33 sacerdotes pederastas: Legionarios de Cristo reconocen 175 abusos a menores de edad en su historia

En un informe que se presentará el 20 de enero en la reunión de su Capítulo General, máxima autoridad de la congregación, los Legionarios de Cristo admiten 175 casos de pederastía cometidos por sus sacerdotes, dentro de los que se mencionan a lo menos 60 abusos del padre que fundó la institución, Marcial Maciel, quien falleció el año 2008.

El documento abarca el período desde la fundación de la organización religiosa, en 1941, hasta el 16 de diciembre de 2019, según informa Cooperativa. En este informe se acusa a 33 sacerdotes como principales responsables de abusos sexuales cometidos a menores – en su mayoría – entre 11 y 16 años de edad.

Si se excluyen los crímenes de Maciel de la lista, «dos sacerdotes habrían abusado de menores por vía virtual,  cuatro abusaron a su víctima una sola vez, nueve lo hicieron repetidamente de una víctima única, once abusaron de entre dos y cinco víctimas; cinco de ellos de entre seis y diez víctimas, y uno – que ya fue removido -, tiene trece víctimas conocidas», consigna el medio.

El informe señala además, que 14 de los 33 sacerdotes cometieron estos abusos mientras ocupaban cargos de autoridad en los Legionarios de Cristo. «El abuso sexual de menores en la Congregación estuvo mezclado con el abuso de poder y de conciencia por parte de algunos que aprovecharon sus puestos para abusar», admiten desde la congregación.

Así también, se agrega que los curas abusadores corresponden a un 2,44% de los 1.353 ordenados de los Legionarios de Cristo. Además, se precisa que seis de ellos han fallecido, ocho dejaron el sacerdocio, uno abandonó la orden y 18 continúan ejerciendo funciones en la institución. Dentro de estos últimos, se especifica que ninguno realiza servicio pastoral con menores en la actualidad.

Por último, los Legionarios también revelaron que 65 menores fueron abusados por 15 sacerdotes y otros 90 por seminaristas, de los cuales 46 no siguieron en la institución. Son precisamente estos seminarios de menores lo que representaron el «ámbito más vulnerable», en el que las víctimas corrían el riesgo de ser abusadas, y el último de estos casos ocurrió en el año 2012.

«Deploramos y condenamos los abusos cometidos en nuestra historia así como aquellas prácticas institucionales o personales que pudieron favorecer o propiciar cualquier forma de abuso de de revictimización (…) pedimos perdón a las víctimas, a sus familias, a la Iglesia y la sociedad por el grave daño que miembros de nuestra Congregación han causado. Reconocemos con honestidad y vergüenza la realidad de los delitos de abuso sexual de menores en nuestra historia, con el deseo sincero de una continuada conversión personal e institucional», concluye el informe.