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Roy Van Der Weide: «En una sociedad donde las personas tienen diferentes oportunidades, se corre el riesgo de perder mucho talento»

Por: core | Publicado: 30.06.2019
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«La movilidad social intergeneracional es básicamente el estudio de la igualdad de oportunidades, es preocuparse de que todas las personas tengan acceso adecuado a protección en salud, educación de calidad, acceso a un mercado del trabajo formal y competitivo», dice el economista senior del equipo de desigualdad y pobreza del Grupo de Investigación y Desarrollo del Banco Mundial.

El economista senior del equipo de desigualdad y pobreza del Grupo de Investigación y Desarrollo del Banco Mundial, Roy Van Der Weide, presentó en Chile los resultados del informe “¿Progreso equitativo? Movilidad económica entre generaciones en todo el mundo”, invitado por el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) y el Centro de Economía y Políticas Sociales (CEAS) de la Universidad Mayor.

En esta entrevista comenta sobre la movilidad social intergeneracional, es decir, el ascenso, mantenimiento o descenso económico entre generaciones, y explica por qué las políticas públicas en salud y educación son las principales bases para disminuir las brechas en igualdad de oportunidades.

-¿Qué entendemos por movilidad intergeneracional?

 –La movilidad social intergeneracional es básicamente el estudio de la igualdad de oportunidades, es preocuparse de que todas las personas tengan acceso adecuado a protección en salud, educación de calidad, acceso a un mercado del trabajo formal y competitivo. Por ejemplo, en Estados Unidos hay una preocupación por la gran brecha en la calidad en la educación. Hay escuelas pobres de baja calidad, también hay escuelas públicas de alta calidad, y el problema es que el acceso a los colegios está muy condicionado por la segregación residencial. Eso quiere decir que los únicos niños que entran a las escuelas públicas del barrio alto, que tienen más recursos, son quienes viven en ese barrio. Y, ¿qué pasa con los que crecen en barrios pobres? Tienen acceso a escuelas públicas con pocos recursos, de baja calidad. De esta manera, tienes niños que se enfrentan a oportunidades muy diferentes. También hay escuelas privadas, que son muy costosas, a las que acceden solo los niños que tienen un origen familiar alto, cuyos padres pueden pagar.

El hecho de que las personas tengamos diferentes oportunidades en la vida es un problema que se está debatiendo en Estados Unidos y también en Europa. De igual forma, existe una brecha en la calidad de la salud. Entonces, hay varios aspectos donde las personas reconocen que hay brechas, donde algunos son los afortunados y tienen accesos a servicios de calidad, y otras personas, menos afortunadas, tienen acceso a una baja calidad del sistema público. Esto no sólo tiene muchas implicancias en salud, sino también en las habilidades que se acumulan en la vida. Hay muchos niños talentosos que, por la mala suerte de nacer en determinados contextos familiares -es decir, vienen un origen socioeconómico bajo, no tienen el acceso a escuelas públicas de alta calidad o un sistema de salud adecuado-, no pueden desarrollarse. De esa forma, no están en una posición que les permita tener un buen desempeño. Si ese problema no se aborda, se corre el riesgo de perder mucho talento tirándolo a la basura, lo que no ayuda a nadie.

-¿Cómo se diferencia la movilidad intergeneracional en países desarrollados y en países en vías de desarrollo?

 –Hablar de diferencias en la movilidad intergeneracional, implica enfocarse en la igualdad de oportunidades para salir adelante. Nuestra evidencia indica que, en promedio, la igualdad de oportunidades es más alta en países desarrollados (de alto ingreso), que en países en vías de desarrollo (de menores ingresos). En países realmente pobres, todo comienza con la baja calidad del sistema de salud. Los niños que crecen en los entornos sociales más bajos ni siquiera tienen acceso a agua potable o a un sistema sanitario.

