A 20 años de la reforma procesal penal: «Basta de malas prácticas y arbitrariedades en el Ministerio Público”

Hoy, a 20 años del inicio de la reforma procesal penal, sabemos que el Ministerio Público nace de un largo debate, el cual tenía como gran propósito mejorar los estándares de investigación y transparencia en la persecución penal. Sin embargo, podemos decir que lamentablemente, no estamos cumpliendo la tarea de consolidar uno de los organismos pilares de nuestro Estado Democrático.

Al comienzo de esta reforma era motivo de orgullo generalizado, el ser parte de esta institución. Sin embargo,ese sentimiento parece algo del pasado o a lo menos, se ha ido diluyendo con el paso del tiempo y es por eso que en este aniversario número 20, hacemos un llamado fuerte y claro a las autoridades del Ministerio Público, a decir:¡YA BASTA DE SEGUIR EXPONIENDO A LA INSTITUCIÓN CON MALAS PRÁCTICAS Y ARBITRARIEDADES!

Así es, incluso sin ánimo de generalizar, podemos decir que estamos cansados de los abusos cometidos por algunas autoridades y jefaturas, que van desde la mala aplicación del artículo 81 k en marzo de cada año como medida de represalia, pasando por prácticas de acoso laboral o sexual que se han ido profundizando, juicios sesgados en sumarios administrativos, mal manejo de los recursos fiscales en concursos públicos, prácticas de nepotismo, instrumentalización de evaluaciones de desempeño, hostigamiento contra dirigentes sindicales o conocidas como prácticas anti sindicales, filtraciones a la prensa de investigaciones penales y administrativas por parte de la propia institución, entre otras malas prácticas,las cuales si bien,no siempre son ejecutadas por jefaturas, a veces son permitidas u omitidas, perpetuando de esta manera, situaciones que nos han llevado a tener hoy una institución enferma, como cual paciente con cáncer terminal que requiere urgentemente de un especialista que lo salve de la debacle definitiva.

Por eso y más, reiteramos nuestro llamado a las autoridades a no seguir permitiendo ningún tipo de abuso. Cada pequeño abuso genera uno mayor y cada mala práctica reñida con la probidad administrativa, es un paso más para permitir que se infiltre la corrupción. Pues, hoy más que nunca necesitamos una institución fuerte y con liderazgos claros, ya que somos los actores llamados a dar el siguiente paso para fortalecer el Estado de Derecho.

Para que aquello suceda se deben tomar decisiones difíciles y costosas, que busquen finalmente hacer de esta, la institución clave en combatir la corrupción en todas sus esferas, es decir, debemos ser una entidad impermeable e incólume a los hechos de corrupción, que sea capaz de extirpar ese cáncer que ataca a todos los Estados Latinoamericanos y que tanto mal le hace a nuestro país.

Finalmente, terminamos haciendo otro llamado, pero a nuestras bases de funcionarios, funcionarias y también, a los fiscales/as adjuntos/as, a perder el miedo, a denunciar y evidenciar las malas prácticas reñidas con ética y la ley, pues solamente un trabajo conjunto nos permitirá recuperar la confianza de la ciudadanía y de nosotros/as mismos en nuestro servicio y labor.

Con la esperanza intacta en que es posible un mejor servicio para una mejor justicia!