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Tras una serie de anuncios de su colectividad que apuntan a democratizar el proceso constituyente, la diputada y líder del partido más grande del Frente Amplio conversó con El Desconcierto sobre las definiciones de su colectividad de cara al cambio de Constitución, del cambio de postura en Chile Vamos y la configuración de fuerzas para enfrentar las elecciones municipales.
Este jueves, el partido del Frente Amplio, Revolución Democrática (RD), anunció distintas medidas referidas al proceso constituyente, que se abrirá con el plebiscito del próximo 26 de abril.
En particular, la colectividad señaló que comenzarán el levantamiento de «Comandos Ciudadanos Constituyentes» en todas las regiones del país, para así generar vínculos con organizaciones sociales. Igualmente, indicaron que buscarán integrar en sus listas hasta en un 50% de independientes, que deseen participar del proceso mismo.
En conversación con El Desconcierto, la presidenta del partido, Catalina Pérez, señaló que «el proceso constituyente es una oportunidad histórica para terminar con el modelo neoliberal y con esta democracia de baja intensidad». La diputada remarcó que «esta energía propia de un momento destituyente, tiene que traducirse en un proceso de construcción de un nuevo Chile» y que «tiene que dar paso a un nuevo modelo económico y político».
—Este primer despliegue lo propone RD como partido y no el Frente Amplio como bloque, ¿por qué?
«El FA definió en su mesa nacional que se sumará a los esfuerzos por construir un comando más allá del bloque. Esperamos poder generar un espacio donde independientes y organizaciones sociales puedan participar del proceso de la forma más amplia posible, entendiendo que el protagonismo no está en los partidos políticos. Nuestro aporte será ponernos a disposición de este proceso de movilización. Ese es el espíritu que ha tenido el FA y esperamos que durante los próximos días se concrete en el lanzamiento de un comando a nivel nacional y regional».
—Anunciaron que cederían el 50% de sus cupos a independientes en la elección de constituyentes. ¿De qué forma se elegirá a las personas que ocupen esos cupos?
«Como RD decidimos desde ya fijar algunos criterios de conformación de las futuras listas de delegados, sin perjuicio de que seguimos dando la pelea para que esto no sea una opción de los partidos, sino que sea un mandato legal. También nos comprometimos a incorporar criterios de paridad y apuntamos a integrar en nuestras listas hasta un 50% de independientes. Además, hemos comprometido un 12% de personas pertenecientes a pueblos originarios y un 10% de personas con alguna discapacidad, y por supuesto, propiciar la participación de personas LGBTIQ+. Todos estos son mínimos democráticos en la formación de este órgano constituyente que tiene que ser reflejo del Chile actual, como no lo es el Congreso Nacional».
Para materializar esta propuesta, Pérez señala que «el primer paso es abrir los espacios de incidencia a los independientes que coincidan con nuestras ideas. Esperamos sumar fuerzas en estos Comandos Ciudadanos Constituyentes y esperamos que los puntos de unión sean un programa conjunto y las propuestas que tenemos para la nueva Constitución».
—Durante los últimos días, distintos sectores de RN han cambiado su postura sobre la nueva Constitución y han llamado a rechazar en el plebiscito. ¿Cómo afecta esto a las relaciones con el oficialismo?
«No me sorprende que la derecha llame a rechazar una nueva Constitución. Ellos fueron los que se opusieron a la ley de divorcio, a la ley de filiaciones, a la ley de abordo en tres causales, al fin del binominal, e incluso al anterior proceso constituyente de la presidenta Michelle Bachelet. Es evidente que ellos se van a oponer a la construcción de una nueva Constitución y a la redefinición de las reglas del juego, porque lo que prima son los intereses de los más privilegiados. Pero la historia va a avanzar con o sin ellos. Lamentablemente, vuelven a estar del lado incorrecto de la historia».
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—La DC puso condiciones al PC para plegarse al trabajo previo al plebiscito, ¿cuál es su posición respecto de ese tema? Considerando que el PC rechazó el acuerdo por una nueva Constitución.
«Creemos en un proceso constituyente donde todos y todas seamos capaces de debatir. Esto no tiene que ver con quienes firmamos el acuerdo y habilitamos el proceso, sino que tiene que ver con mover los límites de lo posible y para eso, los necesitamos a todos y todas. Por supuesto que el PC y todas las organizaciones sociales tienen las puertas abiertas a construir en conjunto un esfuerzo coordinado. La gracia de la convocatoria a un plebiscito con una fuerte campaña por el ‘apruebo’ tiene que ver con que seamos capaces de generar las coordinaciones necesarias para ganar por una amplia mayoría. No es momento de excluir a nadie, sino de hacer todos los esfuerzos de articulación».
—Luego de todo lo ocurrido tras el 18O y considerando los esfuerzos conjuntos que la oposición hará por el plebiscito, ¿sería posible que el FA enfrentara las elecciones municipales junto a la ex Nueva Mayoría?
«Más allá del contexto político actual, creo que los partidos de la ex Concertación tienen que decidir si estarán disponibles para transformar este modelo económico que administraron durante 30 años. Lo que no nos puede pasar es que el duopolio vuelva a los mismos pactos de siempre y terminemos con una Constitución que se parezca mucho a la actual. Ahí los partidos de la ex Concertación tienen que hacer un proceso de reflexión. Creo que ahí el rol del Partido Socialista va a ser esencial y espero que esos debates internos concluyan con la definición de la necesidad de hacer que Chile avance con nuevas reglas del juego y con un nuevo modelo».
—El FA se ha visto golpeado durante los últimos meses, ¿qué le dirías a esas personas que hoy ven con desconfianza al conglomerado y que dicen que ustedes son más de lo mismo?
«Creo que hay que adoptar la convicción de la responsabilidad histórica que tenemos sobre los hombros. Todo esto va a exigir de nosotros que reafirmemos los compromisos que nos llevaron a nacer como partido: la profunda convicción de transformar Chile y ponernos a disposición de la gente movilizada. Lo que no nos puede pasar es que finalmente terminemos elitizando el proceso constituyente. Esto demanda que nos dejemos de concentrar tanto en el Congreso y comencemos a centrarnos más en los barrios. Va a exigir de nosotros fortalecer nuestra capacidad de despliegue territorial. Tenemos que encerrarnos cada vez menos en la institucionalidad y tenemos que confiar en el poder popular de base».