Un niño nacido en un país pobre, donde hay una baja previsión social, termina por ver afectado su sistema de salud, su desarrollo cognitivo y sus habilidades de aprendizaje; luego entra a un colegio pobre y con en el tiempo, esta persona entra al mercado del trabajo y se encuentra con una brecha de habilidades acumuladas, de alguien que nació en situación de desventaja en relación a alguien que nació en situación de ventaja. Sin embargo, en la medida que los países se vuelven ricos, esto cambia.

En países ricos, donde tienes saneamiento de agua de mejor calidad y mejor cobertura de salud, las brechas en el desarrollo infantil -generadas por el origen social- se acortan. Luego, aunque las brechas en salud sean menores, encuentras que en muchos países todavía hay grandes brechas en la calidad de los colegios, y ese es el siguiente nivel para reducir estas diferencias, hay que asegurarse de que la calidad de las escuelas públicas se incremente. Toda esta implementación para incrementar la calidad de los servicios públicos en educación requiere de una inversión que es muy costosa. Una de las grandes razones por las cuales los países se vuelven ricos es que esas brechas se reducen y empieza a haber más igualdad de oportunidades como resultado de mayor calidad en la inversión de servicios públicos. Pero tienes que tener los recursos públicos necesarios para hacerlo.

 –Entonces, ¿qué se puede hacer desde política pública para generar el cambio?

 –Eso va a depender de cada contexto en específico. Específicamente, lo primero que hay que saber es cómo se producen esas brechas. Cuál es la principal fuente de desigualdad de oportunidades en los distintos contextos. Yo sospecho que en los países más pobres, por ejemplo en África Subsahariana, la brecha más relevante de enfrentar es respecto a la primera etapa, es decir, los resultados en salud. Si ese es el caso, ahí es donde el gobierno debe invertir y asegurarse que los niños crezcan de manera saludable, porque cualquier brecha que emerja en esa etapa de la vida, va a ser muy difícil y costosa de resolver en la vida adulta. Si un niño crece con mala cobertura de salud, y luego quieres asegurarte de que en la vida adulta ese niño pueda desarrollarse y aprenda, va a ser más costoso compensar el hecho de que ese niño creció con mala salud y no pudo desarrollarse de manera adecuada durante la primera infancia. En suma, va a ser muy costoso resolver y compensar las diferencias iniciales en la vida adulta. En un país donde se observan altas brechas en el desarrollo cognitivo infantil temprano, probablemente se tenga que invertir inicialmente en esa primera etapa en el acceso igualitario a cobertura de salud de alta calidad. Primero hay que asegurarse que dichas brechas estén cerradas. Esa debe ser la mejor forma de mitigar las diferencias de aprendizaje.

Ahora, cuando los países son un poco más ricos, donde estas brechas en salud y por lo tanto en desarrollo infantil son más pequeñas, el siguiente paso es reducir las brechas en la calidad de la provisión de educación primaria y secundaria. Entonces, hay que asegurar que los niños cuando van al colegio, sobre todo aquellos que tienen un origen social bajo, tengan un acceso a educación pública de calidad. Lamentablemente, quizás nunca van a poder acceder al mismo nivel de calidad que tienen los colegios privados “top”, pero al menos hay que asegurarse de que todo niño tenga acceso a un nivel decente de educación. Ese es probablemente el segundo nivel que hay que abordar en términos de política pública.

Cuando un país se va volviendo cada vez más rico, debería ir cerrando las brechas en la educación primaria, luego en la secundaria, y después asegurarse de facilitar el acceso a la educación universitaria, a través de becas para los estudiantes con un origen familiar más bajo en términos socioeconómicos. Entonces, a medida que los países se van volviendo más desarrollados, el tipo de política que tiene mayor sentido va cambiando simultáneamente. En suma, cuando eres un país pobre tienes que encargarte del desarrollo temprano de los niños. El siguiente paso es que quieres estar seguro que la brecha de calidad en la educación escolar sea más pequeña. Luego, tener becas para la educación superior, y ahí buscas las becas. Entonces dependerá del contexto, de qué nivel estás en desarrollo del país.

