Lucía Dammert: «Esta es una generación que va a quedar marcada por el abuso policial»

Las violaciones a los Derechos Humanos por parte de Carabineros, que fueron consignadas en los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch, hicieron que el gobierno tomara medidas para realizar reformas dentro de la institución uniformada.

Durante la tarde del martes, la subsecretaria de DD.HH, Lorena Recabarren, en representación del Ejecutivo le dio a Carabineros la orden de revisar las actuaciones que se alejen «de lo establecido en los protocolos que han significado cuestionamientos y denuncias».

“Dicho informe debe incluir propuestas con medidas de corrección señalando las instrucciones y las sanciones que correspondan y deberán ser entregado en el plazo de una semana”, indicó Recabarren.

Las denuncias por abuso policial pusieron contra las cuerdas al General Director de Carabineros, Mario Rozas, y desde la oposición ya exigen su renuncia inmediata como primera medida para reformar la institución.

La académica experta en materia de seguridad y directora del centro de estudios Espacio Público, Lucía Dammert, afirma que la salida de Rozas como única medida no va a servir de nada.

«Ya pasamos por descabezamientos institucionales sin cambios profundos que al final lo que hacen es repetir las mismas prácticas», partió por señalar. Y agregó: «La salida de Rozas en el marco de un control mayor por parte del Ministerio del Interior, de una gestión diferenciada, de un programa de reforma, sin duda podría traer un tipo de liderazgo distinto. Pero ahí hay que ver hasta qué punto el gobierno y la oposición están disponibles para trabajar en una agenda conjunta de reforma institucional, dado que tanto el gobierno como la oposición, cuando fueron gobierno, no priorizaron jamás las reformas policiales que fueron pedidas desde la sociedad civil».

—¿Cómo podría Carabineros recuperar su legitimidad ante la sociedad?

«Eso va a tomar mucho rato. Esta es una generación que va a quedar marcada por el abuso policial y la reconstrucción de eso solo se va a poder hacer cuando haya justicia, reparación y cambios evidentes en el actuar policial, y eso no es algo de rápido logro. Hoy en día lo que hay que evitar es que la falta de legitimidad y la crisis institucional de profundice».

—En estos momentos donde se dan faltas al protocolo por parte de efectivos policiales, ¿cómo se podría hacer una reforma a Carabineros que cambie estas prácticas en la institución?

«Ninguna reforma policial se puede hacer sin un acuerdo político porque las reformas policiales son de mediano y largo plazo. Ese acuerdo político requiere una revisión desde el sistema de organización institucional hasta los códigos de formación. Evidentemente, con la urgencia que tenemos, los temas principales son: la formación policial, la forma como se están realizando las detenciones y los controles de identidad, y la infraestructura que tienen las comisarías para recibir detenidos y tener registro de los tratos que tienen, además de cómo son mantenidos allí adentro. Eso es lo urgente. Pero el proceso de reforma policial involucra muchísimas cosas, como la revisión completa del sistema de formación policial, una revisión completa de la diferencia de los dos escalafones, una revisión del sistema de disciplina, una búsqueda de mejores mecanismos para el ascenso de carreras. Es una agenda bastante amplia».

—Hay muchas dudas con respecto a lo que mencionó el Presidente Piñera y el subsecretario Ubilla sobre las asesorías que iban a prestar policías extranjeras a Carabineros. ¿Qué le parecen esas medidas anunciada por el Ejecutivo?

«La verdad es que parecen medidas que no van a venir a solucionar necesariamente nada. Las policías tienen programas permanentes de intercambio con otras policías. En general, Carabineros de Chile tiene una estrategia de vinculación internacional enorme. Dudo que esto pudiera ser, para la emergencia que se está viviendo, una respuesta de largo aliento, una respuesta profunda. Pero bueno, el gobierno asumió que eso podía ser una forma de buscar legitimidad en el accionar policial y, tal vez, se apresuró porque ahora Francia decidió no venir».

—El Presidente llamó al Congreso a aprobar no sólo la medida que implica que efectivos militares se hagan cargo de zonas de infraestructura crítica, sino también a iniciativas como la ley antiencapuchados, antibarricadas y antisaqueos. ¿Qué le parecen esas medidas con respecto al resguardo del orden público?

«La única medida que podría generar un cambio verdaderamente urgente es el tema de las FF.AA. en la infraestructura crítica. El resto es, una vez más, la necesidad de generar una sensación que se está castigando. Cuando uno ve las calles, especialmente en los últimos dos o tres días, no ve necesariamente gente que probablemente que vaya a pensar que como cambió la ley ahora no van a saquear. Generalmente, esa es la búsqueda de una nueva ley con más castigo. Los mayores castigos no son necesariamente la respuesta al problema puntual que tenemos. En definitiva, lo que nos ha pasado por mucho tiempo es que hemos generado leyes con ese tipo de objetivos y al final no han generado impacto. La pregunta es a qué va a apuntar la oposición. Si va a apuntar al paquete completo, o solo al tema de la FF.AA., o alguna otra ley. Lo que sí es evidente es que el mundo político siente o hay un reconocimiento tácito o implícito y explícito de que la situación de Carabineros no permite brindar orden público hoy en Chile».

—En ese caso, ¿qué le parece la medida de desplegar efectivos de las FF.AA. por fuera del Estado de Emergencia?

«Creo que la propuesta abre las puertas para una militarización. El gobierno todavía no propone una medida que fuera específica para un periodo de tiempo dada la crisis policial o una definición bastante más clara de cuanto personal se está liberando en esta medida. Pero como están las cosas hoy día intuyo que, poco a poco, se va a ir consolidando la percepción de que es probablemente un camino que hay que explorar. Yo lamento que hayamos llegado a este punto, pero en definitiva lo que ves es que las policías, desde el audio que se ha filtrado, están diciendo abiertamente que están colapsadas».