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Opinión

Lucrativos y poco conocidos negocios militares

Por: Patricio Herman | Publicado: 25.08.2019
Lucrativos y poco conocidos negocios militares milicos | Foto: Agencia Uno
La Escuela Militar fue proyectada por el connotado arquitecto Juan Martínez y su construcción terminó a fines de la década del 50 del siglo pasado. El terreno en donde se emplaza, ex fundo San Luis, le fue asignado, mejor dicho donado, al Ejército por el Estado, pero lo curioso es que en una franja de unos 250 metros de largo por un ancho de unos 40 metros de su terreno fiscal que enfrenta la avenida Presidente Riesco, se erigen unos cuantos edificios habitacionales de 20 pisos de altura vendidos a sus moradores por una inmobiliaria.

Mis felicitaciones al canal de televisión Meganoticias Reportajes por haber entregado una completa y confirmada información con título “Ejército ganó millones de dólares por arriendo de propiedades fiscales”, las que se observan en un oficio emitido por el Ministerio de Defensa a la Cámara de Diputados, en el que se detalla una larga lista de propiedades bajo la categoría de Patrimonio de Afectación Fiscal (PAF), administradas por el Comando de Bienestar del Ejército, que han sido vendidas o arrendadas y cuyas ganancias, según los denunciantes, uno de los cuales es este columnista, no van al Fisco, sino a las cuentas institucionales.

Lo anterior fue revelado, sin mayor cobertura de prensa, en nota escrita del 30 de abril del año en curso, dirigida a Alberto Espina, ministro de Defensa Nacional, firmada por este columnista entregándole a su destinatario el dictamen Nº 23752 del 09/07/98 firmado por Arturo Aylwin, entonces Contralor General de la República y otros documentos referidos a la donación de un amplio terreno fiscal situado en la Av. Américo Vespucio Norte con Presidente Riesco, comuna de Las Condes, que le hizo al Ejército en el año 1971 la Corporación de Mejoramiento Urbano (Cormu), servicio público dependiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu). Allí se construyó la Villa Militar del Este bajo la conducción del arquitecto Miguel Lawner, en aquella época presidente de la Cormu.

En dicho dictamen la Contraloría rayó la cancha al expresar que “en consecuencia, la facultad de asignar bienes raíces fiscales a los patrimonios de afectación de los servicios de bienestar de las Fuerzas Armadas, contenida en el artículo transitorio del DFL Nº 1, del Ministerio de Defensa Nacional, se encuentra extinguida, por lo que se deja sin efecto toda jurisprudencia contraria al presente dictamen”.

En paralelo, el mismo dictamen de la Contraloría y copia de la nota entregada a Espina, se la hicimos llegar a los presidentes de las Comisiones de Defensa Nacional y Vivienda y Urbanismo, Jorge Brito y Gonzalo Winter, respectivamente, con la idea de que ellos ordenaran una exhaustiva investigación pues ni el Ejército ni ninguna rama de las Fuerzas Armadas tiene las facultades para comercializar en el mercado inmobiliario los inmuebles fiscales que les han sido asignados por el Ministerio de Bienes Nacionales. Para cerrar el círculo, el 12 de junio de 2019 ingresamos con Nº 186.961 una consulta a Jorge Bermúdez, actual Contralor General de la República, sobre el dictamen anterior Nº 23752 del 09/07/98 debido a que su categórico contenido carecía absolutamente de imperio, lo que para nosotros era una muestra de corrupción desatada.

A la luz del reciente reportaje del canal Megavisión, constatamos que nadie en la estructura del Estado ha ejercido sus facultades legales para terminar con las actividades inmobiliarias del Ejército : sería necesario que se investigue si la Armada, la FACH y Carabineros también incursionan en este tipo de atractivos negocios.   

Sobre esta sensible materia, que los medios tradicionales en papel prefieren no abordar, aludimos a continuación a un hecho consolidado que debe ser aclarado por la Municipalidad de Las Condes y por el propio Ejército. En efecto, en el Área E-e1, Edificación Especial Nº 1 del Plan Regulador Comunal (PRC) de Las Condes del año 1995, instrumento normativo local aprobado por el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, se enumeran todos los equipamientos intercomunales y comunales, los que están constituidos por los terrenos y edificios destinados a complementar las funciones urbanas básicas, según está establecido en la Ordenanza del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) de 1994. Las normas de edificación son bastante restrictivas y a modo de ejemplo la altura máxima admitida son 5 pisos, con coeficientes de constructibilidad de 0.8 y de ocupación de suelo de 0.6.

Dentro de los Equipamientos Comunales se registraban 27 inmuebles, muchos de los cuales con el propósito de generar buenos negocios privados hoy en día tienen destinos más “productivos”. Los Equipamientos Intercomunales en aquella época eran 6 y uno de ellos era la Escuela Militar del Libertador Bernardo O´Higgins, en adelante la Escuela Militar, localizado en un amplio terreno de aproximadamente 330.000 m2 que enfrenta las avenidas Américo Vespucio Norte, Presidente Riesco,  Los Militares y Alonso de Córdova.

En ese terreno fiscal existen canchas de equitación, de fútbol, de tiro al blanco, diversos edificios en donde se encuentran las oficinas de los mandos superiores, medios e inferiores, los establecimientos educacionales de los futuros oficiales, el casino, diversas salas de esparcimiento e infinidad de estacionamientos para todo tipo de vehículos, tanto civiles como militares.

La Escuela Militar fue proyectada por el connotado arquitecto Juan Martínez y su construcción terminó a fines de la década del 50 del siglo pasado. El terreno en donde se emplaza, ex fundo San Luis, le fue asignado, mejor dicho donado, al Ejército por el Estado, pero lo curioso es que en una franja de unos 250 metros de largo por un ancho de unos 40 metros de su terreno fiscal que enfrenta la avenida Presidente Riesco, se erigen unos cuantos edificios habitacionales de 20 pisos de altura vendidos a sus moradores por una inmobiliaria.

Entendemos que ésta fue otra operación mercantil que muy pocos conocen, cuyo producto en varios millones de dólares, ingresó en las arcas del Comando de Bienestar del Ejército, pero lo que sí debe aclarar el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, es qué motivación tuvo su municipio para asignarle tan privilegiadas normas de edificación a esa franja de terreno que ya no le pertenece a la Escuela Militar.

Patricio Herman