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Opinión

Daniel Jadue: El camino a La Moneda

Por: Luis Vivero Arriagada | Publicado: 04.07.2019
Daniel Jadue: El camino a La Moneda | Foto: Agencia Uno
Lo que hace Jadue en Recoleta, y que ha sido replicado en distintas municipalidades, es más bien un proyecto contra-hegemónico. Ha instalado una racionalidad diametralmente opuesta al habitus neoliberal, y, por tanto, al sentido común que la ideología del individualismo darwiniano ha plasmado en gran parte del imaginario y materialización en la vida cotidiana de la sociedad chilena.

Es conocido que en los últimos años, Daniel Jadue, Alcalde de Recoleta, ha hecho noticia por sus “innovadores” proyectos que apuntan a estrechar las brechas de desigualdad en su comuna y más allá de esto límites territoriales. Y pongo entre comillas lo de innovadores, pues resulta innovador en el marco de un paradigma de carácter competitivo, en donde todo gira en torno a la relación costo –beneficio, sobre la base de una racionalidad económica-mercantil. En este sentido, resulta “innovador” la búsqueda de la justicia social, de ampliar los derechos de las clases más vulneradas. Tristemente, resulta innovador, que los pobres tengan acceso a la salud, a la cultura, y a la educación.

Lo que hace Jadue en Recoleta, y que ha sido replicado en distintas municipalidades, es más bien un proyecto contra-hegemónico. Ha instalado una racionalidad diametralmente opuesta al habitus neoliberal, y, por tanto, al sentido común que la ideología del individualismo darwiniano ha plasmado en gran parte del imaginario y materialización en la vida cotidiana de la sociedad chilena.

Ya son conocidas las farmacias populares, que pareciera que hoy cobra mucho más sentido, cuando en un arranque de sinceridad y transparencia, el ahora ex-presidente de la Asociación de Isapres, manifestara sin rodeos que “El sistema no puede darse el lujo de recibir gente enferma”. En este paradigma neoliberal, lo que importa en la maximización de utilidades, los negocios a como dé lugar. En tal sentido, las Isapres no son en ningún sentido parte de las instituciones de seguridad social, sino simplemente una empresa, un muy rentable negocio. Por ello, es que recibir enfermos y enfermas es una mala inversión, que afecta por lo tanto su siempre abultado margen de utilidades. En la misma línea, hoy las farmacias, no tiene ningún tipo de sensibilidad con las necesidades de las personas, y en particular su precaria condición económica. Todo esto a costa de la sobremedicación y el gasto elevado que deben hacer las familias, especialmente las personas mayores o con enfermedades crónicas (además de la colusión), hacen de las líneas de farmacias un muy rentable negocio. Lo que hace Jadue con las farmacias populares, es darle un golpe al sistema mercantil y, demostrar, que desde el espacio local, desde la política local, desde otro paradigma, se puede implementar un modelo distinto, a contracorriente de los poderes económicos. Un modelo que no tenga como fin único la maximización de utilidades, sino que el bienestar de las personas, el bienestar y la justicia social.

Y así podemos seguir, con la inmobiliaria popular, con las librerías populares, la universidad abierta y, más recientemente con la disquería popular “Reco Música”. Todos estos proyectos tienen un común denominador: avanzar en mayor igualdad de acceso a la salud, a la educación, a la cultura. Es decir, estrechar la brecha de desigualdad social que ha generado este modelo de sociedad.

Más allá de la reconocida desigualdad material (falta de recursos para comprar medicamentos, dificultades para acceder a vivienda o pagar sus arriendos, etc) también hay una necesidad de acceso igualitario a la cultura, o en un sentido gramsciano, es necesario hacer los esfuerzos por avanzar en esta necesaria reforma cultural y moral. Es decir, instalar nuevos discursos, en donde no sea ni el discurso del miedo y la represión que han instalado los sectores ultraconservadores el que inunde o guíe los debates de la agenda pública.

Entonces, ¿Si es posible que desde el nivel local se puedan levantar estos proyectos, por qué no va a ser posible que desde el Estado se levante un proyecto nuevo, es decir, un nuevo modelo de sociedad y superar este paradigma deshumanizante y depredador? Para que ello sea posible, es necesario ir de a poco, pero con decisión, cambiando este sentido común, en que todos quieren ser exitosos a como dé lugar, so pena de hipotecar su calidad de vida espiritual, en la clásica distinción de Maslow, las necesidades de autorrealización. Este modelo, ha llevado a niveles nunca antes visto de una pérdida de la capacidad de poder contemplar nuestra vida, en palabras de Bjung-Chul Han, estamos en una sociedad agotada, sobre-explotada, viviendo solo para producir, sin derecho al disfrute, al ocio, a la contemplación. Esta lógica de acumulación desenfrenada, de medir el éxito y la felicidad por la cantidad de cosas que compramos, por el capital que podemos tener en las cuentas bancarias, los lujos que se puedan ostentar, es lo que ha llevado también a los recientes casos de corrupción que ha sido transversal, y que en los sectores populares, tiene su otra cara que es la delincuencia y el narcotráfico (obviamente sin que ello sea una comparación lineal).

Lo que está haciendo Jadue, es demostrar que es posible otra racionalidad, y por lo tanto, que es posible la construcción de una sociedad con mayor justicia social. Si se está haciendo esto desde el nivel municipal bien podría ser posible desde el nivel ejecutivo. Entonces nos preguntamos ¿Qué debe pasar para que Jadue sea candidato a la presidencia? Luego de las definiciones dentro del Partido Comunista, sin duda, lo primordial es una alianza transversal de la izquierda y centroizquierda. En tal sentido, como lo hemos planteado en otra columna, la alianza natural del Frente Amplio, debe ser con el Partido Comunista, pero antes, necesitan superar sus propias luchas de poder y fantasmas que les persiguen (entre esto los caudillismos). Una vez se logre llegar a ciertos acuerdos entre la izquierda y centro izquierda, esta debe estar amalgamada por un programa de gobierno, en que se compartan los principios fundamentales. Habrá que ver también cuáles son los debates y decisiones al interior del Partido Comunista. Eso da para otra discusión.

Luis Vivero Arriagada