“Insistieron en herirme”: Diego Lastra presenta querella tras perder la visión por bomba lacrimógena

La noche que se celebró el Año Nuevo en la renombrada “Plaza de la Dignidad”, Diego Lastra (27) se convirtió en una víctima de la violencia policial. Esa noche llegó hasta ese lugar con un grupo de amigos. Eran cerca de las 1:30 a.m y estaban cerca de la calle Ramón Corvalán. Ahí, el carro lanzaguas dispersaba a los manifestantes, mientras otros efectivos disparaban bombas lacrimógenas. Una de estas impactó directamente en la cara de Diego y lo hizo caer bruscamente al suelo.

“Minutos después de que se me haya disparado en el rostro, me encuentro tirado en el piso, mientras que mi amigo, Carlos López, abrumado por la situación y preocupado de mi estado trataba de asistirme y pedir ayuda. Es en ese momento cuando aparecen agentes del estado y con un carro lanzaagua y, a pesar de mi estado, nos comienza a mojar. Por lo mismo, Carlos para evitar que me hicieran más daño. Se abalanza encima de mi cuerpo para servir como escudo humano. Pero, aun así, producto de la fuerza del impacto del chorro de agua, fuimos desplazados varios metros de donde nos encontrábamos”, es el testimonio que ha dado el joven que perdió la visión de su ojo izquierdo tras el impacto.

El relato anterior es parte de la querella criminal que este viernes presentó Diego, patrocinada por la Clínica de Acciones de Interés Pública y Derechos Humanos (AIP) de la Universidad Diego Portales. Esta acción judicial busca que establezcan las responsabilidades por estos graves hechos, bajo el delito de “apremios ilegítimos con lesiones graves gravísimas”.

Diego fue ingresado esa misma noche a un recinto asistencial donde fue examinado por un médico de turno. Luego de que le practicaran exámenes, lo derivaron a la Unidad de Tratamiento Ocular (UTO) del Hospital del Salvador. Una vez ahí, se le entregó el diagnóstico médico, que, además, de la pérdida de visión, lo dejó con fracturas complejas en el rostro. Tras esto, ha sido intervenido en dos ocasiones.

Es por eso que en la querella se enfatiza en la trasgresión de normas internacionales y nacionales. Respecto a la primera, se basa en la Convención contra la Tortura y otros Tratos Degradantes y que el estado debe garantizar a todos los ciudadanos. Y en cuanto a la regulación nacional, señala que el artículo 1° de la Constitución es garantizar la dignidad de todas las personas, como principio fundamental. A esto se suma el artículo 19 nº1 del mismo cuerpo legal que consagra el derecho a la vida y la integridad física y psíquica de la persona.

Con esto, la querella señala que se puede establecer que “efectivamente hubo por parte de los agentes de la policía abuso de sus cargos o sus funciones desarrolladas como empleados públicos al momento de mantener el orden”. En particular, porque “ante la decisión de utilizar el arma no letal de gas lacrimógeno, su objetivo fue causar daño o sufrimiento a las personas que se manifestaban, e incluso, a los que solo observaban o ayudaban a los afectados por los gases lacrimógenos”, se lee en el texto.

Diego destaca que los agentes de Fuerzas Especiales del orden público, pese a que se encontraba herido, no lo asistieron ni lo llevaron a la Cruz Roja. “Insistieron en herirme con el carro lanzagua”, especifica el documento.

Con este trámite, los abogados patrocinantes pidieron que la Fiscalía inicie una investigación por los hechos antes descritos. Dentro de las diligencias que solicitaron está identificar a qué comisaría pertenecen los efectivos policiales enviados a custodiar la manifestación en la “Plaza de la Dignidad” y en los sectores aledaños, en el horario en que él se encontraba ahí. Además de pedir copias de las grabaciones, reconstituir la escena y que se oficie al Servicio Médico Legal (SML) para que realicen los exámenes correspondientes a Diego.

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