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Opinión

«La maternidad debe ser deseada»: Por un aborto libre, legal, seguro y gratuito

Por: Gael Yeomans y Verónica Ávila | Publicado: 25.07.2019
«La maternidad debe ser deseada»: Por un aborto libre, legal, seguro y gratuito Sexta marcha por el aborto libre seguro y gratuito | FOTO REFERENCIAL: HANS SCOTT / AGENCIAUNO
Creemos que la maternidad debe ser deseada. Marchamos por todas y todos quienes no pudieron decidir; marchamos por quienes vienen, para que puedan ser dueñas y dueños de su vida y decidan, en total libertad y respeto por sus derechos, qué hacer con sus cuerpos, con su sexualidad y con sus planes de vida.

Hoy día marcharemos por un aborto libre, legal, seguro y gratuito para todas las mujeres. También saldremos a marchar con nuestras compañeras afro caribeñas, afro latinas y de la diáspora, conmemorando su día y visibilizando su vida, sus formas, sus precariedades y opresiones, vidas que han intentado ocultar por muchísimos años.

Creemos firmemente que el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y ser madres o no, es un piso necesario -como sucede en una gran cantidad de países- para asegurar a las mujeres la posibilidad de dirigir su destino y autodeterminar su vida. Decidiendo, en ejercicio de sus derechos, qué hacer en ese primer territorio, que es su cuerpo.

Si bien hemos avanzado algo en Chile con la aprobación de la Ley de Aborto en tres causales, su implementación ha sido del todo compleja. No hubo ni hay voluntad del gobierno en facilitar el cumplimiento de esta ley. Ley que regula casos extremos a los que se ve enfrentada una mujer como son la violación, la inviabilidad fetal o el peligro de su vida. Este gobierno solo ha obstaculizado el ejercicio de este derecho; culpabilizando a las mujeres, imponiendo creencias personales y religiosas, cuestionando relatos de violencia y abuso, sin asegurar una cobertura médica a lo largo del país para estas situaciones previstas en la ley, y sin capacitar y concientizar a los equipos médicos de la necesidad de otorgar una prestación de salud, que sea un apoyo para las mujeres que se encuentran atravesando por tan difíciles momentos.

Desde las calles, desde el Congreso y junto a las organizaciones feministas, estaremos firmes en fiscalizar el cumplimiento de la ley de interrupción legal del embarazo. También estaremos atentas a que se dé curso y discusión al proyecto de ley presentado hace casi un año, sobre despenalización del aborto hasta las 14 semanas. Dicho proyecto busca terminar con esta grave violación a los derechos humanos de las mujeres, que solo desconoce su condición de sujetas de derechos. Como dice textualmente la iniciativa: “El único efecto de las leyes punitivas es la clandestinidad y la inseguridad de las mujeres que deciden abortar, además del estigma que se impone sobre ellas”. Sabemos que este proyecto no es suficiente, pero el Estado debe asumir que no legislar sobre el aborto, es pasar por sobre las mujeres y sus derechos.

Este empeño institucional y todas las luchas que se dan en las calles desde hace tantos años, buscan y seguirán buscando, avanzar hacia una ley que permita a todas las mujeres y cuerpos gestantes en Chile, y no sólo a aquellas que pueden pagarlo, tener acceso a un aborto libre, legal, gratuito y seguro, ganando con ello el control sobre sus vidas y sus cuerpos.

Ayer y hoy, las mujeres abortan, y no se trata de si estamos a favor o en contra de la vida, como se plantea constantemente. La discusión es si se está a favor o en contra de la clandestinidad, a favor o en contra del ejercicio de derechos de las mujeres, y si se está a favor o en contra de la vida de las mujeres y de quienes gestan. Creemos que de lo que estamos hablando, es de si seguiremos permitiendo que quienes en definitiva tienen dinero tengan derecho a abortar y quienes no lo tienen, estén condenadas a arriesgar sus vidas.

Creemos que la maternidad debe ser deseada. Marchamos por todas y todos quienes no pudieron decidir; marchamos por quienes vienen, para que puedan ser dueñas y dueños de su vida y decidan, en total libertad y respeto por sus derechos, qué hacer con sus cuerpos, con su sexualidad y con sus planes de vida.

Gael Yeomans y Verónica Ávila