-Con respecto a dichas etapas y la desigualdad de oportunidades en Chile, y en Latinoamérica en general, ¿cómo son los patrones de movilidad social intergeneracional en comparación con otros contextos?

 –El patrón de movilidad social intergeneracional o la igualdad de oportunidades en Chile es bien parecida al resto de América Latina, y los niveles que tiene como región son bastante más bajos que los estándares internacionales, en comparación al resto del mundo. También la desigualdad económica es más alta en Chile y Latinoamérica que en el resto del mundo. El tipo de políticas que describí anteriormente podrían ser implementadas para poder generar una mayor igualdad de oportunidades, y así facilitar y promover la movilidad social. Estas políticas, al final son apropiadas para reducir las desigualdades en una sociedad. Entonces, por eso se ve frecuentemente que los países que son muy desiguales se caracterizan por tener altas desigualdades en oportunidades, y menores niveles de movilidad social intergeneracional. Latinoamérica es una región del mundo donde la desigualdad es muy alta, y la movilidad intergeneracional es baja, cuando se compara con estándares internacionales.

 –En Chile se suele decir que los contactos o el capital social son importantes, y se asocian con posiciones de privilegio. Pensando en eso, ¿cómo crees tú que tener buenos contactos o redes podría asociarse con la movilidad social intergeneracional?

 –Sí, por supuesto, los contactos tienen un rol sobre todo en el mercado del trabajo. En un contexto donde los buenos trabajos son pocos, la gente que tiene buenos contactos o redes pueden acceder a los puestos más deseados. Quizás una persona que tiene los contactos adecuados no sea la más indicada para el trabajo, pero tiene los medios para obtenerlo. En este sentido, un niño que está envuelto en una buena red de contactos podría sacar ventaja en su vida profesional posterior, por ejemplo, si su tío o su padre tiene un buen puesto en una empresa. Chile no es el único país del mundo donde operan de esa manera las redes de contacto. Pero si en un contexto la oferta de buenos trabajos está extendida, el sentimiento de desventaja que pueden generar los contactos puede que sea menor. El problema ocurre especialmente cuando la oferta de trabajos buenos es baja y la gente siente que tener una buena educación no le permite salir adelante.

En un contexto donde el gobierno ha logrado tener un éxito expandiendo la educación de calidad para toda la población infantil, eso significa que un montón de gente joven está lista para entrar al mercado del trabajo. Pero si al mismo tiempo, el mercado del trabajo no puede seguir el ritmo de ese desarrollo, entonces hay un montón de personas educadas que no pueden desarrollar las habilidades aprendidas, porque no existen los suficientes puestos de trabajo en los que poder insertarse. Así, tienes mucha gente buscando buenos trabajos porque tienen las habilidades para ocuparlos, pero la oferta de dichos trabajos es escasa. En ese contexto, los contactos y las redes comienzan a ser muy importantes. Ahí es cuando la movilidad social en términos de educación, es decir, el incremento de la educación de hijos respecto de padres, puede que sea relativamente alta, pero la movilidad en términos de ingresos laborales sea relativamente baja. En el fondo, tienes gente relativamente más educada que sus padres, pero con ingresos relativamente similares. De esa forma, puede que haya habido mejoras en la educación, pero los antecedentes familiares y las conexiones que vienen con ello se convierten en ventajas muy importantes a la hora de conseguir un trabajo y tener un buen ingreso.

-Me gustaría preguntarte más sobre la meritocracia, que claramente está muy relacionada con toda esta discusión sobre la movilidad social. Todo parece indicar que el gran tema es dónde uno nació. En Chile, y me imagino que en Estados Unidos debe ser similar, hay un discurso dominante sobre la meritocracia, donde “si trabajas lo suficiente lo vas a lograr, vas a conseguir un buen trabajo”; y en el otro extremo, frecuentemente se escucha que “la gente es pobre porque es floja”. Entonces, qué piensas sobre esta mentalidad o idea sobre la meritocracia.

