronto la mayoría de profesores de Historia, Geografía y Ciencias Sociales (como yo) tendremos que sumar la nueva mención de Formación Ciudadana. Confiemos en que se prepare bien el mercado de las universidades.

5.- El único rincón del curriculum que todavía ofrecía algo de geografía era Historia. Hoy, ya desaparecido ¿Cómo es posible eliminar geografía en un país como Chile? Nuestro futuro económico depende en gran parte de esta materia. Por nuestros recursos naturales ricos en abundancia y diversidad, la cuestión energética en donde si queremos podemos ser potencia regional, la conservación patrimonial natural que es una materia en que estamos en deuda como sociedad y las catástrofes que nos azotan tres veces al año, hacen urgente la enseñanza de un ramo que, paradójicamente, desapareció del mapa.

6.- ¿Cuál es el mayor problema de la sociedad chilena actual? ¿El daño medioambiental? ¿El machismo? ¿Las AFP? Nada de eso y todo eso. El problema es la desigualdad, el diagnóstico tras todas estas demandas. El éxito de la Revolución Pingüina radica justamente en que desnudó aquella verdad: Chile es un país desigual. ¿Es Formación Ciudadana la solución a los problemas que hoy nos aquejan como sociedad? Al ser la ciudadanía un concepto construido y con historicidad propia, este responde a su contexto. Tengo razones fundadas en la historia reciente para dudar de la concepción de ciudadanía emanada por la derecha. Una ciudadanía que, terminando la década, duerme como si fuese la sombra de ese fuego en los Andes que estalló el 2011. ¿Quién dice que los contenidos de la asignatura no dialogarán con materias como emprendimiento? Una ciudadanía modelo para el modelo.

7.- Me parece positiva la inclusión de filosofía, pero ¿Y artes? ¿Y geografía? ¿Y deportes? ¿Y tecnologías de la información? ¿Y música?Es probable que en los colegios de alta vulnerabilidad como en el que trabajo, donde un 80% de los estudiantes escoge deportes como taller co-programático optativo, Historia no sea una opción, pero ¿La PSU seguirá pidiendo Historia?, ¿Será obligatorio deportes para ser evaluado en la PSU? Un modelo como este corre el riesgo de seguir perpetuando la segregación y tecnificación de la educación incluso en la etapa de postulación universitaria. Es una modernización aparente, en el mismo sentido de las reformas de flexibilidad laboral o reformas a las Isapres y AFP del gobierno, que en ningún caso modifica el espíritu del modelo. Flexibilizamos el curriculum, pero mantenemos el Simce; incluimos filosofía, pero erigimos aula segura y admisión justa; ampliamos la “oferta” escolar, pero coartamos otras formas de pensamiento, como la gastronómica, por dar sólo un ejemplo. Noruega, sin ser Noruega.

En tiempos donde la extrema derecha ha vestido sus máscaras más variadas y se impone frente a la letanía de una izquierda autoderrotada, nuevamente la Historia cae como víctima de quienes pretenden perpetuar un modelo fundado en preceptos neoliberales y en extremo darwinistas. Y digo nuevamente, porque basta mirar un poco el pasado próximo de la sociedad contemporánea globalizada para recordar que la reforma educativa de Piñera no debería siquiera sorprendernos. Ejemplos hay cientos, desde la Alemania de entreguerras hasta el Chile dictatorial.

A mis colegas de Historia, del aula y academia ¿Vamos a permitir que nuevamente nos pasen por encima? ¿Vamos a actuar con el mismo letargo que aquella vez que nos quitaron horas en el curriculum? ¿Vamos a seguir desconectados de nuestro presente histórico, viviendo en los textos más que en los espacios de sociabilidad que ayudamos a construir con nuestro arte?

Herodoto lo predijo, «es más fácil embaucar a muchos juntos que a uno solo».

Cristofer Rodríguez Quiroz