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Opinión

Año Nuevo chino: estallido, con la fuerza de la historia y de los astros

Por: Jossie Escárate Müller | Publicado: 26.01.2020
Año Nuevo chino: estallido, con la fuerza de la historia y de los astros | Foto: Agencia Uno
Este 25 de enero el ratón de metal inicia un nuevo ciclo astrológico, que culmina en el 2031 con el jabalí de metal. Será un periodo de cambios profundos. El tiempo en que salvar la casa común de la depredación capitalista, abrazar la diversidad, empoderar a las mujeres, recuperar la sabiduría ancestral, cambiar radicalmente las formas de producción y el mercantilismo serán la misión que enfrentaremos como humanidad.

El jabalí de tierra se retira cansado cerrando un año de grandes divisiones y conflictos, en donde ya se atisba la brecha entre el viejo y el nuevo paradigma civilizatorio, tal como nos anunció Ángeles Lasso, la conocida astróloga chilena el año pasado.

Este 25 de enero el ratón de metal inicia un nuevo ciclo astrológico, que culmina en el 2031 con el jabalí de metal.  Será un periodo de cambios profundos. El tiempo en que salvar la casa común de la depredación capitalista, abrazar la diversidad, empoderar a las mujeres, recuperar la sabiduría ancestral, cambiar radicalmente las formas de producción y el mercantilismo serán la misión que enfrentaremos como humanidad.

Lasso expresaba en su libro dedicado al año del jabalí de tierra (2020) que “nos encontramos en el umbral del nuevo tiempo, será entonces, que, mientras unos levanten muros y mezquinen lo que poseen, otros, por el contrario, construirán puentes, compartiendo generosamente lo que tengan, muchos brazos unidos construirán los grandes pueblos del futuro. Se trata de un tiempo de extremos, de circunstancias radicales. Este año, la sensación de aceleración del tiempo será tan evidente, que a muchos les afectará psicológicamente, el estrés está relacionado con la estructura económica que nos convierte en pequeños tornillos de una enorme maquinaria. El ratón, sin embargo, promueve el empoderamiento de los discriminados”, abriendo nuevos espacios de liderazgo en la diversidad.

Para Margarita Canio Llanquinao, co-autora del libro «Wenumapu: astronomía y cosmología mapuche”, el denominado estallido social que vive Chile se anunció desde la cosmogonía y astronomía mapuche, con el eclipse del 2 de julio pasado. “El eclipse solar es el que más provoca cambios profundos en la naturaleza y en la continuidad de los procesos que se dan en la sociedad… Muchas muertes, personas heridas, no hay tregua ni una búsqueda del bienestar, un eclipse solar de alguna manera anuncia esos fenómenos sociales”, explica Canio.

La presencia de eclipses el año pasado y también el que se producirá en diciembre de este año en La Araucanía y Los Ríos, es muy simbólico indica Lasso, “porque es la luz que desaparece para renacer, lo que en todas las civilizaciones antiguas se consideró el fin de los tiempos y el inicio de los próximos”.

Según el astrólogo español José Royo, en la actualidad estamos acabando un ciclo de 200 años en el elemento Tierra, que se inició en 1802 coincidiendo con la Revolución industrial. Ciclo que generó enormes transformaciones productivas, económicas y sociales, y asentó el sistema capitalista moderno. La próxima conjunción será el 21 de diciembre de 2020 en el signo de Acuario, iniciando en ese momento un ciclo de 200 años en el elemento Aire. “Acuario se vincula con valores de libertad, la solidaridad e igualdad, así como con la rebeldía y el espíritu contestatario ante a los poderes conservadores. estamos viviendo unos tiempos en que el aire (Acuario) sopla con fuerza y agita las aguas (Piscis) en que navegamos”.

Nos encontramos en la puerta de un momento de gran importancia astrológica, los ciclos de Saturno-Plutón y de Júpiter-Saturno que tendrán lugar al comienzo y al término del año 2020. Por un lado, Saturno intenta conservar todo lo establecido y por el otro, Plutón trae la energía transformadora y anticipa tiempos turbulentos. Hacia fin de año, será el turno de Júpiter – Saturno, pero no será una conjunción más. “Este ciclo recibe el nombre de la “Gran Mutación” y marca el inicio de grandes cambios sociales, que tendrán vigencia en los 200 años siguientes”.

Una ojeada por los noticieros del mundo podría parecernos una película de realidad distópica y confirma la información de los astros, en donde el planeta es arrasado por incendios, terremotos, diluvios, temperaturas altas o bajas nunca vistas, grandes flujos de seres humanos migrando, algunos muriendo en el intento, guerras y violencia. Agitación social en todos los continentes, con ciudadanxs sublevadxs, hastiadxs de la corrupción, la codicia, la desigualdad y la indignidad de una vida sin sueños.

Cuando casi estábamos por sucumbir a la desesperanza del mal vivir y del acabo de mundo, hoy, si ajustamos la mirada, empiezan a emerger nuevas señales de esperanza, entre otras, los estallidos sociales que expresan el rechazo de los pueblos al modo de vida al que nos ha arrastrado el capitalismo neoliberal. Mujeres empoderadas que denuncian, visibilizan y luchan contra las múltiples formas de dominación ejercidas por la violencia patriarcal. Se empiezan a recuperar prácticas de trabajo colaborativo, trueque, cooperativismo, que rescatan el valor de lo próximo, de la sencillez, de lo durable.  Por su parte las tecnologías muestran su mejor cara a favor de la distribución de las comunicaciones, el intercambio colaborativo y hasta de la generación eléctrica distribuida. Y multitudinarias manifestaciones en contra del cambio climático en todo el mundo, instalan la crisis ambiental como la gran prueba civilizatoria a superar por la humanidad.

Hemos discutido mucho acerca de si era posible anticipar esta convulsión, y, en particular si nuestro estallido social era previsible o nos pilló a todxs mirando para el sudeste. Parece que los astros ya lo venían anunciando desde tiempos remotos.  ¡Vamos en la dirección correcta para que la dignidad se haga costumbre, con todas las fuerzas de la historia y de los astros ¡no hay nada que nos detenga!

Jossie Escárate Müller