Al ser consultado por los nuevos casos de traumas oculares que han aparecido, incluso después de la restricción de uso de balines por parte de Carbineros, el titular de la cartera señaló que «siguen llegando casos y hoy es evidente que hay personas en la calle, armadas por todos lados».
Carente de toda prueba, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, aseguró en entrevista con el diario La Tercera que «hay gente en las manifestaciones que usa escopetas de perdigones». La declaración se enmarca en una serie de preguntas relacionadas al contexto actual del país desde el 18 de octubre pasado, día en que comenzó el estallido social.
Sobre su opinión respecto a la aparición de nuevos casos de traumas oculares posteriores a la restricción de uso de balines por parte de Carabineros, el titular de la cartera señaló: «desgraciadamente, la lesión oftalmológica se ha presentado como un indicador de la violencia en la calle. Es una situación extraordinariamente grave, que produce una discapacidad inmediata. Tenemos un poco más de 40 personas que tienen definitivamente pérdida de la visión de un ojo, ya sea porque perdieron el globo ocular o la visibilidad completa. Siguen llegando casos y hoy es evidente que hay personas en la calle, armadas por todos lados».
Sobre el presupuesto para el Programa Integral de Reparación Ocular (medida que, además de la atención oftalmológica, también brinda apoyo psicológico a quienes han sufrido problemas oculares producto de los hechos acontecidos hasta hoy) indicó que «hasta ahora, tenemos una necesidad de más de $ 600 millones; cada caso tiene un costo de entre $ 2 y $ 8 millones». No obstante las cifras, el gasto, según indicó Mañalich, no tiene límites.
A modo de análisis general, de acuerdo al ministro en todo el país se han tenido que «cancelar o postera 12 mil cirugías Auge y no Auge», desde el 18 de octubre pasado. La razón es que «los hospitales han debido ser reconvertidos para traumas o porque la misma gente prefirió esperar debido a que su cirugía no era de urgencia».
Frente a las diversas manifestaciones que distintos funcionarios de la salud pública han hecho en razón de la falta de recurso, y respondiendo también al estado actual del país, el ministro indicó que «se va a requerir de más funcionarios, horas extras y todo lo que permite la alerta sanitaria, que buscar hacerse cargo de eso. Desde el punto de vista de recursos no deberíamos tener problemas para reagendar y atender lo que se ha perdido».
Finalmente, Mañalich señaló que desde que comenzó el estallido social «las consultas por este motivo han aumentado por lo menos en un 15%, y las licencias médicas, también en esta dimensión, crecieron un 20%. Además, la petición de fármacos asociados a tranquilizantes y antidepresivos se incrementó en 30% en la atención primaria. O sea, es un problema».
