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«Debió ponerse mayor énfasis en la exploración, en la descripción, incluso es tan incompleto el análisis que no se miden esos orificios, el informe no describe cuanto miden, no se recolectan muestras para estudiar», dijo el forense respecto de los orificios encontrados en el cuerpo del joven, que fueron ignorados por la autopsia del SML.
Como «incompleta» calificó el médico forense Luis Ravanal, la autopsia realizada por el Servicio Médico Legal (SML) al cuerpo de Joshua Osorio, el joven de 17 años cuyos restos fueron encontrados calcinados tras el incendio en la bodega Kayser en la comuna de Renca.
En conversación con Cooperativa, Ravanal, quien en agosto de este año fue reconocido como “Gobernador” de la Asociación Mundial de Medicina Forense (WAML), y es hasta hoy el único latinoamericano en el directorio de la agrupación, tuvo acceso a la autopsia que el SML realizó, y planteó sus dudas respecto de los procedimientos seguidos.
Según el documento entregado por el SML, el joven habría fallecido por «asfixia por intoxicación por gases de incendio», y en su cuerpo, fueron encontrados tres orificios.
Las dudas del forense caen justamente sobre estos orificios, ya que según Ravanal «en el contexto que vive el país, donde se utilizan armas, se debieron haber recolectado muestras para estudiar residuos de pólvora, (y así) descartar la existencia de que estos correspondan a la entrada de proyectiles balísticos».
Lamentablemente para el reconocido forense «nada de eso se hizo y eso da cuenta que el estudio fue incompleto«.
Sobre estos mismos orificios que el SML parece haber ignorado, el forense agregó que «debió ponerse mayor énfasis en la exploración, en la descripción, incluso es tan incompleto el análisis que no se miden esos orificios, el informe no describe cuanto miden, no se recolectan muestras para estudiar», lamentó.
Las dudas de Ravanal también apuntaron a lo que el SML determinó como la causa de muerte del joven («asfixia por intoxicación por gases de incendio»).
Sobre este punto Ravanal cuestionó que «resulta que la concentración de monóxido de carbono, que es lo único que consta que se haya analizado, es cercana al 33 por ciento, que no es una concentración necesariamente letal«.
El médico forense también enfatizó en la ausencia de análisis sobre fracturas y una hemorragia intercraneal para determinar a ciencia cierta la causa del fallecimiento.
«Aquí hay que analizar incluso las otras fracturas, porque arbitrariamente se dice fracturas explicables por la acción del fuego y eso es conocido en medicina forense, pero en este contexto hay que estudiar si todas las fracturas son por fuego o si son fracturas pre mortem«, afirmó Ravanal.
Lo mismo afirmó respecto de la «hemorragia intercraneal» que se describe en la autopsia, sobre la cual no hay claridad si es pre o post mortem. «Se describe una hemorragia intercraneal que uno puede explicarla a causa de los fenómenos del calor, del fuego, pero hay que diferenciarla también de una hemorragia previa a la muerte y eso tampoco se investigó«, puntualizó el forense.
Por último, Ravanal destacó que las circunstancias generales que se viven en el país son excepcionales, y que «este no es un caso común y corriente«.
«Estamos en una situación donde hay múltiples factores que pueden incidir, se amplía el abanico de diagnóstico y posibilidades, por lo tanto le era exigible al perito o a los peritos que intervienen los análisis que ampliaran más allá de lo habitual el abanico dentro del diagnóstico diferencial de causas», concluyó.
