| Foto: Jair Bolsonaro y Regina Duarte
La famosa actriz brasileña remplazaría al director teatral Roberto Alvim, echado tras un escandaloso video en que usaba frases de Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del régimen de Hitler, para describir al “futuro de las artes en el Brasil nacionalista” del bolsonarismo.
Tras años de inactividad, Regina Duarte pasó a ser conocida, en Brasil y en toda América Latina, por los personajes de sus antiguas teleseries, como “La Reina de la Chatarra”, donde interpretaba a la protagonista, María del Carmen Pereira, una vendedora de chatarra que se vuelve una de las empresarias más ricas de São Paulo – porque en la ficción la meritocracia realmente funciona.
Pero ahora ella parece que ha regresado, y no como actriz, sino como política. Este lunes (20/1), ella recibió la invitación de Jair Bolsonaro para asumir la Secretaria de Cultura, y habría aceptado, según cercanos. El diario Folha de São Paulo asegura que Duarte viajará a Brasilia el miércoles (22/1) para oficializar su ingreso en el gabinete.
La llegada de Regina Duarte a Brasilia sería una estrategia para sacar de encima el rechazo acumulado por el gobierno debido al anterior ocupante de esa secretaria, el director teatral Roberto Alvim, quien grabó un video con frases del ideólogo nazista Joseph Goebbels para describir el proyecto nacionalista del bolsonarismo para las artes.
“El arte en Brasil en la próxima década será heroica y será nacional. Será dotada de gran capacidad de conmoción, y será igualmente imperativa, porque además tendrá que estar profundamente vinculada a las aspiraciones urgentes de nuestro pueblo, o entonces no será nada”, dijo Alvim en su vídeo, que hace referencia a una cita de Goebbel donde dijo “el arte en Alemania en la próxima década será heroica, será fuertemente romántica, será objetiva y libre de sentimentalismo, será nacional con gran pathos e igualmente imperativa y vinculante, o entonces no será nada”.
Lo curioso de la llegada de Duarte es por su historial de apoyos políticos. La actriz apoyó la candidatura del sociólogo Fernando Henrique Cardoso (centro) a la alcaldía de São Paulo en 1985 contra el laborista Eduardo Suplicy (izquierda) recordando que “en la Alemania de los Años 30, los demócratas se pelearon y permitieron que Hitler llegase al poder”. Su apelo no resultó, y Cardoso perdió en las urnas, para Jânio Quadros (derecha), aunque sería elegido presidente nueve años después.
En 2002, ante una casi segura victoria de Lula da Silva, Regina Duarte apoyó a su contrincante, José Serra, con un discurso de que el líder sindical le daba miedo. La campaña de Lula respondió impulsando el slogan de que “la esperanza vencerá el miedo”, y eligió al laborista.
En 2018, ella volvió a participar de una campaña electoral, apoyando a Jair Bolsonaro, e incluso defendiéndolo por sus frases misóginas, racistas y homofóbicas. En una entrevista para el diario Estadão, Duarte contó que “cuando conocí a Bolsonaro personalmente me encontré con un tipo tierno, un hombre de los años 50, como mi padre. Un sujeto al que le gusta los chistes homofóbicos, pero solo por molestar nomás, una cosa muy masculina, de esas personas del interior, que dicen que los brasileños somos todos perezosos, o que el lugar de los negros es en la cocina, por enojones (…) entonces (al conocer a Bolsonaro) me di cuenta de porque tiene todo ese apoyo en el país, y recordó que yo soy ese país, soy la noviecita de ese país”.
La frase recuerda el apodo con que los medios la conocen: “a namoradinha do Brasil” (“la noviecita de Brasil”). Como actriz, Regina Duarte participó de teleseries como “La Reina de la Chatarra” (1990), “Roque Santeiro” (1985), “Malú Mujer” (1979) y “Hermanos Coraje” (1970). Su último trabajo con rol protagónico fue en “Páginas de la Vida” (2006).
