La decapitación como acto de venganza en el siglo XXI

La madrugada del viernes 17 de enero del 2019, con una mínima de 16° (grados) entre General Calderón con Andrés Bello en la comuna de providencia, el negrito o negro mata pacos (como a muchos les gusta llamar), aludiendo al espíritu rebelde y combativo que tenía el “negro” amanecía decapitado; sobre aquello circulan relatos como el que “fue visto siendo arrastrado por una camioneta grande, la que lo tomó y arrastró por la avenida para luego cercenar su cabeza” , sin antes dar golpes con objetos contundentes para lograr su objetivo.

La decapitación es la separación por cercenamiento de la cabeza y el cuerpo de un objeto u organismo viviente. Típicamente se refiere al acto efectuado de forma intencional, por ejemplo: en la ejecución de un asesinato o una pena de muerte; sirviéndose de algún instrumento cortante como un hacha, espada, motosierra, cuchillo o mediante una guillotina.

El negrito, ha sido intencionalmente decapitado y en redes sociales sus seguidores lo sentían y su espíritu solo se revivía con este acto tan irracional. El negro sigue siendo un alma libre; así como cuando María Campos adoptó al “negrito” en el 2009, lo alimentaba y tenía una cama para él en su residencia, este al escuchar a los estudiantes en las calles, solo insistía en salir, sin antes que María le diera la bendición, para que regresara.

Parece ser una historia que se repite como en dictadura militar y es que en un país en democracia aún se sigue torturando y si de simbolismos se trata, el negrito ha sido blanco del odio de la derecha fascista, esa que todavía sigue escondiéndose en la noche, como cuando en el poderío asesino de Augusto Pinochet se “secuestraba, torturaba y violaba” en la penumbra del toque de queda.  Hoy el fascismo fue más allá y decapitó una escultura que representa la imperativa necesidad de nuevos ídolos, esos que la iglesia y la política de Chile, no han sido capaces de mantener.

María sabía que debía amarrar los pañuelos que usaba el negrito en el cuello antes de salir, pues siempre volvía con alguno, los mismos que sus aliados entre los círculos universitarios de Santiago, principalmente en las universidades de Santiago (Usach), Tecnológica Metropolitana (UTEM) y Central (Ucen) le daban como medalla después de cada batalla.

​Durante las protestas estudiantiles de 2011 Negro Matapacos, fue símbolo de valentía y resistencia, esto hasta el 26 de agosto de 2017 año en que fallece por causas naturales, atendido por personal veterinario y sus cuidadores. Diversas fuentes mencionan que al momento de su fallecimiento había dejado una descendencia de 32 cachorros con 6 perras distintas.

Mientras tanto a dos años y medio, de la muerte del negrito a la fecha, en las últimas encuestas el presidente Sebastián Piñera era evaluado con la peor aprobación que ha tenido un presidente desde el retorno a la democracia, según señalo Ricardo González, Coordinador del área de opinión Pública CEP, aseverando además que el nivel de desaprobación subió al 82%.

Podríamos decir entonces que, al día de hoy, según el cuestionado INE, seriamos alrededor de 17.373.881 chilenos/as en promedio; por lo tanto si la desaprobación es del 82% 14.246.582 millones de chilenas y chilenos, seriamos la descendencia desconforme del sistema, seríamos el negrito; los callejeros, los mestizos, los descalzados, los reprimidos por las fuerzas de orden, aquellas que ofrecieron protección y que hoy en día torturan, violan y matan.

Como forma de ejecución, la decapitación se ha utilizado desde la antigüedad. Al principio, era la forma usada preferentemente a reos de carácter noble, dado que se trata de un sistema que provoca un menor sufrimiento en el condenado. En Roma, por ejemplo, era una ejecución reservada a personas con la ciudadanía romana. Tras la Revolución francesa se instituyó la guillotina como forma más humanitaria de ejecutar a un condenado.

¿Es entonces el negro un reo de carácter noble? ¿Un reo de una sociedad racista y clasista? que, a 92 días del estallido social, todavía debe soportar la violencia y la indolencia para defender los intereses de los “que tienen los privilegios” ese 1% de la población que se aferra con uñas y dientes al poderío empresarial que los mantiene con la nefasta idea de que éramos el “oasis de Latinoamérica “

En el Japón feudal e incluso en la era moderna, la decapitación se practicaba en la segunda parte del Seppuku mediante un Kaishakunin quien terminaba con la agonía del suicida. En el África suroriental, las guerras tribales del siglo XX dejaron un gran saldo de decapitados y mutilados por machetes.

En Chile como en Japón hace un siglo atrás, la mutilación no ha sido un hecho aislado, hombres, mujeres, niños y niñas han perdido alguno de sus ojos, han recibido proyectiles, han sido rociados con químicos, han sido abusadas mujeres y hombres, ante la impunidad de un estado asesino.

Según detalla el INDH, en uno de sus últimos informes al 30 de diciembre del 2019, son 254 las victimas que han sido violentados como consecuencia de la represión policial; en virtud de la observación directa del Instituto; en ese contexto la región de los ríos es la que más  casos registra, con 47 observaciones. Cifra que no incluiría todos los casos conocidos por el mismo INDH.

En las observaciones de las manifestaciones efectuadas por las y los funcionarios se han observado patrones de incumplimientos a los Protocolos para el Mantenimiento del Orden Público por parte de Carabineros de Chile, así como de la Circular Núm. 1.832 sobre uso de la fuerza. Desde el sábado 19 de octubre se ha registrado lo siguiente:

1. Detenciones arbitrarias de personas que se estaban manifestando pacíficamente (con ocupación o no de calzada)
2. Uso excesivo de la fuerza en las detenciones (incluidas en aquellas detenciones observadas a personas que se estaban manifestando pacíficamente).
3. Uso de sustancias lacrimógenas ante la presencia de personas adultas mayores, NNA, mujeres embarazadas. Uso de gases lacrimógenos con afectación a vendedores ambulantes, personas en situación de calle y adultos mayores que no participan de las manifestaciones.
4. Disparos con la carabina lanza gases en dirección al cuerpo de manifestantes.
5. Disparos de perdigones en dirección al cuerpo, cuello y rostro de manifestantes.
6. Acciones de dispersión y represión a manifestantes sin motivo, provocación alguna, ni ocupación de calzada.
7. Falta de gradualidad del uso de fuerza. Ausencia de avisos previos ante el uso de la fuerza, ausencia de diálogo.
8. Personas heridas de gravedad por gas pimienta, perdigones, granadas, carabinas lanza gases. Alta concentración de gases con afectación de NN y adultos mayores, personas que no participaban de la manifestación, vendedores ambulantes, o personas en situación de calle).
9. Dirección del chorro del vehículo lanza aguas directamente contra los/as manifestantes.
10. Detención a medios de comunicación.
11. Carabineros y militares no identificados

Bajo estos números que detallan la represión y la tortura de la que están siendo victimas nuestros compatriotas, es el negro un modelo de resistencia social, el que se ha erguido a modo de escultura de papel maché el 15 de noviembre, para aparecer golpeado el 24 de noviembre del 2019.

El 25 de noviembre aparece pintado de verde, para luego el 26 del mismo mes, aparecer totalmente quemado con solo su estructura como soporte. El día 27 aparece lleno de flores, para el día 04 de diciembre ser retirado al espacio que lo acoge y lo refuerza en latas, para luego impermeabilizarlo con una moderna técnica (regalo de un gran amigo), todo esto con la voluntad de un gran equipo, que por ganas y consecuencia no se queda ni quedará atrás…