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Bestialidades o el poema como resistencia

Por: Camila Valenzuela León | Publicado: 03.07.2019
Bestialidades o el poema como resistencia sofia |
Bestialidades (2019), poemario escrito por Sofía Brito y publicado recientemente por Escafandra Ediciones, hace eco del planteamiento de Irigaray. «Perdonen por no encontrar palabras precisas» (Brito 9), nos dice la autora al inicio de la obra, auspiciando, con ello, que en este texto no encontraremos el lenguaje falocéntrico que ha permeado la historia del canon literario, los imaginarios que ensalzan al espacio público en desmedro de cualquier referencia a lo privado, o las grandes victorias literario-masculinas cargadas de significados monosemánticos.

En su texto Yo, tú, nosotras (1992) Luce Irigaray se pregunta: «¿Cómo podría yo ser mujer por una parte y por otra escribir? Tal escisión o esquizofrenia entre la que es mujer y la que escribe, solo puede existir para quien permanece en el automatismo verbal, o mimetiza un sentido ya establecido» (51). En efecto, el cuestionamiento de Irigaray da cuenta de dos problemáticas a las que hemos debido enfrentarnos las mujeres escritoras: por un lado, el constante denostar de un quehacer literario ‘femenino’ por parte del campo intelectual androcéntrico, que, en muchos casos, nos obliga a seguir sus patrones discursivos para obtener cierta validación crítica; y, por otro, el poder ejercido por el discurso hegemónico no solo sobre la percepción que se ha tenido sobre la escritura de mujeres, sino, además, sobre el lenguaje en sí mismo. Desde esa perspectiva, quizás es lógico que muchas escritoras imiten a la tradición patriarcal, confiriendo a sus personajes femeninos roles secundarios y acordes a los modelos normados; quizás es lógico, también, que asuman un lenguaje mimetizado, un tono y una estética que las devalúa; y quizás sea lógico que, desde ese “automatismo verbal”,  reproduzcan una serie de estructuras narrativas o poéticas que continúan la herencia de aquellas realizadas previamente por varones, desarrollando y perpetuando los imaginarios propios de la dominación masculina. Con ello, confirman al canon androcéntrico como el centro desde el cual emanan todo ‘el resto’ de las creaciones, mientras, de forma paralela, naturalizan la misma ideología que las somete. Existe, sin embargo, una escritura-otra –ya esbozada por Irigaray–; una literatura de mujeres diferente a la propuesta por los privilegios del lenguaje masculino, que se traduce en sus temáticas, palabras, contenidos y perspectivas de mundo. La diferencia entre ambas, al parecer, está relacionada con el género-sexual de su autor o su autora, pero, además, –y como consecuencia–, con la posición hegemónica o marginal que ocupan en el campo; con la tradición o la ruptura respecto de ese canon; con la linealidad o la escisión, el cuestionamiento o la subversión del texto, y, en fin, con toda una matriz discursiva que es resultado de las relaciones de poder entre unos y otras.

En ese contexto, Bestialidades (2019), poemario escrito por Sofía Brito y publicado recientemente por Escafandra Ediciones, hace eco del planteamiento de Irigaray. «Perdonen por no encontrar palabras precisas» (Brito 9), nos dice la autora al inicio de la obra, auspiciando, con ello, que en este texto no encontraremos el lenguaje falocéntrico que ha permeado la historia del canon literario, los imaginarios que ensalzan al espacio público en desmedro de cualquier referencia a lo privado, o las grandes victorias literario-masculinas cargadas de significados monosemánticos. La autora sabe de esas otras escrituras autómatas que enunciaba Irigaray, ella misma reconoce haber habitado ese espacio: «Yo fui de esas niñas,/ que trató de pertenecer al men’s world./ La que se vistió de rojo/ se cortó el pelo./ La que imitó las voces de los compañeros, y/ levantó más de una bandera» (Brito 17), pero en ese reconocimiento se encuentra el hastío, la guerra, el desorden, la revolución propia: «Por cada lágrima, se me abre/ la pregunta incisiva/ un par de palabras de la historia/ para ver el mundo con ojos nuestros/ para romper las puertas que nos cierran/ para sacarnos este nudo de aquí dentro/ para crear el mundo en que nuestra vida/ sea vida, /y no esta mierda» (17).

Existe en este libro un lenguaje tan bestial como su título, que se atreve a denunciar y contradecir la Historia única de los hombres, enunciando los pliegues de una escritura feminista. De hecho, son precisamente estas palabras las que definen la estructura trifásica del poema: “Denuncias”, “Contradicciones” y “Enunciaciones”, que funcionan como un perfecto engranaje lingüístico. Este gran poema-bestia arrasa con el lenguaje oficial para encontrar, a contrapelo, una politización del discurso: ya no se trata solo de evidenciar los espacios y las palabras asignadas a las mujeres, sino de desmitificar y alterar esos roles, estereotipos, corporalidades y, en fin, los espacios que la tradición patriarcal nos ha querido imponer. Esta ideologización feminista de la escritura se traduce, asimismo, en las diversas categorías discursivas, que, más allá de la visibilización y el cuestionamiento, plantean una subversión del modelo literario androcéntrico, porque la autora es consciente de que «las mujeres [hemos sido] narradas» (45) por ellos, lo Uno, y por eso es menester encontrar otros caminos, los nuestros. La subversión, entonces, será llevada a cabo a partir del grito   –figura ya utilizada por otras autoras latinoamericanas, tales como Clarice Lispector, Perla Suez o Jennifer Thorndike–; un grito de muerte y resurrección, porque en este libro de Brito «las mujeres ya no cargamos verdades y silencios» (9), sino que somos la voz que se alza, el lenguaje que se resiste al cansancio de la culpa (11); somos, en palabras de la autora, «todos los gritos ahogados» (52), todas las palabras y caminos que trenzaron nuestras muertas (11). «Estos son nuestros tiempos de guerra» (21), afirma el poema-bestia; y este es, sin duda, el lenguaje como zona de batalla, resistencia y memoria.

REFERENCIAS
Brito, Sofía Esther. Bestialidades. Santiago de Chile: Escafandra Ediciones, 2019. Impreso.

Irigaray, Luce. Yo, tú, nosotras. España: Cátedra, 1992. Impreso.

Camila Valenzuela León