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Donald Trump es un hombre peligroso

Por: Roberto Pizarro H | Publicado: 06.08.2019
Donald Trump es un hombre peligroso trump | Fotografía de Agencia Uno
El ataque de Crusius fue tan brutal que el presidente Trump por primera vez se vio obligado a condenar el racismo, aunque ha sido un especialista en promoverlo. En efecto, en mayo del año pasado decía, “Tenemos gente que llega al país que ustedes no creerían lo malos que son. Estas no son personas, son animales, pero los estamos sacando del país a un ritmo nunca visto”. Y, luego en julio de este año declaraba que las congresistas de color, Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib Omar deberían regresar a las naciones “estropeadas e infestadas de delincuencia” de donde vinieron, ignorando el hecho de que todas son estadounidenses.

En un centro comercial de El Paso, Texas, la metralla de Patrick Crusius asesinó a 20 personas y dejó a otras tantas heridas. Previamente había publicado en internet un manifiesto racista, dónde hablaba de matar hispanos para detener una supuesta invasión de mexicanos en Estados Unidos. Se identificaba así con los supremacistas blancos y se inspiraba en el presidente, Donald Trump, quien ha calificado a los mexicanos de violadores y criminales.

Para cumplir con su propósito racista, el asesino eligió El Paso, ciudad fronteriza con México, con un 85% de población hispana. Además, el manifiesto de Crusius expresaba admiración hacia Brenton Harrison, el hombre acusado de asesinar a 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda, en marzo de este año. Harrison también se había inspirado en Trump a quien reconocía como “símbolo renovado de la identidad blanca”.

El presidente Trump ha colocado en el centro de sus políticas el tema migratorio. Ha atacado persistentemente la caravana de migrantes centroamericanos que intenta llegar a los Estados Unidos, militarizando incluso la frontera con México. Además, durante todo su mandato ha perseverado en la construcción de una muralla que impida el tránsito entre los dos países de América del norte.

El ataque de Crusius fue tan brutal que el presidente Trump por primera vez se vio obligado a condenar el racismo, aunque ha sido un especialista en promoverlo. En efecto, en mayo del año pasado decía, “Tenemos gente que llega al país que ustedes no creerían lo malos que son. Estas no son personas, son animales, pero los estamos sacando del país a un ritmo nunca visto”. Y, luego en julio de este año declaraba que las congresistas de color, Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib Omar deberían regresar a las naciones “estropeadas e infestadas de delincuencia” de donde vinieron, ignorando el hecho de que todas son estadounidenses.

Según la organización Southern Poverty Law Center (SPLC), ha sido precisamente durante la presidencia de Trump que los crímenes de odio han aumentado considerablemente en Estados Unidos. El número de grupos radicales batió un récord en 2018 y los mensajes de Trump han dado fuerza a los supremacistas blancos y a la xenofobia contra los extranjeros provenientes de Centroamérica y México.

Trump se han convertido en el principal referente de la ultraderecha. Le disgusta la diversidad sexual y cultural, exalta el militarismo y es enemigo de los inmigrantes. Cuestiona el desarme nuclear, no cree en el cambio climático y ha sido categórico en la necesidad de aplastar las ideas progresistas. Sus políticas unilaterales no ayudan a pacificar el mundo y añaden fuego a los conflictos internacionales.

En esos temas, como en varios otros, el presidente de Estados Unidos recibe el aplauso del neofascismo europeo y también de Jair Bolsonaro. Donald Trump es un hombre peligroso que está provocando una creciente inestabilidad económica y política en el mundo, y su discurso xenófobo favorece el odio y la violencia.

Roberto Pizarro H