 –Es una pregunta muy interesante. Hay un estudio publicado recientemente donde Alberto Alesina, un importante economista de Harvard, es uno de los coautores. El estudio indaga seis países y Estados Unidos es uno de ellos. Es sobre percepciones de movilidad social y utiliza datos de encuesta. Ellos preguntaron cuestiones como ¿cuánta meritocracia piensas que hay en tu país? ¿Crees que hay igualdad de oportunidades? Y otras percepciones sobre los niveles de movilidad social, preferencia por redistribución, etc. Al mismo tiempo, ellos estimaron “objetivamente” los niveles reales de igualdad de oportunidades o la movilidad social intergeneracional de los países. Lo que encontraron, por ejemplo en Estados Unidos, es que hay una enorme diferencia entre lo que la gente percibe sobre los niveles de desigualdad y la movilidad social intergeneracional y los niveles reales de estas métricas. Por un lado, la gente piensa que es un país bastante meritocrático, pero, por otro lado, lo interesante es que este país no se caracteriza por ser muy meritocrático, y los niveles de igualdad de oportunidades son relativamente bajos en comparación con otros países desarrollados o con un producto interno bruto per cápita similar. Entonces, hay una desconexión muy grande entre los niveles reales y lo que la gente piensa sobre estos asuntos.

 –Y, ¿cuán problemático crees que puede llegar a ser esto? Por ejemplo, ¿cómo podría llegar a afectar la desigualdad de oportunidades y la desconexión de la gente con los niveles reales de movilidad social en la cohesión de una sociedad?

-Cuando hay mucha gente joven que tiene la posibilidad de estudiar -lo que es positivo, porque estos países han invertido en el acceso a una mejor educación-, pero al mismo tiempo no hay buenos empleos para toda esa gente, y las redes sociales, los contactos les permite solo a una pequeña porción de la gente alcanzar los pocos buenos empleos disponibles, entonces eso genera tensión social, deja a muchos jóvenes descontentos. En algún momento ellos ven que lo necesario para conseguir trabajo no tiene que ver con las herramientas o el conocimiento sino con tener buenas redes o contactos, y eso produce mucha frustración, resentimiento y rabia. Obviamente, no es difícil de predecir e imaginar que eso va a general tensión social. Algunos académicos lo han relacionado con violencia. Entonces, si no te haces cargo de mitigar la desigualdad de oportunidades, es muy fácil que se generen las bases para la tensión social.

-Para terminar, y sólo para resumir un poco lo que hemos estado hablando y pensar en la relevancia de abordar estos temas, ¿por qué crees tú que es importante estudiar la movilidad intergeneracional?

-Bueno, todos los académicos que trabajamos en esto concordamos con que es importante. Por un lado, estamos preocupados por los niveles de justicia social, dado que, en general, hay muy poca movilidad social intergeneracional. Esto significa que hay mucha desigualdad de oportunidades, lo cual es una fuente potencial de tensión social. Pero también hay argumentos económicos sustantivos, de por qué debiésemos preocuparnos al respecto. Es necesario generar las condiciones para que todos los niveles alcancen su nivel potencial de desarrollo y contribuyan a la economía. Si no inviertes los recursos para que los niños se desarrollen, más allá del origen familiar que tenga, eso va a terminar afectando la economía. Pero para tener una idea cuán alta o baja es la desigualdad de oportunidades, necesitas medirla y comparar. Entonces, estudiarla y discutir la manera más adecuada de hacerlo es clave.

-Y entonces, ¿hasta qué punto podríamos entender el problema de la movilidad social intergeneracional como un problema global?

En general, pienso que los gobiernos tienen que asegurarse de proveer de los empleos formales necesarios para sus ciudadanos y ver de qué manera la gente puede contribuir a la economía. Entonces, todo radica en darle a la gente las oportunidades, los medios para poder desarrollar su potencial.

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