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Plebiscito irrumpe en la agenda: Las claves que permitirían avanzar hacia una Asamblea Constituyente

Por: Meritxell Freixas @MeritxellFr | Publicado: 29.10.2019
La ausencia de líderes claros en el descontento social que hoy en día tiene al país entero movilizado, no ha influido en reconocer el origen de la rabia: ya sea salud, educación, vivienda, pensiones u otro derecho social, debe estar garantizado en la Carta Magna. Los proyectos que actualmente están en el Congreso o las iniciativas de gobiernos anteriores son precedentes del siguiente paso, que es también al que la derecha se abrió.

Desde comienzos de esta semana, distintas organizaciones sociales han llamado a participar de cabildos y asambleas ciudadanas de todo tipo: feministas, ecologistas, de salud, culturales, entre otros temas, en lugares públicos. Estos encuentros se activaron una vez que el Presidente Sebastián Piñera anunciara su “nueva agenda social”, una serie de medidas que fueron calificadas de insuficientes por gran parte de la ciudadanía.

Este ánimo de participación política, a juicio del abogado constitucionalista Jaime Bassa, hace entender que el proceso constituyente ya se inició. «Hay una manifestación de poder constituyente en las calles y eso no se apagó pese a las buenas intenciones del Presidente del sábado por la noche (…) Lo que va a ser necesario ahora es que exista un mecanismo que haga posible conectar esta voluntad popular con la institucionalidad del Estado», plantea el profesor de la Universidad de Valparaíso.

Ese mecanismo, dice, pasaría por convocar un plebiscito, un anuncio que ha resonado fuerte en los últimos días desde las instancias políticas. Sin embargo, los abogados y profesores de la Universidad de Chile, Patricio Zapata (DC) y Fernado Atria, aclaran que, en estos momentos, no están las condiciones legales para convocarlo. Es decir, se requiere de una modificación constitucional para que esta consulta popular sea vinculante.

Bassa explica que, en 2015, después de la campaña «Marca tu Voto», se conformó una bancada pro-asamblea constituyente, que integró cerca de 50 diputados. En esa oportunidad, ingresaron un proyecto de reforma constitucional, en particular, que modifica el el artículo 15 y el artículo 32 para habilitar al Congreso y al Presidente, respectivamente, para convocar a plebiscito. Su idea matriz establecía «la facultad del Presidente de la República para convocar a plebiscito en los casos que corresponda, con el acuerdo del Congreso Nacional, conforme lo establece la Constitución y las leyes de nuestro país».

Actualmente, ese proyecto se encuentra en la Comisión de Constitución en su primer trámite legislativo. “De no hacer esos cambios, la única alternativa sería que Piñera se comprometiera a iniciar el proceso, respetando el resultado final, aunque no esté contemplado en términos legales. Tendría que ser una medida por fuera, que contemplara recursos del fondo de 2% de emergencia. Pero eso es muy complicado”, advierte el abogado.

Sobre la posibilidad de que el presidente convocara un plebiscito de facto, el constitucionalista Patricio Zapata (DC), quien encabezó el Consejo de Observadores del Proceso Constituyente durante el gobierno de Michelle Bachelet, dice que «sería muy nefasto porque no estoy de acuerdo en reconocerle a ningún presidente, ni a este ni a otro, el poder levantarse en la mañana y decir ‘quiero hacerle una pregunta al pueblo’. El plebiscito es una herramienta de poder para el pueblo, por supuesto. Pero también lo es para quien puede activarlo».

Otro punto que advierte Atria es que cualquier solución que se dé al problema constitucional no puede pasar únicamente por decisión parlamentaria. «La decisión parlamentaria debe pasar por devolver al pueblo el derecho a decidir. Si el plebiscito se realizara y se votara que sí, entonces viene otro momento donde hay que establecer cuáles son las condiciones para esa asamblea. Pero todo esto depende de la voluntad política», sostiene el constitucionalista.

Los juristas coinciden en que es con una modificación legal que debe quedar definido quién puede convocar a plebiscito, en qué momentos y cuántas veces al año. Mientras que Bassa apuesta a que, por lo menos, en lo que resta de este gobierno, se realice el plebiscito –de a aquí a diciembre de 2020– para que la próxima administración lidere el proceso constituyente para elaborar la Nueva Carta Fundamental. Atria, en tanto, agrega que una señal política «correcta» sería que el Ejecutivo le diera suma urgencia al proyecto de modificación que está en la Comisión de Constitución.

Proyectos en el cajón

La discusión anterior ha llevado a acelerar distintas iniciativas que van en esa línea, pero que hasta ahora están guardadas en un cajón del Congreso. Los presidentes de la Cámara de Diputados, Iván Flores (DC), y del Senado, Jaime Quintana (PDD), se reunieron este martes para estudiar la manera de impulsar una nueva Carta Magna. Junto a ellos, se sumaron los presidentes de las comisiones de Constitución de ambas cámaras: el senador Felipe Harboe (PPD) y el diputado Matías Walker (DC). Los cuatro acordaron despachar a más tardar a fines de noviembre el proyecto que reforma el capítulo XV de la Constitución que habilita una reforma al texto constitucional. “Hemos resuelto iniciar el proceso constituyente”, anunció Quintana. Y agregó: «Este es un proceso que tiene proyectos que ya lo radican en el Congreso, tanta en la Cámara como el Senado (…) Si uno tiene que analizar fríamente la solución a la severa crisis que afecta el país, ésta va a requerir de cambios estructurales».

