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Opinión

El rozario (sí, con zeta) del director general

Por: Esteban Vilchez Celis | Publicado: 02.01.2020
El rozario (sí, con zeta) del director general | Foto: Agencia Uno
No sé si el General Director de Carabineros, Mario Rozas, lo rezará, pero creo que a estas alturas podríamos evaluar contar con un “Rozario”, porque es innegable que tenemos varios misterios en su conducta, la mayoría de ellos muy dolorosos, pero no podemos perder la fe en la bondad de nuestros Carabineros. Quizás si construimos este “rozario”, podremos cambiar el mundo. Por ahora, solo contribuyo con el borrador de unos primeros cinco misterios dolorosos y uno gozoso. Ahí van.

En el Colegio jesuita en el que estudié me enseñaron, además de historias fabulosas acerca de gente muerta resucitando, mujeres embarazadas sin cópula de por medio u odres de agua convertidos en vino, que había un rezo especial para alabar a la virgen-madre (uno de los muchos oxímoros del cristianismo), conocido como el Rosario. Se compone de una aburridísima letanía que recorre veinte “misterios” (los misterios son cuestiones que serían ridículas de creer si nos guiáramos únicamente por la razón, la ciencia y la lógica, en lugar de usar la fe), que se dividían entre gozosos y dolorosos. La recitación de cada uno de ellos iba seguida de un “padre nuestro”, diez “avemarías” y un “gloria al Padre”. Gracias a estos rezos, como lo hizo notar un ministro de Hacienda de este gobierno al solicitar rezos, el mundo tiene menos delincuencia, menos pobres, menos enfermedades y menos injusticias, como es del todo evidente.

No sé si el General Director de Carabineros, Mario Rozas, lo rezará, pero creo que a estas alturas podríamos evaluar contar con un “Rozario”, porque es innegable que tenemos varios misterios en su conducta, la mayoría de ellos muy dolorosos, pero no podemos perder la fe en la bondad de nuestros Carabineros. Quizás si construimos este “rozario”, podremos cambiar el mundo. Por ahora, solo contribuyo con el borrador de unos primeros cinco misterios dolorosos y uno gozoso. Ahí van.

Primer misterio doloroso: ¿de qué están hechos los balines que disparan nuestros Carabineros? Es notable que tras un estudio de la Universidad de Chile, el General Director, haya recién comenzado a tener dudas. Sugirió “preguntarle al proveedor”. Luego encargó un estudio de la propia policía uniformada (que son como las investigaciones de la Iglesia Católica sobre el mal comportamiento de su clero, es decir, solo se puede creer en ellas si hay mucha fe) y ordenó suspender el uso de las municiones. Este misterio es doloroso porque tenemos más de 300 chilenos y chilenas que han perdido la vista parcial o totalmente. Pero lo más misterioso es cómo una institución sale a dispararle a población civil sin saber antes qué es aquello que dispara. Si fuéramos lógicos, diríamos que simplemente demuestra que a Carabineros le importa en absoluto la integridad física de aquellos a quienes dispara; pero nosotros, que somos gente de fe, creemos que no es que Carabineros desprecie los derechos humanos de las personas, sino que se trata solo de un misterio.

Segundo misterio doloroso: ¿De verdad Carabineros de Chile no tiene idea de lo que son los derechos humanos y cómo respetarlos? Esto es un misterio para el General Director y para sus dirigidos. De hecho, los integrantes de Fuerzas Especiales se ven en muchas imágenes muy confundidos, golpeando mujeres, atropellando niños, disparando lacrimógenas al cuerpo de personas que nada hacen y dañando los ojos de las personas. Y que es un misterio para el General Director se advierte en sus declaraciones acerca de que pediría a policías de otros países para que viniera a ayudarles con los procedimientos y protocolos. Incluso dijo que le pediría ayuda a organismos que se vinculan con la protección de los derechos humanos. O sea, no tiene siquiera una idea básica de qué hacer. Eso puede ser grave si se tiene mando directo sobre gente que sale armada a golpear personas. Pero la fe nos protege de las aventuras lógicas y de los razonamientos impecables, permitiéndonos ver lo que los demás no ven, esto es, que estamos simplemente frente a “misterio”.

Tercer misterio doloroso: ¿El agua de los guanacos tiene propiedades sobrenaturales? Las personas se queman con agua, simple y cristalina, expedida por los llamados “guanacos”. Esta agua pura o purificada (dicen que son termales), sometida a estrictos controles para que no vaya a tener cosas como soda cáustica, por decir algo, irrita gravemente la piel de los manifestantes, en un acto similar a la transustanciación de las hostias. Entre que sale disparada del guanaco y toca la piel del infiel (a la patria, al gobierno y al orden), opera la transformación y castiga al desordenado y a la díscola. No seamos escépticos y caigamos en las explicaciones lógicas y científicas, como la idea peregrina de las enfermedades preexistentes a la piel que lógicamente la mayoría de los manifestantes padecen (es sabido que este tipo de gente, con problemas a la piel, es la que mayoritariamente integra marchas y manifestaciones), como sugirió el propio General Director. Rindámonos más bien al misterio, a lo sobrenatural y reconozcamos que este inusual poder del agua guanaca es señal inequívoca del poder de Dios que acompaña la labor de Carabineros.

Cuarto misterio doloroso: ¿Cuándo se usarán las escopetas antidisturbios? Porque el General Director dio instrucciones estrictas de un empleo “acotado”, solo para casos de riesgo real para la vida o integridad física de los Carabineros. ¿Y antes? ¿Cómo y cuándo se podían usar? Otro misterio.

Quinto y último misterio doloroso: Según el INDH, a esta fecha hay más de 3.000 heridos por acción de las fuerzas militares. Se supone que fueron heridos porque eran agresores a los que la policía repelió. Pues bien, cada uno de ellos debería ser también un querellado. Pero no es así. Esto es un gran misterio: ¿por qué fueron heridos si no agredieron a nadie? Y si eran agresores, ¿por qué no están identificados y querellados? Sí, el Gobierno y Carabineros comparten designios inescrutables. Lo lógico es pensar que se agrede a muchas personas que no merecen serlo, es decir, manifestantes pacíficos. Pero eso sería pensar y razonar, algo demasiado pedestre. Nosotros no nos dejamos llevar por el camino ancho de la sensatez, sino que transitamos el estrecho de la fe y creemos en eso de que el Carabinero es del débil el protector, pues ellos lo dicen y lo cantan, prueba irrefutable de que lo son. Así que, con esta fe, declaramos que esto es, simplemente, otro misterio.

Eso de que después de que pase la crisis Carabineros será una de las instituciones más queridas, podría ser un sexto misterio, pero que tiene que ver con la capacidad analítica del General Director. Solo en Clemente Pérez he visto mayor perspicacia para leer la realidad política. En fin.

El misterio gozoso sería la renuncia del General Director, que es lo único que parecería digno en medio de este panorama. Pero hasta un hombre lleno de fe como yo se abstiene de creer tonterías. El día en que algunos de los protagonistas de las violaciones a los derechos humanos reconozcan sus errores, den un paso al costado y enfrenten sus responsabilidades penales y civiles, seguramente será el mismo en el que vengan los cuatro jinetes del apocalipsis a todo galope y alguno de mis amigos me mire a la cara y me diga “Viste, ¿hombre de poca fe?”

Esteban Vilchez Celis