La declaración del «Comandante Emilio» ante la justicia mexicana: «Yo fui el secuestrado y víctima de desaparición forzada»

Ayer martes, el ex frentista, Raúl Escobar Poblete, más conocido como «Comandante Emilio» y sindicado como uno de los autores del crimen de Jaime Guzmán, prestó declaración en el juicio en su contra en Guanajuato, México, por el secuestro de una mujer francoestadounidense en San Miguel de Allende.

Según consigna News San Miguel, al comienzo se su declaración Escobar explicó por qué utilizó un nombre falso en tierras mexicanas.

«Buenos días, mi nombre es Raúl Escobar Poblete, soy chileno y un luchador social contra la dictadura en Chile. En mi estancia en México utilicé el nombre de Ramón Guerra Valencia por seguridad, por ser un perseguido social del gobierno de mi país», partió por señalar.

«Ante ustedes (tribunal) digo que nunca hice mal uso del nombre ‘Ramón’. Nunca estuve involucrado en estafas ni en problemas con la justicia. Nadie (en este juicio) ha dicho que tenga malas conductas (el usar otro nombre) no fue para mentir fue para reguardar mi identidad, una que surgió cuando me detuvieron el 30 de mayo del 2017 en San Miguel de Allende», recalcó.

Además de esto, Escobar aseguró que está siendo víctima de un «montaje»

«No voy a venir aquí a decir que soy una ‘paloma blanca’. pero todo lo están basando en una vida que dejé enterrada 30 años atrás y que surgió con mi detención«, aseguró.

Escobar también entregó detalles del día en que fue detenido en San Miguel de Allende.»Un autobús se cruzó, hice el alto total y una patrulla accionó un ruido y me hice a la orilla. Me bajé de la unidad y ahí empezó todo», relató.

«Fueron policías municipales los que me esposaron y me metieron a un cuarto. Me tuvieron ahí horas y llegaron unos hombres vestidos de civil para interrogarme. Nadie me dejaba llamar ni comunicarme con mi esposa o mi abogado», indicó.

En la misma línea, el «Comandante Emilio» afirmó que fue víctima de violencia policial.

«Llegaron como 6 o 7 agentes ministeriales que me pusieron un paño en la cara y me lo quitaron cuando llegamos a la Estación del Ferrocarril. Ahí me golpearon, me pusieron electricidad en la cabeza, me patearon los testículos y me golpeaban con sus armas», sostuvo.

El ex frentista aseguró que la policía buscaba que confesara su culpabilidad en el caso y que de no hacerlo violentarían a su familia.

«Me amenazaban con golpear y violentar a mi familia si no confesaba lo que ellos querían. Ahí les dije que era chileno, que necesitaba la ayuda consular. Los golpes me dejaron daños en los tendones y dos años después tengo aún las marcas de las esposas», contó.

Durante la audiencia Escobar afirmó que estuvo 1 mes incomunicado en una celda en la que tenía la luz encendida las 24 horas. En ella no le permitían ingresar ni vasos ni platos para sus alimentos. Junto con esto no le permitían que viera a su abogado en las audiencias.

Sin embargo, tras presentar una queja ante Derechos Humanos le permitieron conversar con su abogado, tener visitas de sus amigos y el inicio del juicio que se resistieron a empezar.

Escobar también aseguró en el juicio que su debido proceso «estuvo viciado y que su detención estuvo «llena de violaciones».

«Aquí yo fui el secuestrado y víctima de desaparición forzada. Me dejaron en el limbo. Me incomunicaron y segregaron por meses y sin derecho a ir a audiencias… Están jugando con la vida de la gente. Tengo 55 años y ver cómo juegan de esa manera para buscar culpables es absurdo», argumentó.

Para cerrar, el ex frentista señaló que «con mi historia (en Chile) no puedo presentarme como una persona sin mancha, pero en México, Ramón Guerra Valencia nunca hizo el mal».