Se trata de una iniciativa impulsada por la ex presidenta Michelle Bachelet e ingresada a la Cámara de Diputados el 4 de abril de 2017. El proyecto faculta al Congreso para convocar a una «Convención Constitucional» para la elaboración de una Nueva Constitución, con el acuerdo de los dos tercios de los parlamentarios en ejercicio. Esa reforma contemplaría «la convocatoria de la Convención, la forma de integración de la misma, el sistema de nombramiento y elección de sus integrantes, su organización, sus funciones y atribuciones, como también los mecanismos de participación ciudadana que sean adecuados». Una vez aprobado, el presidente convocaría un plebiscito obligatorio para que la ciudadanía se pronuncie sobre la aprobación o rechazo del texto aprobado por la Convención. La propuesta se discutió esta misma tarde en la Comisión de Constitución de la Cámara Baja.

Según establece la tabla de citaciones de la Cámara, la discusión de este martes en la Comisión ha girado en torno a otro proyecto, ingresado en julio de 2011 por diputados de la entonces Concertación, para crear un nuevo artículo –el 129 bis– en el Capítulo XV de la Constitución para que, por iniciativa de la ciudadanía, se impulse la Asamblea Constituyente.

Pero no es la única que está en trámite. Otra propuesta se ingresó el 14 mayo pasado en la Cámara y lo llevó adelante el diputado Marcelo Díaz (PS) con las firmas de otros socialistas y diputados y diputadas del Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA). Un elemento que agrega este proyecto es en el artículo 130, que dispone: “Para la elaboración de una nueva Constitución, el presidente deberá convocar a plebiscito nacional y someter a votación las siguientes modalidades: a) Comisión Bicameral integrada por igual número de diputados y senadores; b) Convención Constituyente Mixta, integrada por igual cantidad de diputados y senadores y un número de personas que sea proporcional y representativo de la población, electas para tal efecto; c) Asamblea Constituyente, integrada por un número de personas que sea proporcional y representativo de la población, electa para tal efecto”.

Respuesta política

El anuncio que la semana pasada lanzó la bancada de oposición para habilitar la forma de convocar un plebiscito fue concretándose durante la semana. Este martes distintos parlamentarios y parlamentarias se han referido al tema y han puesto sobre la mesa la necesidad de acelerar el proceso.

El presidente del PPD, Heraldo Muñoz, planteó en televisión: «¿Por qué no se da una señal concreta a ese millón 200 mil que salieron pacíficamente a protestar y que el gobierno anuncie un plebiscito para cambiar la Constitución?».

Por su parte, desde el mundo socialista la diputada Maya Fernández (PS) sugirió acelerar la tramitación del reforma constitucional para llamar a plebiscito vinculante: “Soy partidaria de que la Comisión de Constitución trabaje full, a tiempo completo, por los proyectos de plebiscito y verlo en sala”, señaló. “Yo era partidaria de que mañana se hubiera visto en sala el proyecto de plebiscito, pero mañana no se legisla”, agregó con cierto tono de discrepancia.

Su declaración se enmarca en lo ocurrido esta mañana, luego que el presidente de la Cámara informara que este miércoles no se sesionará debido a que no hay proyectos “en la línea de la agenda social” para poner en tabla. Si bien para mañana estaba previsto que la sala viera pensiones, las indicaciones de la iniciativa aún no han sido presentadas.

En el FA, el diputado Gabriel Boric (CS) dice a El Desconcierto que acordaron el día lunes escuchar a expertos en materia constitucional y el día martes votar el proyecto en la comisión de Constitución. «Aun se mantienen en debate los detalles para avanzar en el proceso constituyente que ya de facto el pueblo ha dado inicio», dice. La idea sería despachar la próxima semana el proyecto a la sala.

La presidenta de Comunes, Javiera Toro, dijo esperar que el cambio de gabinete sea también expresión de una nueva disposición a escuchar. «Por eso lo invitamos a dialogar sobre preocupaciones de la sociedad y nuestra propuesta de plebiscito para que la mayoría decida”, sostuvo.

Pese a que no se pronunciaron respecto a un plebiscito, el presidente de Renovación Nacional (RN) Mario Desbordes se abrió a la posibilidad de reformar la Constitución, y lo mismo deslizó el recién asumido ministro del Interior, Gonzalo Blumel.

Los senadores, también

También en el Senado los parlamentarios de toda la oposición se unieron para presentar una reforma constitucional que propone realizar un plebiscito para crear una nueva Carta Fundamental. Su finalidad, según señalaron, es que sean los chilenos y chilenas los que definan el mecanismo con el que cambiar la Carta Magna, ya sea a través de una asamblea constituyente o una convención constituyente (instancia mixta). Para que esta iniciativa avance en el Senado se requiere de 3/5 partes de sus integrantes, por lo que el senador Orlando Letelier (PS) invitó a “la derecha democrática” a sumarse a la iniciativa porque “en este país nunca se ha consultado a los chilenos y chilenas sobre el pacto social, el acuerdo constitucional”.

Por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre (RD) sostuvo: «Tenemos que preguntarle al pueblo soberano si quiere o no una nueva Constitución, y qué mecanismo». Sobre esto último, aseveró que desde el FA se impulsará la Asamblea.

Los acontecimientos de los últimos días han reflotado la Asamblea Constituyente, que llevaba varios años en el olvido de la mayoría de ciudadanos y representantes políticos, luego del proceso que abrió la ex presidenta Bachelet a finales de su mandato. Un proceso que alcanzó a establecer las Bases Ciudadanas Para la Nueva Constitución, fruto de 8.000 encuentros autoconvocados, cabildos, consultas individuales, pero que, finalmente, quedó suspendido. 

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