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Opinión

El error político de Daniel Jadue

Por: Francisco Mendez | Publicado: 23.07.2019
El error político de Daniel Jadue daniel jadue |
Jadue no solo se equivoca al enfrentarse a Michelle Bachelet acusándola de haber apoyado golpes de Estado en contra del régimen venezolano; también lo hace cuando se pregunta la razón por la que el informe de la alta comisionada no trataba la violencia de la oposición.¿Acaso no entiende que los Derechos Humanos los violan los Estados?». ¿Entonces, según su lógica, deberíamos hacer caso a las antojadizas acusaciones del oficialismo chileno y pedirle al INDH que trate de la misma forma un ataque hacia un carabinero que el excesivo uso de la fuerza de la policía uniformada como representante del aparato estatal?

Daniel Jadue es quizás uno de los personajes más relevantes a la hora de debatir acerca de nuevos liderazgos en la izquierda. Su gestión vistosa y necesaria en la comuna de Recoleta, lo ha levantado no solo como un rostro que demuestra que sí hay cosas que se pueden hacer, aunque sea en terrenos reducidos del país, sino también como la carta presidencial por excelencia para quienes aprecian su acción pública, en días en que la política de alcaldía volvió a tomarse la actualidad nacional.

Cuando habla, Jadue lo hace con fuerza, con sarcasmo y siempre tratando de recordarle al adversario sus falencias políticas y democráticas. Es un buen polemista, conoce bien los temas que trata, y maneja a la perfección el juego de la confrontación en los medios de comunicación. Por lo general sus visitas a canales de televisión o radios no pasan inadvertidas, como tampoco lo hacen sus entrevistas en medios de prensa escrita que defienden el pensamiento oficial.

Este domingo, sin ir más lejos, una entrevista en La Tercera al alcalde dio bastante que hablar en muchas materias. Mientras unos rescataban su claridad en materia ideológica, otros se detuvieron en el gran problema del edil y cierta izquierda nacional: la situación en Venezuela y cómo lo afronta él y su partido, el Comunista de Chile. Ahí falló, cayendo en tal vez el gran error político en que puede caer una persona de izquierda; es decir, en tratar de explicar lo inexplicable con tal de no darle un punto a la derecha y a sus medios.

Jadue no solo se equivoca al enfrentarse a Michelle Bachelet acusándola de haber apoyado golpes de Estado en contra del régimen venezolano; también lo hace cuando se pregunta la razón por la que el informe de la alta comisionada no trataba la violencia de la oposición.¿Acaso no entiende que los Derechos Humanos los violan los Estados?». ¿Entonces, según su lógica, deberíamos hacer caso a las antojadizas acusaciones del oficialismo chileno y pedirle al INDH que trate de la misma forma un ataque hacia un carabinero que el excesivo uso de la fuerza de la policía uniformada como representante del aparato estatal? Su afán de encontrar algo para no tratar el tema mismo en cuestión, dio como resultado una demostración bastante clara de que el exceso de pericia en algunas cuestiones, termina por hacer más claro el vacío argumentativo en otras.

En política parece importante entender ciertas cosas antes de defenderlas a rajatabla. Una de esas, es poder detectar a tiempo cuando lo que se vio como algo interesante en el pasado, termina siendo un fracaso, incluso-y sobre todo- si es que se trata de una aventura social que levanta banderas que uno enarbola. Y el chavismo, independiente de las evidentes intervenciones de ciertas potencias siempre en lo que se le enfrenta políticamente, es un fracaso en toda medida. Es cosa de ver cómo las relaciones sociales no variaron, sino que se agudizaron, creciendo así la delincuencia, y cómo se prefirió seguir viviendo de lo que daba el petróleo sin desarrollar una nueva industria que sustentara económicamente la llamada Revolución Bolivariana.

Si no se logra ver eso, muy poco se puede construir hacia el futuro. El régimen encabezado por Nicolás Maduro debería ser un gran impulso para pensar las ideas de justicia social a veinte o treinta años plazo, haciendo exactamente lo opuesto. Si hay algo que ha caracterizado a las izquierdas nacionales e internacionales, es que se han repensado gracias a los errores y horrores del pasado. La chilena, incluso, ha sido excesivamente autoflagelante con respecto a su acción en la Unidad Popular, algunos han llegado a culparse de más cosas de las que realmente se hicieron, mientras los victimarios de la dictadura pinochetista aún justifican el golpe y no reconocen haber aplaudido lo que celebraron con demasiada alegría. Por lo que no sería darle un punto para la derecha ver lo que está pasando en Venezuela. Solo sería seguir la tradición de discusión tan necesaria para ideas que parece urgente que tomen fuerza en nuestro país. No hacerlo sería continuar con defensas estériles y hasta vergonzosas.

Francisco Mendez