Avisos Legales
Nacional

Cruz Roja al rojo: La querella que escala el conflicto por desvío de fondos

Por: Diego Alonso Bravo C. | Publicado: 07.07.2019
Cruz Roja al rojo: La querella que escala el conflicto por desvío de fondos Oficina central de la Cruz Roja Chilena. / Fuente: Agencia Uno. | Oficina central de la Cruz Roja Chilena. / Fuente: Agencia Uno.
Si hace un año las noticias fueron los extraños movimientos de dineros relacionados a las donaciones, ahora la mira está puesta en las personas responsables de ello. Ese es el argumento con el que la doctora y consejera de la organización, Ximena Grove, decidió presentar la acción judicial. La red internacional consideró insuficiente el plan de acción que la oficina chilena elaboró. “Acá hay personas encargadas de firmar cheques que permitieron que unas cosas pasaran», dice Grove.

Fue una situación paradójica la que vivió la Cruz Roja a inicios de 2018: una auditoría externa reveló movimientos injustificados de dineros, entendidos como donaciones para situaciones de emergencia y ayuda, que no llegaron al objetivo para el que se recaudaron. Un escenario crítico para el grupo de apoyo en momentos críticos. Ahora, dichos antecedentes son parte de una segunda etapa: la judicial.

En junio pasado ingresó al octavo juzgado de garantía de Santiago una querella criminal contra todos los que resulten responsables del delito de administración desleal, apuntando al manejo oscuro que la institución ha tenido.

La doctora Ximena Grove, consejera de la Cruz Roja, es la persona que incentivó la acción. De inmediato aclara: “Esto no se trata de hacer una solicitud para que la Cruz Roja quede como mala. No es para tirar barro. Encontramos cosas que tienen que aclararse”.

Dice que hay dos o tres personas que se están llevando la plata, y que si llegó a este punto, siendo consejera desde 2009, fue porque las soluciones que entregadas han sido insuficientes.

Las cicatrices

“Es más de lo mismo. Tampoco estoy bajándole el perfil. El tema de las auditorías estamos mejorándolo, porque hay fallas. En ningún caso nadie se ha llevado un peso para la casa. Fe de ello es que tengo política de puertas abiertas”.

Así de certero es Patricio Acosta, director de la Cruz Roja Chilena, al ser consultado por el tema.

Cuenta que se enteró de la querella por correo, que fue por una cuenta ficticia, de un tal Hernán Briones. Allí vio los argumentos por los que se sostenía la medida.

El documento señala la primera auditoría con resultados que encendieron las alarmas, hecha por Deloitte Audotires y Consultores en mayo de 2016. Se menciona una falta de control a los encargados de las finanzas de la institución: el presidente nacional, tesorero nacional y director de finanzas. A eso se sumaba una ausencia en el control centralizado de todas las cuentas corrientes de las que la Cruz Roja es titular.

Acosta admite que hay fallas en las auditorías y que están mejorando: “Nosotros hemos aplicado un montón de mejoras y pensamos que era un tema superado. Nos enteramos la semana pasada de este asunto. En el fondo, lo que se busca es dañar la imagen de la institución”, cuenta el presidente.

La segunda de las preocupaciones es más reciente. Se trata de la hecha en marzo de 2018 por KPMG Auditores, donde se señalan “diversas anomalías en la administración de los fondos recaudados para financiar las operaciones de respuesta (terremoto Iquique, abril de 2014; incendio Valparaíso, abril de 2014; Terremoto Coquimbo, septiembre de 2015)”.

En concreto, en Valparaíso hubo movimientos en cuatro cuentas bancarias mediante cheques que sumaron $214.765.590. En el caso de Iquique, se movieron cheques a tres cuentas bancarias por $140.665.757. En el caso de Coquimbo, se apunta al uso distinto para el que fueron donados: la suma es de $18.194.030.

A las operaciones se agrega también un “conflicto de interés por vinculaciones de miembros de la Cruz Roja Chilena y compañías relacionadas”, que apunta a gastos hechos a empresas de algún miembro de la organización.

La forma en que la organización hizo frente a esta crisis fue la elaboración de un plan de acción, hecho el 13 de junio pasado. Las recomendaciones eran, en líneas generales, transparentar potenciales conflictos de interés (transparentando negocios e inversiones); definición presupuestaria con límites programáticos y donativos, además de un análisis periódico; mostrar los intereses privados respecto a las donaciones que reciben; y elaboración de planes de contingencia que sea coherentes respecto a la emergencia (externa, por cierto) que se plantea resolver.

En 17 de junio pasado, Patricio Acosta recibió una carta de Joe Pereles, relator del grupo de tareas que examina el caso relativo a la Cruz Roja Chilena, y miembro del comité de cumplimiento y mediación de la organización. En la misiva se señala que “este plan no permitirá el tipo de progreso suficiente como para que la Sociedad Nacional (Cruz Roja Chilena) supere sus dificultades internas en materia de buen gobierno y prevención de riesgos administrativos, financieros y operativos, que ayudarían, por ende, a evitar eventuales riesgos para la reputación y favorecerían el significativo desarrollo institucional” de la agrupación.

Los flancos abiertos son internos y externos. Pero Patricio Acosta admite dormir tranquilo: “En unos meses termina mi gestión y esto le quedará como herencia a la Cruz Roja. Si hemos cometido errores administrativos, los hemos tratado de mejorar. Cómo va haber mala intención, si aquí son todos voluntarios”, reafirma.

Para Ximena Grove, el análisis es otro:

“Acá hay personas encargadas de firmar cheques que permitieron que unas cosas pasaran de una cuenta a otra. No cualquier persona firma esos cheques de la Cruz Roja, y esas personas están identificadas”.

Déjanos tus comentarios
La sección de comentarios está abierta a la reflexión y el intercambio de opiniones las cuales no representan precisamente la línea editorial del diario ElDesconcierto.cl.