Felipe Alessandri, el padre castigador que quiere cerrar el Instituto Nacional

El Alcalde Alessandri emprendió una de los ataques más abiertos, feroces y grotescos en contra de la enseñanza pública. Es la voz reconocible de un proyecto político que ha hecho del joven su enemigo. Alessandri llegó como un militar sin uniforme, más parecido a un pequeño dictador que a un funcionario pagado con fondos públicos. Un personaje que ha vulnerado éticamente su propio cargo mediante un hostigamiento permanente a los estudiantes del Instituto Nacional. Infiltró el plantel con funcionarios de la PDI durante meses, atacó a los estudiantes en sus salas de clases con bombas lacrimógenas, buscando a “terroristas” trivializando así la terrible destrucción que porta el real terrorismo.

Pero llegó más lejos todavía. El Instituto Nacional, desde la siquis del Alcalde le pertenece, es de él, su propiedad, no tiene el menor respeto por uno de los iconos más importantes de la educación pública, un liceo que sigue mostrando y demostrando que a pesar del deseo de arruinar la educación pública, se sostiene de manera impecable gracias a la excelencia de profesores y alumnos.

Efectivamente. como diría Freud, el inconsciente del alcalde habló cuando con su tono habitual, marcado por una amenaza de padre castigador o de émulo de Pinochet, dijo que CON TODA TRANQUILIDAD CERRABA EL INSTITUTO NACIONAL Y SE ACABABAN 205 AÑOS DE HISTORIA, porque, además como si fuera poco el toque de queda para jóvenes, el aula segura, el deterioro final de la educación, el actual gobierno plantea eliminar historia, entre otras materias de los programas educativos. Y como lo dijo este Alcalde, lo hacen después de 205 años en que historia ha sido parte de una de las materias formativas centrales para los estudiantes.

Los estudiantes siempre han sido y serán la vanguardia en pos de reclamos sociales. La huelga es un instrumento que busca mejorar las condiciones de aquellos más afectados por el sistema, no conozco casos de ejecutivos, empresarios o gerentes en huelga, ni huelgas en colegios particulares de alto perfil. La huelga es legítima y las autoridades deben entender que esa huelga será finalizada con la obtención de los beneficios que el paro porta.

¿Amenazar con CERRAR el establecimiento ayuda a diluir el malestar de los alumnos o más bien incrementará más estallidos de furia? ¿La provocación forma acaso parte de un plan del Alcalde para liquidar el prestigio del Instituto e incitar a la violencia? Me parece que ese es su objetivo.

Como ciudadana y ex profesora del Instituto Nacional pienso que el Alcalde Alessandri no está a la altura de su cargo. Su actitud está por debajo de los estándares mínimos. Mientras la Ministra Cubillos “ningunea” al gremio de los profesores del cual formo parte, el Alcalde cuyo deber es incrementar con los establecimientos educacionales que están en su Comuna, alardea de manera monstruosa con instrumentos intelectuales de una persona con una cultura grado 0.