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Juez de Rancagua Marcelo Vásquez: “el fiscal Moya terminó con mi carrera, con mi vida personal y con la existencia de mi amigo el ministro Albornoz”

Por: El Desconcierto | Publicado: 21.07.2019
Juez de Rancagua Marcelo Vásquez: “el fiscal Moya terminó con mi carrera, con mi vida personal y con la existencia de mi amigo el ministro Albornoz” Marcelo-Vasquez-810×540 |
En una entrevista, el Juez de la Corte de Apelaciones de Rancagua se refirió al sumario en su contra por irregularidades en la Corte de Rancagua, al suicidio de otro de los involucrados en las supuestas irregularidades, Marcelo Albornoz, y a la crisis de probidad en el Poder Judicial y en el Ministerio Público que desató el caso. 

El ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua -que fue sancionado por la Corte Suprema- Marcelo Vásquez, dio una entrevista a La Tercera, en la que acusó un “montaje” en su contra, afirmó que no existe corrupción en la Corte de Rancagua, y alegó que el proceso en su contra, que ya lleva nueve meses, le ha generado una depresión.

Amigo y compañero de trabajo por más de diez años del magistrado Marcelo Albornoz, el juez Marcelo Vásquez afirmó en esta entrevista que responsabiliza a la Corte Suprema, por haberlos sancionado tras ser acusados de tráfico de influencias y falta a la probidad, del suicidio de Albornoz.

“Mire, la cronología de los hechos da a entender eso. Ha habido un desgaste brutal, continuo, corrosivo en el aspecto sicológico, emotivo, físico, personal y familiar, y las cosas se van mancomunando, y estimo que esa decisión fue lo que desencadenó todo”, afirmó Vásquez.

De hecho, Vásquez fue más allá, y acusó por un lado un montaje en su contra, y por otro, que la presión mediática influyó en la decisión del máximo tribunal. 

“Yo creo que aquí, desafortunadamente, la presión mediática puede haber servido de algún elemento como para poder suprimir o no poder abstraerse de aquello. Nos quisieron poner como ejemplo y es paradójico, sabe, porque de haber impartido justicia durante más de tres décadas, siento que respecto de mi persona no se ha impartido la misma justicia que yo impartí”, dijo. 

Su caso

Lo que originó la causa en contra de Vásquez fue una denuncia en su contra por haber privilegiado a su hija en un concurso público, respecto de este caso, Vásquez afirmó que: “La ética tiene que ir vinculada con el ejercicio profesional, pero predomina la ley y ella rindió todas las pruebas habilitantes, yo nunca intervine. ¿Qué hice para privilegiarla? Era un cargo en Litueche de 15 días, a cuatro horas de Rancagua, no lo considero un privilegio, hasta pensaría que es un castigo”. 

Obviamente, no lo volvería a hacer, no puedo quedarme incólume frente a la crítica, pero la autocrítica también tiene que basarse en un principio de buena fe, y en el momento en que lo hice fue así, sin pensar que estaba infringiendo una norma”, agregó. 

Respecto de otra de las acusaciones en su contra, el hecho de que modificó la conformación de la sala y se incluyó a sí mismo cuando se vio el sobreseimiento de Sebastián Dávalos en el caso Caval, Vásquez respondió que lo hizo porque: “siempre lo hacía cuando había que habilitar una tercera sala”, y quePara mí era un caso común y corriente. Los jueces estamos para solucionar los casos emblemáticos y los comunes”. 

“Montaje”

Respecto de las denuncia en particular en su contra, Vásquez afirmó que le resultaba extraña, y que “aquí existen los elementos básicos para poder evidenciar la existencia de un montaje. Se elucubraron cosas irregulares, incluso que se haya dicho que yo soy masón, también eso es parte de un montaje. Nunca lo he sido”. Ante esto, fue consultado por la expulsión de los masones que se publicó por esos días, a lo que respondió “es algo que no logro comprender”. 

Fiscal Moya

Al ser consultado respecto del fiscal Sergio Moya, quien denunció a su superior el fiscal Emiliano Arias, y detonó el inicio de la investigación que luego llegaría hasta Vásquez y otros ministros de la Corte de Rancagua, el ministro de la Corte de Apelaciones de Rancagua afirmó que Me gustaría enfrentarlo y preguntarle de frente por qué actuó de esa forma, por qué exaltó situaciones que a lo más eran administrativas, pero que nos estigmatizaron hasta el punto de ser, sin juicio alguno, condenados públicamente en una causa por corrupción”. 

No hay tal corrupción en la Corte de Rancagua, y es más, le digo algo…, el fiscal Moya terminó con mi carrera, con mi vida personal y con la existencia de mi amigo el ministro Albornoz. Este caso va a quedar en la historia del Poder Judicial, está terminando con un muerto, con una persona depresiva, con quiebres familiares insalvables y me pregunto: ¿Eso es administrar justicia bajo un proceso justo y racional que establece la Constitución? No ha habido justicia ni equidad”, agregó. 

Depresión 

Además, el magistrado se refirió a las consecuencias personales que ha conllevado la causa en su contra, afirmando que “Estoy en un tratamiento por depresión, pero más que nada por cómo veo sufrir a mi familia. La gente se olvida de que los jueces somos ciudadanos, tenemos entornos, tengo una madre octogenaria, hijos pequeños… Acá había información que se filtraba de forma malintencionada y que nunca pudimos contrarrestar. La información que ha salido es errática, desproporcionada y te va abatiendo. Han sido nueve meses y hay un colapso”.

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