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Opinión

Tanques en las calles de Santiago

Por: Ana María Gutiérrez Ibacache | Publicado: 19.10.2019
Tanques en las calles de Santiago milicos | Foto: Agencia Uno
Cada vez que el pueblo se organiza para manifestar el descontento social, el gobierno tiembla y cuando más miedo tienen es cuando más violentamente reaccionan. Así que aquí estamos en Estado de emergencia, no por un terremoto de la naturaleza sino que por un terremoto político causado por una profunda insensibilidad ante la desigualdad social, que esos políticos no han vivido ni vivirán en sus vidas porque son unos privilegiados del sistema capitalista patriarcal hegemónico.

Octubre del 2019, nunca se pensó que las manifestaciones por el alza de la tarifa del transporte público derivaría en la salida de tanques militares a la calle y se decretaría Estado de Emergencia.

Suena ridículo y sobredimensionado, pero es lo que tenemos por culpa de una clase política gobernante incompetente que no negoció y no intervino de la manera que los gobiernos democráticos suelen hacer, pacíficamente y mediante el diálogo. Sino que prefirió enviar fuerzas especiales a las estaciones de metro e incitar a la violencia con la represión policial, la que por cierto no apareció en la televisión: carabineros golpeando estudiantes disparando balines directamente a los cuerpos de las y los manifestantes; arrojando lacrimógenas a los vagones del metro sin importar la presencia de niñas y niños y personas mayores, reprimiendo con una violencia desmedida.

Por otra parte, fueron gobernantes bastante competentes en alcanzar el objetivo deseado por ellos, toda vez que dejaron que el conflicto social y las manifestaciones escalaran al punto de estallar en las calles con rabia y enojo, algo normal sino escuchan tus demandas durante una semana de evasión. Aquí los medios de comunicación juegan un rol trascendental, ya que se transmitió caos y pánico, con los incendios en las estaciones de metro y buses de transantiago, vandalismo y saqueos. Llama poderosamente la atención que «increíblemente» las policías no pudieran controlar la situación, porque claro es mejor la intervención de militares y así se les da una lección a esos adolescentes inmaduros e inconscientes. La prensa no mostró un solo video de los abusos de las fuerzas policiales sobre la ciudadanía, pero transmitieron mil veces videos de las agresiones a la policía.

Da una tristeza tremenda ver las estaciones del metro quemarse, por la irresponsabilidad de un gobierno que en vez de sentarse a negociar, reprimió con violencia. Todo esto tiene que ver con una evidente falta de manejo político -o muy bueno si pensamos en la doctrina shock-, sumado al miedo que este gobierno le tiene a las manifestaciones sociales con apoyo ciudadano transversal.

La rabia por la desigualdad social es insostenible y esto es una muestra evidente de que nos cansamos de los abusos, del machismo, de la pobreza, de la represión y la violencia. Cada vez que el pueblo se organiza para manifestar el descontento social, el gobierno tiembla y cuando más miedo tienen es cuando más violentamente reaccionan. Así que aquí estamos en Estado de emergencia, no por un terremoto de la naturaleza sino que por un terremoto político causado por una profunda insensibilidad ante la desigualdad social, que esos políticos no han vivido ni vivirán en sus vidas porque son unos privilegiados del sistema capitalista patriarcal hegemónico.

Ana María Gutiérrez Ibacache